?Est¨¢ ganando Microsoft a Apple la batalla de la innovaci¨®n?
Ambas compa?¨ªas hacen coincidir sus respectivas presentaciones, dirigidas al mismo mercado. Microsoft arriesga, frente a los productos continuistas de la empresa de la manzana
No puede haber m¨¢s paralelismos: Microsoft celebr¨® su particular?keynote apenas un d¨ªa antes de que Apple reuniera a sus correligionarios y medios en la suya. No es ¨²nicamente la coincidencia en el tiempo, sino tambi¨¦n la sorprendente coincidencia en la presentaci¨®n de sus productos y en los mercados a los que se dirigen. Apple se mantuvo fiel a su gui¨®n y sin desbarrar en exceso; no fue pobre lo que present¨®, pero a la firma se le nota demasiado lo calculado y milim¨¦trico de sus movimientos. Microsoft, por su parte, despleg¨® todo un festival de luces de colores y se llev¨® el grueso de las alabanzas de los cr¨ªticos, aunque en esta partida y jugando contra Apple, nunca hay una mano ganadora.
Antes era el irreverente Steve Jobs quien se mofaba del inmovilismo y sobriedad de Microsoft, pero ahora los segundos se han tomado su revancha
Antes era el irreverente Steve Jobs quien se mofaba del inmovilismo y sobriedad de Microsoft, pero ahora los segundos se han tomado su revancha y de qu¨¦ manera. El mercado al que ambos se dirig¨ªan en estas presentaciones mim¨¦ticas era el mismo: el segmento de los ordenadores "profesionales", pero perm¨ªtannos el entrecomillado puesto que, en realidad, ambas marcas est¨¢n borrando las delgadas l¨ªneas que delimitan sus productos. En este sentido, ambos sencillamente optan por arrastrar a los compradores de port¨¢tiles dedicados al ocio hacia modelos m¨¢s capaces, y por otro lado, seducir al comprador de port¨¢tiles?pro con prestaciones centradas en el entretenimiento. Bien pensado, la gran mayor¨ªa de los usuarios emplean sus ordenadores para ambos cometidos.
Microsoft, a lo bestia
La firma fundada por Bill Gates ha dejado atr¨¢s su formalismo para convertirse en el nuevo enfant terrible de la innovaci¨®n. Microsoft comenz¨® sorprendiendo a todos presentando el Surface Studio, un extra?o h¨ªbrido entre sobremesa y tableta, que puede ser gestionado desde el rat¨®n y teclado o bien directamente desde la pantalla con los dedos. Studio ha supuesto un soplo de aire fresco en un segmento, el de los ordenadores, que se hab¨ªa resignado a mirar de soslayo c¨®mo los dispositivos m¨®viles le ganaban el terreno. Y para que quedara claro que ven¨ªan cargados de ideas, el gigante de Redmond volvi¨® a sorprender anunciando el Surface Dial, un perif¨¦rico para gestionar de una manera alternativa al Studio.
Studio ha supuesto un soplo de aire fresco en un segmento, el de los ordenadores, que se hab¨ªa resignado a mirar de soslayo c¨®mo los dispositivos m¨®viles le ganaban el terreno
Mientras Apple se aferra a los port¨¢tiles, Microsoft sigue avanzando por la senda de los convertibles y el Surface Book i7 es una buena prueba de ello: se trata de una evoluci¨®n del modelo anterior que llega con un incremento del 30% en la duraci¨®n de la bater¨ªa (hasta 16 horas de uso) y el poderoso procesador Core i7 de Intel. Apple juega con la continuidad y Microsoft arriesga logrando que algunos medios califiquen sus productos de?sexys, frente a los m¨¢s o menos continuista de los de la manzana.
Apple sigue orde?ando la vaca de los MacBook
Si Microsoft lo dio todo innovando en formatos y accesorios sorprendentes, Apple jug¨® una baza aparentemente m¨¢s conservadora... pero no tanto. Su gran protagonista de la jornada fue una peque?a barra situada en la parte superior del teclado y de la que, como es habitual, ya ten¨ªamos alguna noci¨®n gracias a filtraciones y registros de patentes. La Touch Bar, como el fabricante ha bautizado a esta nueva incorporaci¨®n, es una franja multit¨¢ctil ubicada donde antes se encontraban las teclas de funci¨®n. Inocente, inofensiva y de apariencia infantil, a buen seguro que esta incorporaci¨®n va a dar mucho juego y posiblemente acabe arrastrando tambi¨¦n a Microsoft.
La Touch Bar, como el fabricante ha bautizado a esta nueva incorporaci¨®n, es una franja multit¨¢ctil ubicada donde antes se encontraban las teclas de funci¨®n
?Para qu¨¦ sirve y por qu¨¦ puede revolucionar el segmento la Touch Bar? La idea principal consiste en considerar la primera l¨ªnea del teclado como una extensi¨®n de la pantalla: Apple sigue considerando los MacBook como port¨¢tiles puros y duros y considera que quien quiera gestionar el equipo tocando la pantalla puede comprar un iPad Pro. Sin embargo, los de la manzana han querido incorporar parte de las ventajas del iPad a la gama alta de sus port¨¢tiles y dejar que sean los desarrolladores quienes exploten esta nueva herramienta. As¨ª, si estamos escuchando Spotify la barra mostrar¨ªa los controles del reproductor, o si estamos dibujando, la barra servir¨¢ como control extra para las diferentes herramientas que se empleen.
?Qui¨¦n ganar¨¢ esta guerra? Ni Apple ni Microsoft: el cliente. En muy contadas ocasiones hemos vivido una guerra tan re?ida en materia de innovaci¨®n y con dos contrincantes que, adem¨¢s, parecen necesitarse el uno al otro. Posiblemente Microsoft?robe parte de los compradores de productos Apple tentados por lo innovador de sus productos, pero los de Cupertino siguen con argumentos de peso para retener a sus fieles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.