As¨ª se reparte el odio cuando hay elecciones en Espa?a

El d¨ªa de las elecciones generales del 28 de abril, Espa?a duplic¨® su dosis de odio habitual en redes. Aquel d¨ªa hubo 20.000 tuits que conten¨ªan distintos grados de animadversi¨®n e insultos. La cuenta m¨¢s denostada fue @vox_es. Las redes de la formaci¨®n de extrema derecha y de su l¨ªder, Santiago Abascal, fueron las m¨¢s despreciadas en Twitter tanto el d¨ªa de las generales como el de las municipales, auton¨®micas y europeas.

En las elecciones del pasado domingo 26 de mayo, el odio volvi¨® a sus cauces habituales: unos 10.000 tuits diarios. Fue un d¨ªa tan normal en Espa?a que se col¨® en el grafo parte de la aversi¨®n que se destil¨® ese d¨ªa contra el presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s L¨®pez Obrador, por comer una sabrosa costilla asada en Palmillas.

Esas dosis de odio diarias en Espa?a son una constante. Uno de los mejores term¨®metros es la red social Twitter. All¨ª, cada d¨ªa, se emiten unos 10.000 tuits con insultos racistas, sexistas o ideol¨®gicos. Una herramienta para observar el odio en esta red social, creada para su trabajo de fin de m¨¢ster por el ingeniero inform¨¢tico y cient¨ªfico de datos Juan Carlos Pereira Kohatsu, permite analizar una muestra considerable de estos tuits. El programa forma parte de los instrumentos que el Ministerio del Interior posee para medir el odio social. En este caso, Pereira ha analizado las dos jornadas electorales especialmente para EL PA?S.

Las manifestaciones de animadversi¨®n pueden generarse sin motivo, pero lo m¨¢s habitual es que surjan como reacci¨®n a alg¨²n tuit. En Vox, el origen de las respuestas despectivas durante las generales del 28-A fue, sobre todo, el tuit con una imagen de Aragorn, personaje de?El se?or de los anillos,?que luchaba contra izquierdistas, feministas y colectivos gays.?Al d¨ªa siguiente, el actor que protagoniz¨® ese personaje en la pel¨ªcula, Viggo Mortensen, pidi¨® al partido en una carta publicada en EL PA?S que no le usaran para sus mensajes.

En las municipales tambi¨¦n hubo un tuit de Vox?especialmente criticado, con la imagen de la sede del Ayuntamiento de Madrid y un 'ya hemos pasao', lema falangista contra la Rep¨²blica al ganar la Guerra Civil.

Con Santiago Abascal, l¨ªder de Vox, ocurri¨® algo parecido, aunque en menor medida. El d¨ªa de las generales tuite¨® sobre c¨®mo fue a votar junto a su madre. En las municipales, sin embargo, el tuit que provoc¨® m¨¢s ira fue su participaci¨®n en una noticia en Ceuta sobre una vocal con burka en una mesa electoral: "Con burka o como lo llamen. (Encapuchada decimos aqu¨ª). Presidiendo una mesa electoral e increpando a los apoderados de VOX. Es intolerable que la Junta Electoral haya permitido esta situaci¨®n bochornosa", escribi¨® Abascal.

En muchos casos, el autor del tuit no tiene por qu¨¦ ser siempre el receptor de los insultos. En la interacci¨®n, el insultador no tiene por qu¨¦ distinguir entre el emisor y el posible protagonista del tuit. En el caso de Abascal es probable que haya respuestas que insulten a la vocal musulmana de la mesa.?

El algoritmo de Pereira usa un filtro de 500 palabras vinculadas a insultos y a grupos de v¨ªctimas de odio: pol¨ªtica, g¨¦nero, etnia, discapacidad, religi¨®n y deportes. El programa responde con un valor entre 0 y 1. Las puntuaciones m¨¢s altas son los insultos m¨¢s obvios. Los tres tuits con mejor?nota el d¨ªa de las municipales conten¨ªan estos adjetivos: "Fascistas de mierda hijos de puta que puta rabia", "putos fachas de mierda hijos de puta" y "marrano separatista", "a chuparla subnormal".

L¨ªos en los colegios electorales

El d¨ªa de las elecciones generales, In¨¦s Arrimadas y Cayetana ?lvarez de Toledo, n¨²meros uno por Barcelona de Ciudadanos y el PP, respectivamente, vivieron sendos incidentes al ir a votar. Ambas tuitearon im¨¢genes del hecho. Las respuestas, sobre todo en caso de Arrimadas, incluyeron docenas de muestras de odio. Los tuits con contenidos insultantes suelen tener m¨¢s respuestas que retuits.

Junto a Vox, el otro gran foco de animadversi¨®n en Espa?a es el independentismo catal¨¢n. No es casual que los percances de Arrimadas y ?lvarez de Toledo fueran en Catalu?a. En el d¨ªa de las municipales, el tuit con mayor dosis de odio sali¨® de la cuenta del diputado de ERC Gabriel Rufi¨¢n y ocurri¨® en Sabadell por una camiseta. Los hechos en caliente en colegios electorales tienen bastante impacto.

Otro gran ejemplo es la cuenta @tumultuario, del asesor pol¨ªtico Bernat Castro. Durante el d¨ªa de las municipales tuite¨® im¨¢genes de conflictos o pol¨¦micas en colegios catalanes. Esos mensajes le llevaron a recibir un buen saco de respuestas cargadas de inquina. En el caso de Beatriz Taleg¨®n, fue por un v¨ªdeo en directo de Carles Puigdemont.?

Por grupos

"Es sorprendente que los m¨¢s afectados sean los partidos de derechas, y que la izquierda no lo sea tanto cuando es la que gana las elecciones", dice Pereira. "Si cada menci¨®n en un tuit con odio fuera un voto, claramente Vox hubiese sido el ganador", a?ade.

El protagonismo de determinados grupos no es sorprendente. La empresa Alto Analytics tiene identificada la mayor comunidad de usuarios espa?oles que interact¨²a sobre el debate p¨²blico espa?ol: son m¨¢s de medio mill¨®n de cuentas. De ah¨ª emerge una gran comunidad central alrededor de Unidas Podemos y dos polos que estiran el grafo hasta formar un pepino: Vox y el independentismo.

El an¨¢lisis de Alto es consistente con las menciones de Vox. La comunidad pol¨ªtica en redes sociales m¨¢s grande de Espa?a, Podemos, se articula ¡°en torno al apoyo a inmigrantes y comentarios contra la violencia de g¨¦nero¡±, seg¨²n el an¨¢lisis de Alto, lo que conlleva ¡°menciones consistentes a Vox, para responder a las posiciones antiinmigraci¨®n del partido de Abascal y a su petici¨®n de revisi¨®n de la ley de violencia de g¨¦nero¡±. La comunidad de Vox, a su vez, responde con ataques contra Podemos, el Gobierno, Catalu?a o la inmigraci¨®n. Y la tercera gran comunidad, el independentismo, tiene como gran estandarte a Rufi¨¢n, lo que refleja en su centralidad el d¨ªa de las municipales.

Es evidente que la intensidad de estas comunidades no se refleja luego en el resultado electoral. Los tres principales partidos en Espa?a ahora mismo ¨CPSOE, PP y Ciudadanos¨C tienen una presencia mucho m¨¢s difuminada en Twitter. El odio, sin embargo, es m¨¢s concreto.