De la utilidad a la distop¨ªa: dudas, ventajas y problemas de la propuesta de Apple y Google para rastrear el virus
Las dos compa?¨ªas se han unido para facilitar que los gobiernos controlen las infecciones en la postcuarentena
Apple y Google se han aliado. Por s¨ª solo eso es una noticia. Es como si el Real Madrid y el Bar?a jugaran juntos contra alguien. Ser¨ªa un partido a tener en cuenta. Las dos compa?¨ªas proponen un sistema para agilizar el rastreo de infectados una vez que los ciudadanos en cuarentena salgan de casa. Su intenci¨®n es facilitar t¨¦cnicamente la creaci¨®n de apps a los gobiernos, no hacerlas ellos mismos.
Esta alian...
Apple y Google se han aliado. Por s¨ª solo eso es una noticia. Es como si el Real Madrid y el Bar?a jugaran juntos contra alguien. Ser¨ªa un partido a tener en cuenta. Las dos compa?¨ªas proponen un sistema para agilizar el rastreo de infectados una vez que los ciudadanos en cuarentena salgan de casa. Su intenci¨®n es facilitar t¨¦cnicamente la creaci¨®n de apps a los gobiernos, no hacerlas ellos mismos.
Esta alianza supone sobre todo dos grandes novedades. Primero, la capacidad. La propuesta tiene dos fases. En la primera, en mayo, las autoridades iniciales crear¨ªan una app sobre un protocolo de las dos compa?¨ªas. En la segunda, en unos meses, esa aplicaci¨®n llegar¨ªa a los m¨®viles mediante una actualizaci¨®n del sistema operativo. Igual que las que recibimos a menudo y aceptamos sin pensar. Siempre pedir¨¢ permiso, pero alcanzar¨¢ cientos de millones de tel¨¦fonos.
Segundo, es global. Uno de los dramas de la postcuarentena era c¨®mo permitir el movimiento si no hab¨ªa un protocolo que funcionara en distintos lugares. Ahora ya hay. Google, mediante Android, y Apple ofrecen uno de alcance mundial. Lo que cambiar¨ªa en cada pa¨ªs es su app. Evidentemente nada de esto es obligatorio. Habr¨¢ pa¨ªses que opten por sus caminos o por no implicar a la tecnolog¨ªa en esto.
Sea como sea, es una novedad importante, con un potencial extraordinario que quiz¨¢ ni sus creadores sean capaces de entender. Uno de los problemas de crear tecnolog¨ªa nueva en momentos ca¨®ticos y urgentes es que luego es dif¨ªcil desandar lo andado.
Estas son algunas de las ventajas, dudas y problemas que plantea esta soluci¨®n:
1. Qu¨¦ es exactamente. Es un modo nuevo de saber de qui¨¦n estamos cerca. Todos llevamos m¨®viles encima. Con esta tecnolog¨ªa, los m¨®viles que est¨¢n cerca se intercambiar¨ªan c¨®digos por bluetooth cada pocos minutos. Todos acabar¨ªamos con una lista de c¨®digos en el tel¨¦fono que ¡°he mandado¡± y ¡°he recibido¡±.
Cuando alguien se infectara, la persona subir¨ªa a un servidor su lista de c¨®digos que ¡°he mandado¡± en los ¨²ltimos 14 d¨ªas. Los m¨®viles del resto de ciudadanos se ir¨ªan conectando para ver si alguno de los c¨®digos que ¡°he recibido¡± es positivo. Si fuera as¨ª, saltar¨ªa una alarma. Esa alarma podr¨ªa en teor¨ªa de ser de varios valores: ?es lo mismo alguien que me cobr¨® en el supermercado que mi colega del trabajo? ?Habr¨¢ alertas d¨¦biles y alertas fuertes?
El bluetooth tiene adem¨¢s sus propios problemas: ?alertar¨ªa a mi vecino de pared de mi infecci¨®n a pesar de que no le veo nunca porque vive en otra escalera? ?Qu¨¦ pasa con los falsos negativos de los ni?os o mayores que no tienen m¨®vil? ?O cuando los usuarios no llevan el m¨®vil y salen a recoger un paquete o tirar la basura y se abrazan con un vecino?
2. ?Pero este sistema funciona? No lo sabemos. Primero, no sabemos ni siquiera cu¨¢nta gente deber¨ªa participar para que funcionara. Cuanta m¨¢s, mejor, est¨¢ claro. ?Pero cu¨¢ntos ciudadanos podr¨ªan quedar al margen por voluntad o despiste? No lo sabemos.
El ¨²nico pa¨ªs que ha aplicado un sistema parecido ha sido Singapur y est¨¢ en cuarentena porque las descargas de la app no llegaron al 20%. En Corea del Sur, esta app no existe y el rastreo es mucho m¨¢s agresivo: lo hacen humanos ayudados por entrevistas, historial de localizaci¨®n del tel¨¦fono, pagos con tarjeta. All¨ª el Estado sabe todo. El que proponen Apple y Google, en teor¨ªa, dar¨ªa m¨¢s espacio a la privacidad del ciudadano.
3. Este m¨¦todo ser¨ªa solo una parte de la soluci¨®n. El rastreo de contactos no es magia. Uno de los problemas de la tecnolog¨ªa es que los ciudadanos podr¨ªan pensar ¡°esto es jauja¡± si el m¨®vil no le avisa. Puede fallar. Pero, sobre todo, una de las claves no es tecnol¨®gica: sigues necesitando much¨ªsimos tests.
