M¨¢quinas y robots nos quitan el empleo, pero mejoran nuestras vidas
Medidas como la inclusi¨®n de una renta b¨¢sica universal, el cobro de impuestos 'por robot' y el pago de actividades no remuneradas pueden restaurar el impacto tecnol¨®gico en el empleo
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En 1948, Norbert Wiener, considerado el padre de la cibern¨¦tica, ya advirti¨® del conflicto entre tecnolog¨ªa y empleo, sugiriendo indemnizar a los ciudadanos. Recientemente, Paul Mason dec¨ªa que en 30 a?os "entre el 40 y el 50% de los trabajos desaparecer¨¢n y ser¨¢n automatizados, sobre todo en el comercio y en trabajos de oficina". Otros informes reflejan cifras similares. En todo el mundo actual el trabajo se est¨¢ automatizando y gran parte del que no se puede automatizar se lleva a pa¨ªses con una regulaci¨®n laboral o ambiental menos exigente o donde la mano de obra y los impuestos son m¨¢s baratos.
Las m¨¢quinas en general aumentan la productividad en todos los sectores, e inevitablemente, se pierden empleos. Si seguimos as¨ª, viviremos en una sociedad en la que hay que trabajar poco, pero en la que la miseria y el desempleo socavar¨¢n la calidad de vida y la convivencia pac¨ªfica. ?Sabremos adaptarnos para conseguir las ventajas y evitar los inconvenientes de la automatizaci¨®n?
La inform¨¢tica se aplica a todo, pero destruye m¨¢s empleo del que crea
La mecanizaci¨®n agr¨ªcola acab¨® con muchos puestos de trabajo en el campo, pero cre¨® muchos otros en las ciudades. Sin embargo, en la actualidad se supone que solo los robots destruir¨¢n 3,5 empleos por cada uno que consigan crear.
Cientos de profesionales ven cada d¨ªa c¨®mo sus trabajos son realizados por robots o por empresas de Internet con muy pocos ordenadores y empleados. Ejemplos de esto son agencias de viajes o editoriales sustituidas por simples webs o apps, empleados de banca o telefonistas sustituidos por programas (bots), u obreros industriales reemplazados en todos los sectores, como los robots alba?iles (que ponen m¨¢s del doble de ladrillos por hora que el mejor alba?il). Tambi¨¦n se pierden empleos por la obsolescencia programada y por la bajada de precios, debida en parte tambi¨¦n a la automatizaci¨®n (caso de relojeros, zapateros o reparadores de electrodom¨¦sticos).
Otro ejemplo: si los profesores publican en Internet v¨ªdeos de sus clases, los alumnos podr¨ªan cursar las asignaturas desde sus casas, repitiendo el v¨ªdeo cuantas veces quieran. As¨ª, podr¨ªan ir al centro de estudios solo para clases pr¨¢cticas (o simplemente para socializar y jugar, en el caso de los m¨¢s peque?os). Hasta las dudas podr¨ªan resolverse por chat o videoconferencia. Adem¨¢s de un simple v¨ªdeo pueden usarse otros mecanismos inform¨¢ticos que captan mejor la atenci¨®n del alumno (programas con animaciones, documentales, ejercicios o juegos). Por otro lado, esos cambios conllevar¨ªan que con menos profesores se podr¨ªa atender a una mayor cantidad de alumnos.
El avance m¨¢s descomunal no est¨¢ en las m¨¢quinas (hardware), sino en el software, usando t¨¦cnicas de inteligencia artificial: sistemas expertos, reconocimiento facial o de voz, o coches autoconducidos
El avance m¨¢s descomunal, de hecho, no est¨¢ en las m¨¢quinas (hardware), sino en el software, usando t¨¦cnicas de inteligencia artificial: sistemas expertos, reconocimiento facial o de voz, coches autoconducidos... El ox¨ªmoron "Inteligencia Artificial" incluye un conjunto de t¨¦cnicas que imitan el comportamiento humano. No es propiamente inteligencia, pero lo parece y en muchos casos funciona mejor que la inteligencia humana. Ello es debido, entre otros factores, a la gran memoria y velocidad de c¨¢lculo de los procesadores electr¨®nicos y tambi¨¦n a una objetividad de la que a veces los humanos carecen. Incluso, hay t¨¦cnicas en las que el objetivo no es decirle a la m¨¢quina lo que tiene que hacer, sino dejar que lo descubra y que aprenda por s¨ª misma (machine learning). Aunque hay mucho por hacer, los avances en esta materia son espectaculares (toma de decisiones en medicina o en econom¨ªa, comprensi¨®n de textos... y muchas m¨¢s).
