La doble vida de la inteligencia artificial china
Pek¨ªn quiere ser l¨ªder de este sector para 2030. Su estrategia ya da frutos, pero tambi¨¦n tiene un lado m¨¢s oscuro
Los altavoces reconocen la voz de su due?o y bajan el volumen gradualmente. Tambi¨¦n a la orden de la misma voz humana, unas cortinas se abren o se cierran. Un aparato de aire acondicionado se pone en marcha a la temperatura especificada. Un aspirador se apaga. Hasta potencialmente 2.000 objetos responden al sonido de la voz de sus compradores en la sede de iFlyTek, compa?¨ªa especializada en tecnolog¨ªas de reconocimiento de voz y que China ha designado oficialmente como una de sus empresas punteras en inteligencia artificial.
¡°Cooperamos con las principales compa?¨ªas de tel¨¦fonos en China. Tambi¨¦n recibimos toneladas de datos de voz de todos nuestros productos (instalados en cerca de 375.000 aplicaciones telef¨®nicas). Solo a trav¨¦s de nuestros productos recolectamos cada d¨ªa 4.500 millones de muestras de voz¡±, explica orgulloso Pan Shuai, director de ventas para el exterior de iFlyTek, en las oficinas de la compa?¨ªa en Hefei, en el sureste del pa¨ªs. La empresa genera el 80% de los sistemas de reconocimiento de voz de toda China.
China se encuentra en medio de una aut¨¦ntica revoluci¨®n de la inteligencia artificial y ya compite con Estados Unidos, el gran l¨ªder del sector. El propio presidente Xi Jinping ha dejado claro que se trata de una prioridad estrat¨¦gica nacional. Seg¨²n el detallado plan nacional de desarrollo del sector que el Gobierno public¨® este verano, la segunda econom¨ªa del mundo quiere haber alcanzado a sus rivales para 2020. Para 2030, se ha propuesto ser la referencia mundial en innovaci¨®n en este sector.
El propio presidente Xi Jinping ha dejado claro que se trata de una prioridad estrat¨¦gica nacional
La estrategia ya est¨¢ comenzando a dar sus frutos. En el lado positivo, sus empresas planean barcos que pueden recorrer cientos de kil¨®metros sin piloto; sistemas para dirigir el tr¨¢fico en algunas de las ciudades m¨¢s congestionadas del mundo; para identificar enfermedades y tratarlas antes siquiera de que el enfermo haya empezado a notar s¨ªntomas; para determinar los mejores candidatos a recibir un cr¨¦dito y evitar el fraude.
Pero tambi¨¦n tiene un lado m¨¢s oscuro. Hasta ahora, mucha de su investigaci¨®n se ha centrado en el desarrollo de tecnolog¨ªas de reconocimiento facial o de voz. Sistemas que pueden emplearse para un control exhaustivo de la poblaci¨®n en un pa¨ªs donde el Partido Comunista sit¨²a la ¡°estabilidad social¡± como la prioridad absoluta. Elsa Kania, del think tank Center for New America Security, habla en la p¨¢gina especializada CCP Watch del ¡°surgimiento de un complejo industrial y de vigilancia chino que se est¨¢ expandiendo en su territorio nacional y podr¨ªa exportarse internacionalmente¡±.
Compa?¨ªas como YiTu o Face++ desarrollan sistemas de reconocimiento facial que pueden validar billetes y aligerar colas en una estaci¨®n de tren de Pek¨ªn; detectar contrabandistas en los pasos fronterizos; pero tambi¨¦n localizar a sospechosos -o posibles disidentes- en cuesti¨®n de minutos. En Xinjiang, la provincia hogar de la minor¨ªa musulmana uighur y donde Pek¨ªn teme que puedan florecer grupos terroristas, se han creado grandes bases de datos biom¨¦tricos; HRW denuncia que tambi¨¦n, incluso, de ADN.
IFlyTek, que presume de una precisi¨®n del 95% para identificar a una persona por su voz, es una de las empresas que desarrollan tecnolog¨ªa para la seguridad p¨²blica. Seg¨²n ha denunciado Human Rights Watch en un informe en octubre, colabora con las autoridades chinas para desarrollar un sistema piloto de vigilancia que permita identificar de inmediato ciertas voces cuando mantengan conversaciones telef¨®nicas, y es proveedora de los sistemas de reconocimiento de voz de la polic¨ªa en varias provincias chinas.
