As¨ª fue la odisea de mi m¨®vil robado
Un cineasta amateur ¡®persigui¨®¡¯ al ladr¨®n de su m¨®vil mediante una app esp¨ªa y lo cuenta en un documental
Una comida en una terraza con unos amigos y en un abrir y cerrar de ojos, el m¨®vil hab¨ªa desaparecido. ?No lo hab¨ªa dejado sobre la mesa? Ah¨ª, a la vista de todo el mundo y en pleno coraz¨®n de Amsterdam, Anthony Van Der Meer, un cineasta aficionado, vivi¨® la desagradable experiencia de ver su m¨®vil sustra¨ªdo. Cualquiera hubiera maldecido su suerte o hubiera corrido desesperado a la comisar¨ªa m¨¢s cercana, pero a nuestro protagonista se le ocurri¨® algo m¨¢s tentador: poner un cebo y conocer de cerca a los ladrones de m¨®viles.
Dicho y hecho. El documental?Find my Phone se ha hecho viral en muy poco tiempo: el corto refleja con gran claridad c¨®mo es el comportamiento de los ladrones de m¨®viles, cu¨¢l era la reacci¨®n de la polic¨ªa y cu¨¢l era el perfil de este tipo de delincuentes. Uno podr¨ªa pensar que se trataba de un reportaje c¨¢mara en mano recorriendo las calles, pero Van Der Meer tuvo una idea m¨¢s interesante: introducir una app esp¨ªa en un m¨®vil de se?uelo y esperar a que lo robaran¡ y lo robaron.
En pleno verano y llegando los robos de m¨®viles a su pleno apogeo ?existe realmente un patr¨®n de robo y un perfil de ladr¨®n de tel¨¦fonos? ¡°Se trata de una cuesti¨®n complicada¡±, explica a este diario el art¨ªfice del corto. ¡°No se puede generalizar puesto que existen multitud de motivaciones que provocan el robo¡±. Hablamos de psicolog¨ªa puesto que este cineasta amateur se ha adentrado en lo posible en lo que mueve a un ladr¨®n de m¨®viles a actuar y la experiencia lleg¨® a convertirse en algo obsesivo.
¡°Me impresion¨® lo mucho que pude saber de ¨¦l;? pasaba m¨¢s tiempo con ¨¦l que con mis mejores amigos¡±
Van Der Meer explica con todo lujo de detalles c¨®mo decidi¨® instalar una versi¨®n camuflada de la aplicaci¨®n Cerberus, y gracias a la cual, pudo?perseguir virtualmente a su ladr¨®n, sacar fotos de forma remota empleando la c¨¢mara del m¨®vil robado (incluso logr¨® fotografiar a su caco) y hasta grabar conversaciones. ¡°Me impresion¨® lo mucho que pude saber de ¨¦l¡±, explica a EL PA?S, ¡°pasaba m¨¢s tiempo con ¨¦l que con mis mejores amigos¡±. Para el autor del corto el asunto se convirti¨® en algo obsesivo: conoc¨ªa su ubicaci¨®n, las llamadas que efectuaba y hasta su aspecto. Junto con su novia, segu¨ªa sus pasos por el centro de ?msterdam.
En realidad, el art¨ªfice del exitoso corto nunca tuvo la intenci¨®n de conocer el paradero del m¨®vil-se?uelo. ¡°Quer¨ªa saber qu¨¦ pasaba con el m¨®vil tras el robo¡±, explica. El dispositivo, al contar con el programa esp¨ªa integrado en una parte que nunca se pod¨ªa borrar, sigui¨® dando pistas de su paradero a lo largo de los meses. ¡°Volvi¨® a activarse tras seis meses de su robo¡±, indica Van Der Meer, que sigui¨® divertido el terminal asomar por sorpresa en Ruman¨ªa. Y la historia contin¨²a puesto que el holand¨¦s ha proyectado una secuela del corto de la que todav¨ªa no hay pistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.