Los inesperados accidentes del Apple Park
Los empleados chocan contra los cristales de la nueva sede
Apple ha dado por concluida la obra de su nueva sede, la que suple a la m¨ªtica de One Infinite Loop de Cupertino, creada en 1993. La nueva, levantada sobre terrenos que pertenecieron a HP, se considera un hito de la arquitectura e ingenier¨ªa. La empresa no tiene planes de abrir al p¨²blico los espacios de trabajo. Tan solo el nuevo centro de visitantes, al que pueden ir compradores, curiosos y fans, tomarse un caf¨¦, comprar recuerdos, uno de sus aparatos o probar sus avances de realidad en una maqueta. As¨ª como, bajo invitaci¨®n, entrar al Teatro Steve Jobs, donde tendr¨¢n lugar eventos y presentaciones.
El nuevo cuartel general de Apple fue el sue?o de su fundador. Su ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica antes de su deceso fue, precisamente, en el Ayuntamiento de Cupertino para defender la construcci¨®n del que desde el pasado d¨ªa 16 es su sede oficial.
El edificio, cuyo coste supera los 5.000 millones de d¨®lares y fue un encargo del propio Jobs a Norman Foster, tiene un problema inesperado. Seg¨²n reflejan tanto Market Watch como Bloomberg, haciendo referencia a empleados que prefieren seguir en el anonimato, son frecuentes los accidentes por chocar contra los cristales del edificio. Ninguno de los heridos ha tenido que ser hospitalizado, pero s¨ª recibieron atenci¨®n m¨¦dica por cortes de escasa importancia o golpes.
Tras los primeros accidentes, los empleados de Apple han empezado a poner notas Post-it para marcar qu¨¦ cristales ejercen como pared y cu¨¢les son una puerta. Sin embargo, estas notas temporales duran poco haciendo su cometido; los operarios de limpieza las retiran para mantener la est¨¦tica ideal del espacio.
Apple se enfrenta a una posible demanda por parte del estado de California cuya ley contempla estos casos: ¡°Los empleados deben estar protegidos ante un posible obst¨¢culo, cristales, barreras o ausencia de marcas sobre los mismos¡±.
Este no es el primer quebradero de cabeza de los cristales de Apple. En 2012 una cliente de 83 a?os los denunci¨® tras romperse la nariz contar un cristal en una de sus tiendas en Nueva York.
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