¡°Por supuesto, podemos usar la tecnolog¨ªa de inteligencia artificial para cuestiones de seguridad p¨²blica
¡°Por supuesto, podemos usar la tecnolog¨ªa de inteligencia artificial para cuestiones de seguridad p¨²blica¡±, reconoce Pan. Sus programas detectan palabras clave en llamadas telef¨®nicas que permiten alertar a la polic¨ªa; si las palabras forman una cierta secuencia, los agentes cortan directamente la conversaci¨®n. Gracias a esta tecnolog¨ªa, asegura, la polic¨ªa ha conseguido desarticular redes de fraude telef¨®nico y evitar p¨¦rdidas de decenas de millones de d¨®lares.
Si la empresa recibe una solicitud de las autoridades para localizar a un individuo por la voz, ¡°tenemos que acatarla¡±, admite Pan. Pero, subraya, ¡°actuamos de acuerdo con las leyes¡±.
Otros se muestran esc¨¦pticos. ¡°Las autoridades pueden hacer f¨¢cilmente un uso abusivo de esos datos en un pa¨ªs con una larga historia de vigilancia sin trabas y de represalias contra sus cr¨ªticos¡±, seg¨²n Sophie Richardson, directora para China de HRW.
En cualquier caso, y motivada bien por razones de seguridad y defensa, bien por inter¨¦s econ¨®mico y de bienestar social, no cabe duda de que China est¨¢ dispuesta a convertirse en l¨ªder del sector.
Cuenta con buenos mimbres. La econom¨ªa digital china suma ya 3,4 billones de d¨®lares, el 30% del PIB chino. Sus casi 1.400 millones de habitantes utilizan internet con voracidad: este pa¨ªs cuenta con el mayor n¨²mero de internautas del mundo, 751 millones, y 1.390 millones de l¨ªneas telef¨®nicas, seg¨²n las cifras oficiales.
Todos ellos generan un enorme n¨²mero de datos, ¡°el combustible de la inteligencia artificial¡±, como lo calificaba el expresidente de Google China y actual inversor Kaifu Lee en un reciente seminario organizado por la revista?Caixin.
Otra gran ventaja es la enorme inversi¨®n. El pa¨ªs no va a reparar en medios. Entre 2012 y 2017 invirti¨® 4.500 millones de d¨®lares en 200 ¡°start-ups¡± centradas en la inteligencia artificial, seg¨²n un informe para la consultora Eurasia Group que firman Lee y el analista Paul Triolo. El Wuzhen Institute calcula que el a?o pasado se destinaron 2.760 millones. Para 2030, China aspira a que el sector genere 150.000 millones.
En otros campos donde otros pa¨ªses van por delante, como el de la formaci¨®n, China se acerca a pasos agigantados. Ya patenta m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs en este campo, y ha igualado a Estados Unidos en el n¨²mero de estudios aceptados para su publicaci¨®n en las revistas t¨¦cnicas. Suyo es el superordenador m¨¢s potente del mundo.
Los planes de Pek¨ªn ¡°deben tomarse seriamente, pues el Gobierno chino ha demostrado un historial muy firme a la hora de lograr resultados¡± en sus objetivos, apuntan Lee y Triolo.
¡°En esta ¨¦poca de r¨¢pida innovaci¨®n, el duopolio de EE. UU. y China sobre la inteligencia artificial no solo es inevitable", se?alan ambos expertos. "Es que ya est¨¢ aqu¨ª¡±.
Datos, datos y m¨¢s datos
Los internautas chinos encargan 10 veces m¨¢s comida por tel¨¦fono que los estadounidenses; pagan v¨ªa m¨®vil 50 veces m¨¢s; una empresa de bicicletas de uso compartido como Mobike genera cada d¨ªa 20 terabytes de datos, apuntan Lee y Triolo. Todo ello en un ecosistema legislativo sobre privacidad mucho m¨¢s permisivo que en los pa¨ªses occidentales.
¡°Solo esta ventaja ser¨¢ insuperable para otros pa¨ªses¡±, calculan Lee y Triolo. ¡°M¨¢s datos hacen una inteligencia artificial m¨¢s aguda. Un cient¨ªfico muy bueno con una pila de datos superar¨¢ a un cient¨ªfico excepcional que tenga un pu?ado de datos
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