Phil Schiller: ¡°En Apple el cliente no es un producto: ni vemos tus fotos ni leemos tu correo¡±
El directivo al frente de los productos considera el iPhone X como el nuevo modelo a seguir
Su aparici¨®n es una de las m¨¢s esperadas en las keynotes (como denomina Apple a sus presentaciones). Cuando aparece Phil Schiller (Natick, 1960) es el momento de las novedades. Es el encargado de mostrar los nuevos productos de Apple. El directivo resume 2017 centr¨¢ndose en varios lanzamientos: ¡°Nuevos iPhones, el Apple Watch Series 3, cada vez con m¨¢s utilidad, el iPad Pro, los Airpods, que prometimos para finales de 2016 y no fue posible¡±, reconoce, ¡°y tambi¨¦n el Teatro Steve Jobs, en nuestra sede. Han sido ocho a?os de trabajo y lo considero un producto m¨¢s¡±. Schiller era la persona m¨¢s cercana a Jobs, un mito tanto en la empresa como en Silicon Valley. Se fue de Apple y volvi¨® solo cuando el fundador volvi¨® a tomar las riendas a finales de los 90.
Este a?o, el aparato estrella de la casa cumple 10 a?os. Hubo un tiempo en que bastaba con entrar en una tienda y pedir un iPhone. Sin m¨¢s. Ahora hay que escoger entre 7, 8 o X. Algo muy alejado de la sencillez que suele definir a Apple. Schiller se defiende: ¡°Nos gusta la sencillez. Hace todo claro y simple. Y ten¨ªa sentido que al principio solo hubiese uno. Hoy es un icono, un aparato ubicuo. Ten¨ªamos que cubrir diferentes tipos de usuarios por tama?os colores y precios¡±.
El iPhone X conmemora el aniversario y pretende reinventar la visi¨®n inicial. Carece del bot¨®n central y consagra todo el frontal a la pantalla. Un cambio que no se sabe si ser¨¢ una excepci¨®n o el patr¨®n de futuro. Schiller apunta a lo segundo: ¡°Es cuesti¨®n de acostumbrarse a los nuevos gestos. Despu¨¦s es imposible volver a atr¨¢s. El contenido brilla, de lado a lado. El reconocimiento facial hace mucho m¨¢s f¨¢cil proteger los datos¡±.
Silicon Valley vive una fiebre por la adopci¨®n de la inteligencia artificial en todo tipo de proyectos. Parece casi una banalizaci¨®n del t¨¦rmino. ¡°Va a ser m¨¢s y m¨¢s importante. En los iPhone nuevos ya sirve para alargar la vida de la bater¨ªa. En el Apple Watch, para saber mejor el consumo real de calor¨ªas y con Siri se van dar grandes pasos¡±, explica.
El caso de Siri, su asistente de voz, es peculiar. Fueron pioneros. Lanzaron este servicio que ahora est¨¢n en ordenadores y tabletas antes que Google y Amazon. Sin embargo, los competidores han avanzado a gran velocidad y con integraci¨®n con muchos m¨¢s aparatos del hogar y servicios online. Schiller considera que se debe en gran parte a su forma de integrar la inteligencia artificial, sin tomar datos de otros clientes. Insiste en que su avance es m¨¢s lento pero que est¨¢ a punto de dar un gran salto. Aporta algunos matices en su defensa: ¡°Estamos en m¨¢s idiomas que ninguno¡±.
Cada vez que un aparato de Apple est¨¢ involucrado en alg¨²n delito, se da la misma sucesi¨®n de hechos. Pas¨® con el iPhone del tiroteo de San Bernardino y ha vuelto a pasar con el de Texas, los ajustes de seguridad no permiten el acceso a pruebas dentro del tel¨¦fono. ¡°El cliente no es el producto. El cliente es el cliente¡±, reitera y explica el argumento, ¡°Nosotros no vemos tus fotos, ni leemos tu correo. No es nuestro negocio la publicidad. Protegemos al usuario con una encriptaci¨®n tan fuerte como podemos, aunque no guste¡±.
Schiller recibe a EL PA¨ªS en un espacio en el centro de Londres que simula una casa. Apple cuenta con un espacio similar en el Soho de Nueva York. Los utilizan para mostrar su visi¨®n de la tecnolog¨ªa en el hogar. El primer paso fue la aplicaci¨®n Home, integrada en el sistema operativo desde la iOS 10. Su verdadera conquista estaba prevista para finales de este 2017, con el HomePod, un altavoz inteligente que pueda plantar cara a los Echo de Amazon y los diferentes tama?os de Google. El buscador y el gigante del comercio electr¨®nico ya han lanzado varias ediciones. Apple, en cambio, ha retrasado su lanzamiento y se pierde la campa?a navide?a. ¡°Queremos hacerlo muy bien y tenemos que tomarnos un tiempo para hacerlo como queremos. Nuestra filosof¨ªa es ser los mejores. Creo que hemos tomado la decisi¨®n correcta¡±, insiste.
