Espiritualizar la materia, materializar el esp¨ªritu
El m¨®vil es un objeto dualista en el sentido plat¨®nico del t¨¦rmino, pues est¨¢ dotado de alma y cuerpo
El iPhone es una m¨ªstica reciclada en producto de consumo. Quiz¨¢ un producto de consumo reciclado en m¨ªstica. El m¨®vil, en general, y a imagen y semejanza de sus due?os, es un objeto dualista en el sentido plat¨®nico del t¨¦rmino, pues est¨¢ dotado de alma y cuerpo. El cuerpo es el hardware o parte dura, y, el alma, el software, o parte blanda. Cuando el cuerpo del m¨®vil muere, el alma puede transmigrar a otros m¨®viles, tal como intuyeron los antiguos griegos, presentimiento que Plat¨®n perfeccionar¨ªa con la Teor¨ªa de la Reminiscencia, seg¨²n la cual conocer es recordar. Eso es en realidad lo que hace un programa inform¨¢tico cuando lo cambias de cuerpo: recordar qui¨¦n era.
En los primeros m¨®viles, el cuerpo y el alma estaban claramente separados. Uno de los elementos m¨¢s evidentes y groseros del cuerpo era la bater¨ªa. Todo, en aquellos aparatos, era bater¨ªa, como todo, en los chimpanc¨¦s de los que procedemos, es est¨®mago. La bater¨ªa no constitu¨ªa la totalidad de cuerpo, pero era una parte esencial de ¨¦l. Como el h¨ªgado, digamos. Cuando se agotaba, la tir¨¢bamos y coloc¨¢bamos una nueva. Con el tiempo, la bater¨ªa, que lleg¨® a ocupar el 80% o el 90% del aparato, fue adelgaz¨¢ndose, pero sin perder del todo su car¨¢cter de intestino grueso. Una de las revoluciones del iPhone consisti¨® precisamente en unir el alma y el cuerpo del tal modo que resultaron indistinguibles. Se fundieron, como el fondo y la forma, de manera que el viejo dualismo desapareci¨®. Ya no estaba por un lado el soma y por otro la psique, sino que el soma adquiri¨® caracter¨ªsticas de la psique y viceversa. Esto es muy importante, porque hasta entonces las aver¨ªas de los aparatos se localizaban bien en el alma (el programa), bien en el cuerpo (el soporte de ese programa). A partir del iPhone aparecieron las aver¨ªas psicosom¨¢ticas, producto de la uni¨®n ¨ªntima entre el esp¨ªritu y la materia. Cuando el m¨®vil no nos responde como deber¨ªa y decimos que ¡°est¨¢ tonto¡±, aludimos sin querer a una de estas patolog¨ªas que manifest¨¢ndose en el programa provienen del soporte o al rev¨¦s.
Cuando el m¨®vil no nos responde como deber¨ªa y decimos que ¡°est¨¢ tonto¡±, aludimos sin querer a una de estas patolog¨ªas que manifest¨¢ndose en el programa provienen del soporte o al rev¨¦s
?Acab¨® eso con el dualismo o con la teor¨ªa plat¨®nica de la reminiscencia? No del todo, pues sigue siendo cierto que cuando el m¨®vil muere, su cuerpo mortal es arrojado a la chatarra, mientras que su alma vuela a esa especie de limbo, conocido como ¡°la nube¡±, donde aguarda pacientemente el traslado a otro cuerpo. Cuando adquirimos un iPhone nuevo y le introducimos el alma vieja, nos maravillamos del modo en que se cumple la Teor¨ªa de la Reminiscencia. El alma, en efecto, empieza a recordar, a recordarnos, y al poco estamos ah¨ª de nuevo, con todas nuestras canciones, nuestros contactos, nuestros correos electr¨®nicos, nuestras notas, nuestras aplicaciones.
El iPhone, que ahora cumple 10 a?os, trajo muchas m¨¢s novedades que no tenemos espacio para detallar. Pero quiz¨¢ la principal fue la de espiritualizar el cuerpo y materializar el alma. Hay gente que quiere construir un aparato y le sale una filosof¨ªa. Steve Jobs quiso construir una filosof¨ªa y le sali¨® un aparato.
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