La nueva vieja tecnolog¨ªa que crear¨¢ las ciudades inteligentes
El almacenamiento 'flash', un componente indispensable para los m¨®viles que cumple 30 a?os, permitir¨¢ la explosi¨®n del Internet de las cosas
Cuando en 1984 Fujio Masuoka decidi¨® que hab¨ªa que dar un paso adelante en la creaci¨®n de nuevos tipos de memoria, probablemente no sab¨ªa que lo que estaba dando era un salto hacia el futuro. El joven doctor japon¨¦s se hab¨ªa unido a Toshiba 13 a?os antes, donde ya hab¨ªa desarrollado una de las primeras memorias reprogramables. Entonces Masuoka estaba emocionado con la idea de crear unidades que almacenaran datos incluso cuando no tuvieran suministro el¨¦ctrico. Ese entusiasmo se materializ¨® a?os m¨¢s tarde con la invenci¨®n de la memoria flash,?que funcionaba mediante impulsos el¨¦ctricos mucho m¨¢s r¨¢pido. Una tecnolog¨ªa que hoy, tres d¨¦cadas m¨¢s tarde, puede convertirse en una pieza clave para el desarrollo de las ciudades inteligentes y la explosi¨®n del conocido como Internet de las cosas.?
Sin memoria 'flash' no ser¨ªan posible los mp3, las c¨¢maras, los USB o los m¨®viles
Que la memoria flash abra nueva posibilidades no es algo nuevo, ya que toda su historia ha estado vinculada a hacer avanzar al resto de tecnolog¨ªas. Un progreso suyo en 1994 significaba la creaci¨®n de las primeras tarjetas de memoria; otro paso, en 1998, se traduc¨ªa en la creaci¨®n de los mp3; con la inauguraci¨®n de los 2000 posibilit¨® los puertos USB, y, a partir de 2007 con Steve Jobs y su iPhone a la cabeza, lleg¨® su gran ¨¦xito: la explosi¨®n de los smartphones.?
"Ha revolucionado todo lo que hacemos cada d¨ªa. Gracias a la memoria flash tu mp3 almacena canciones, tu c¨¢mara guarda fotos y tu m¨®vil funciona. Porque en los tel¨¦fonos esta memoria no se utiliza solo para tener im¨¢genes o sonidos, sino para todo tipo de procesos internos. Porque el m¨®vil est¨¢ constantemente escribiendo nueva informaci¨®n que se guarda en la memoria flash", explica Javier Mart¨ªnez, ingeniero de telecomunicaciones y director de NetApp Iberia.?
En seis a?os, una tarjeta de memoria 'flash' habitual ?ha pasado de tener 1 a 32 GB
La clave del progreso de la memoria flash es sencilla: m¨¢s capacidad y menos precio. Se desarrolla en funci¨®n de la Ley de Moore, que establece que cada dos a?os se duplica el tama?o de almacenamiento de un dispositivo y se mantiene su precio. "As¨ª desde los 80 se est¨¢ duplicando su capacidad de memoria", detalla este ingeniero. "Antes se pod¨ªan almacenar unos cuantos megas de informaci¨®n, muy poquito, y ahora tenemos cientos de canciones y fotos. Tener m¨¢s capacidad crea nuevas posibilidades, nuevas aplicaciones y nuevos usos".
No hace falta viajar muy atr¨¢s en el tiempo para observar el avance. Hace seis a?os, las tarjetas de memoria usuales ten¨ªan 1 GB, lo que equivale a una veintena de fotos. Hoy, las habituales oscilan entre 32 y 64 GB. En apenas un lustro, la capacidad se ha multiplicado m¨¢s de 50 veces. "En cinco o seis a?os dejamos obsoletos los art¨ªculos. Estamos en un momento en el que crece tanto el uso que hacemos de la tecnolog¨ªa, que necesitamos cada vez m¨¢s memoria, m¨¢s capacidad", razona Mart¨ªnez.?
Objetivo: ciudades inteligentes
Para lograr las llamadas ciudades inteligentes se necesitan, adem¨¢s de ciudadanos inteligentes, objetos inteligentes. Y estos se consiguen con dos elementos: conectividad y memoria. En la primera no dejamos de avanzar: 3G, 4G, LiFi, etc. La tecnolog¨ªa ya est¨¢ preparada para incorporarlos a los objetos a la Red, es el Internet de las cosas. ?Pero somos capaces de dotar de memoria a una bombilla, a un aspersor, a un enchufe? "Es hacia lo que se est¨¢ dirigiendo la memoria flash. Busca que dispositivos muy peque?os puedan tener la capacidad de recopilar informaci¨®n y enviarla a la Red", se?ala el director de NetApp Iberia.?
La memoria 'flash' lograr¨¢?que dispositivos muy peque?os tengan la capacidad para recopilar informaci¨®n y enviarla a la Red
Esta informaci¨®n, recogida a trav¨¦s de sensores, puede ser la humedad en el caso de un aspersor para que detecte cuando debe regar; la temperatura para un aire acondicionado que decida cuando hace falta calor o fr¨ªo, o la cantidad de luz para una bombilla. Pero esta cantidad ingente de datos es dif¨ªcil de manejar y, sobre todo, de transmitir. "No es pr¨¢ctico mandar a un sitio central los millones de datos de millones de objetos. Vamos hacia otro modelo: un modelo donde parte de la informaci¨®n se procesa donde se genera y se transmita solo la informaci¨®n ¨²til", sostiene Mart¨ªnez. Ah¨ª entra en juego la memoria flash. ?
Este tipo de almacenamiento es un chip que puede ser tan peque?o como la cabeza de un alfiler. "Lo habitual suele ser un cent¨ªmetro cuadrado. Es un cacharrito muy peque?o, pero muy robusto que aguanta lluvia, viento e, incluso, temperaturas extremas", describe. "Por lo que el problema f¨ªsico ha desaparecido".?
Son chips tan peque?os como la cabeza de un alfiler, pero que pueden aguantar temperaturas extremas
El obst¨¢culo principal sigue siendo el mismo que hace 30 a?os, cuando se lanz¨® a competir contra el almacenamiento en disco duro: el precio. La diferencia, que lleg¨® a ser de varias decenas de veces, se est¨¢ reduciendo progresivamente. "Claro que lo inteligente es m¨¢s caro, pero contamos con dos factores, que te va a permitir ahorrar en otros costes, y que cada a?o bajan los precios y aumenta la capacidad". El punto l¨ªmite establecido por los expertos para la explosi¨®n del Internet de las cosas es 2020: cuando todos estos factores deben encontrarse.?
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