Opciones para evitar lo peor
Si no hacemos nada, la automatizaci¨®n podr¨¢ beneficiar a la sociedad, pero a¨²n as¨ª, muchos perder¨¢n sus empleos, con todo lo que ello implica. Si estamos de acuerdo en que una sociedad desigual no beneficia a la mayor¨ªa y es fuente de injusticias, entonces algo hay que hacer. Autores como Keynes, McAfee o Meyer han hecho propuestas en este sentido:
- Fomentar el trabajo a tiempo parcial, para repartir mejor el empleo existente.
- Reducir la jornada laboral, por ejemplo, a cuatro d¨ªas semanales para compensar la reducci¨®n en el trabajo disponible.
- Instaurar una Renta B¨¢sica Universal (aunque sea muy b¨¢sica) que complemente los salarios (bajos por trabajar pocas horas o nulos). Pr¨®ximamente se va a probar en Barcelona y otras ciudades europeas.
- Tratar a ordenadores y robots como empleados de las empresas y que paguen impuestos (o sea, que no sea tan rentable usar m¨¢quinas a costa de despedir empleados).
- Convertir al Estado en "empleador de ¨²ltima instancia" para evitar desempleados de larga duraci¨®n.
- Dar valor a tareas ahora no remuneradas, como voluntariado, cuidado de ni?os o de mayores, etc. Estas actividades podr¨ªan pagarse con alg¨²n tipo de beneficio.
- Evitar la deslocalizaci¨®n y el abuso de las multinacionales de los pa¨ªses ricos exigi¨¦ndoles el mismo comportamiento legal y ¨¦tico en todos los pa¨ªses en los que act¨²en (respetando las leyes ambientales y de seguridad laboral, como si estuvieran en su propio pa¨ªs).
- Evaluar el impacto de cada tecnolog¨ªa, pues es evidente que no vamos a renunciar a todos los avances tecnol¨®gicos, pero tampoco debemos asumirlos todos, pues algunos tienen impactos muy considerables.
El valor del ser humano
Que la tecnolog¨ªa destruye puestos de trabajo, lo record¨® hasta el papa Francisco. Tal vez, si reducimos el n¨²mero de horas que un humano puede trabajar, entonces, el trabajo humano tendr¨ªa m¨¢s valor, como suger¨ªa Bertrand De Jouvenel.
Nadie deber¨ªa quejarse de que las m¨¢quinas trabajen, si lo hacen mejor, m¨¢s barato, sin cansarse y disponibles a cualquier hora, pero tenemos que establecer mecanismos para que esas ventajas generen beneficios para todos y nos permita una sociedad m¨¢s equitativa.
La tecnolog¨ªa pone en nuestras manos un gran poder, y ello implica una gran responsabilidad, pero... ?estamos siendo suficientemente responsables? ?Somos responsables siquiera en conseguir de forma ¨¦tica los materiales con los que construimos nuestras m¨¢quinas? (pensemos en el colt¨¢n, por ejemplo).
Jos¨¦ Galindo es profesor titular de la Universidad de M¨¢laga en el ¨¢rea de Lenguajes y Sistemas Inform¨¢ticos, y editor del blog BlogSOStenible.
Cr¨®nicas del Intangible es un espacio de divulgaci¨®n sobre las ciencias de la computaci¨®n, coordinado por la sociedad acad¨¦mica SISTEDES (Sociedad de Ingenier¨ªa de Software y de Tecnolog¨ªas de Desarrollo de Software). El intangible es la parte no material de los sistemas inform¨¢ticos (es decir, el software), y aqu¨ª se relatan su historia y su devenir. Los autores son profesores de las universidades espa?olas, coordinados por Ricardo Pe?a Mar¨ª (catedr¨¢tico de la Universidad Complutense de Madrid) y Macario Polo Usaola (profesor titular de la Universidad de Castilla-La Mancha).
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