El iPad, la tableta, ha sufrido una renovaci¨®n este a?o, tama?os m¨¢s grandes, m¨¢s potencia, y m¨¢s foco en el entorno laboral. El modelo Mini, el m¨¢s asequible, se qued¨® fuera de este salto generacional. Schiller niega que se haya abandonado ese tama?o. Como niega que el MacMini, de nuevo el menos caro de sus ordenadores, vaya a desaparecer del cat¨¢logo.
Steve Jobs asegur¨® que un d¨ªa los ordenadores desaparecer¨ªan casi por completo, para ser algo parecido a los camiones, aparatos solo para una serie de tareas concretas. Los analistas ven cada vez m¨¢s cercana esa era post-PC, no as¨ª el directivo responsable de ambos productos: ¡°No lo veo en el horizonte. La fusi¨®n entre el Mac y el iPad no est¨¢ en los planes. Son dos categor¨ªas que se aprecian as¨ª y tienen su funci¨®n¡±.
Cuando hace 40 a?os Apple comenz¨® a vender ordenadores, cont¨® con dos nichos que se han mantenido fieles a la marca. El sector educativo y los creativos, incluyendo montadores de v¨ªdeo, animadores, publicistas, dise?adores o arquitectos, estuvieron siempre junto a la manzana, pero ha dejado de ser as¨ª. Los primeros han comenzado a ver c¨®mo Google entra en las escuelas con sus Chromebooks, f¨¢ciles de usar y por menos de 300 d¨®lares. Schiller tiene un punto de vista diferente: ¡°La educaci¨®n est¨¢ en nuestro ADN, pero lo enfocamos de manera diferente. El iPad abarca desde jard¨ªn de infancia. En secundaria y universidad tiene m¨¢s sentido el Mac. Lo que queremos es que tengan una buena experiencia, duradera, con algo f¨¢cil de usar y contenido de calidad¡±.
Los profesionales se quejan de la falta de m¨¢quinas de gran potencia. Schiller ataja la conversaci¨®n: ¡°Antes de final de a?o saldr¨¢ el iMac Pro, el ordenador m¨¢s potente que hemos hecho nunca, precisamente va para ese sector. La gama Pro no es para todo el mundo, pero adem¨¢s de los mencionados, la usan los programadores¡±.
Otra de las competiciones que se vive con gran intensidad en Silicon Valley es la conquista de la realidad virtual y realidad aumentada. Google y Facebook salieron antes. Ambas cuentan con sus propias gafas. En el momento del encuentro Apple acababa de comprar una empresa dedicada a ello, VrVana, por 30 millones de d¨®lares. Sin embargo, no planea hacer sus propias gafas: ¡°La realidad virtual tiene menos potencial que la aumentada. Hemos tardado tiempo porque quer¨ªamos hacerlo bien, generando una experiencia ¨²nica en iPad e iPhone¡±.
Schiller mira a 2018 con optimismo. Est¨¢n a punto de ser lo que en Estados Unidos llaman a trillion dollar company, una empres cuya capitalizaci¨®n burs¨¢til supera el bill¨®n. Los wearables, la tecnolog¨ªa integrada en el cuerpo, es quiz¨¢ lo que m¨¢s le ilusiona. Apple entr¨® de lleno en el sector con la adquisici¨®n de Beats, dedicada a hacer auriculares de alta gama. En mayo de 2014, Apple lo compr¨® por 3.200 millones de d¨®lares. En un extra?o movimiento para lo que es su costumbre, lo mantiene como una l¨ªnea separada, sin perder la marca. ¡°Son l¨ªderes en su sector. Unen moda y calidad de sonido. Hemos aprendido mucho de ellos en y los han ayudado a crear Apple Music (su aplicaci¨®n de m¨²sica)¡±. De ah¨ª tambi¨¦n sali¨® la inspiraci¨®n de los AirPods, sus auriculares minimalistas.
Su gran apuesta es el Apple Watch. El Series 3 ha estrenado conexi¨®n 4G, algo que no est¨¢ disponible en Espa?a por falta de acuerdo con las operadoras. ¡°Ya permite estar siempre contigo sin necesidad de m¨®vil. Para la salud es especialmente importante. Estamos haciendo estudios de an¨¢lisis de pulso y ritmo cardiaco¡±, presume. Tambi¨¦n reconoce algo que era solo un rumor, el inter¨¦s de la compa?¨ªa por estudiar la diabetes. ¡°Todav¨ªa no podemos compartir nada, pero es una de nuestras preocupaciones¡±, desvela.
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