El rastreo ayuda en los d¨ªas en que un infectado sin s¨ªntomas se ha movido libremente por una ciudad contagiando sin saberlo. ?De qui¨¦n ha estado cerca? Esas personas con riesgo alto deber¨ªan ir a cuarentena por el bien de todos. Seguir¨ªa habiendo mucha cuarentena, pero ser¨ªa puntual, no masiva.
4. ?Pero sabr¨ªan qui¨¦n soy, d¨®nde estoy? ?A qu¨¦ me obligar¨ªan? Aqu¨ª empiezan los grises. El protocolo no permite la identificaci¨®n personal ¨Cel c¨®digo es temporal¨C ni localizaci¨®n de los ciudadanos. Una vez alguien se infecta, compartir¨¢ sus contactos con las autoridades, pero las autoridades no sabr¨ªan de qui¨¦n ha estado cerca, ni d¨®nde ni por qu¨¦.
Dicho esto, estos detalles dependen de c¨®mo se construyan las apps de cada gobierno. Por ejemplo, ?cuando alguien reciba un c¨®digo en su m¨®vil con el que ha estado horas y ahora es positivo, el m¨®vil avisar¨¢ autom¨¢ticamente a las autoridades? Cuando este peri¨®dico ha preguntado en Google la respuesta ha sido: ¡°Depende de cada app¡±.
Igual ocurre con la localizaci¨®n. El protocolo no permite localizar a nadie. ?Pero puede la app nacional introducir localizaci¨®n en su app? S¨ª. As¨ª que Apple y Google van a poner una refinada arma en manos de la mayor¨ªa de gobiernos del mundo. ?Qu¨¦ har¨¢n? Depende cada uno.
Una vez est¨¦ en uso, ?qui¨¦n dice que no te pidan tu app para ver si puedes entrar en un local? Eso es lo que ocurre en China: una aplicaci¨®n similar te cataloga como verde, amarillo o rojo, seg¨²n tu te¨®rica peligrosidad como agente de contagio a partir de variables que nadie conoce. La opci¨®n occidental es m¨¢s sensible.
Luego hay preguntas sobre la gesti¨®n cotidiana. De aqu¨ª a unos meses, un ciudadano visita tres pa¨ªses en una semana. El protocolo global aguanta, las apps se actualizan, pero ?tendr¨¢ que preguntar a servidores de medio mundo si est¨¢ contagiado? ?C¨®mo funcionar¨¢ eso?
5. ?Y estas dos grandes compa?¨ªas seguro que no lo usar¨¢n en beneficio propio? Ellas ponen a disposici¨®n la tecnolog¨ªa. Solo eso, ya les da mayor peso global.
Este protocolo solo lo podr¨¢ usar quien Apple y Google decida. Es decir, las autoridades. No, por ahora, las empresas. Pero, ?la polic¨ªa forma parte de las autoridades? Apple y Google van a testear masivamente un m¨¦todo que hasta de aqu¨ª a dos a?os nadie sabr¨¢ c¨®mo ha funcionado. ¡°Estoy contento con el protocolo, pero me preocupa que Google y Apple pueden desarrollar su propio sistema de rastreo de contactos. No por la privacidad, sino por su poder. ?Qui¨¦n decide ahora cuando esto se para?¡±, dice Michael Veale, investigador en derechos digitales en el University College de Londres y miembro del grupo DP3T, autores de un protocolo descentralizado europeo similar al de Google y Apple. En teor¨ªa se parar¨¢ cuando la pandemia acabe: ¡°?Y cu¨¢ndo ser¨¢ eso? ?Seremos alguna vez como ¨¦ramos?¡±, a?ade.
El temor ante estas dos grandes tecnol¨®gicas no es solo por los beneficios que puedan obtener sino por lo que permita una tecnolog¨ªa as¨ª, suelta por el mundo y ya instalada en el sistema operativo de nuestros m¨®viles.
6. ?Qu¨¦ m¨¢s cosas malas pueden ocurrir? Esta es la pregunta preferida de los inform¨¢ticos sanamente suspicaces. La lista es largu¨ªsima: ¡°Preveo que alguien acabar¨¢ usando esto para algo interesante¡±, escribe Moxie Marlinspike, creador de la app de mensajer¨ªa Signal. Aqu¨ª ¡°interesante¡± significa ¡°malo¡±. Su teor¨ªa es que esta nueva manera de rastreo va a ser muy bien valorada por gente con ideas peligrosas.
Adem¨¢s de lo que pueden hacer los gobiernos, est¨¢ lo que pueden hacer las empresas de publicidad. (No hay que olvidar que Google es una empresa que vive de anuncios.) Cuando entramos en una tienda grande hay balizas que hablan con el bluetooth de nuestro m¨®vil. Lo que hacen ahora es decirse ¡°hola¡±. La baliza de la tienda sabe que ese m¨®vil ha pasado por all¨ª. Si es un centro comercial, sabe c¨®mo se mueve por los pasillos.
Ahora nuestro bluetooth lanzar¨¢ tambi¨¦n c¨®digos de Covid-19. Esas balizas pueden adaptarse para recibirlos y luego hablar con los servidores. Cuando vean nuestro c¨®digo, quiz¨¢ son capaces de vincularlo con el d¨ªa y la hora en que pasamos por all¨ª: nuestro positivo se incorporar¨¢ as¨ª a nuestro historial de marketing.
Es f¨¢cil de imaginar la utilidad de una app as¨ª si estuviera en el m¨®vil de un criminal que acaban de detener. La velocidad a la que esta propuesta puede hacer avanzar el debate sobre los l¨ªmites de la privacidad es enorme. A la vez, puede sacarnos de casa en plena pandemia.