El 67% de las apps para ni?os de entre tres y cuatro a?os venden sus datos a terceros
Un nuevo estudio desvela la violaci¨®n de privacidad de los menores al descargar juegos y que el nivel educativo de los padres juega un papel importante
Un nuevo estudio publicado este martes en la revista Jama Pediatrics concluye que el 67% de las aplicaciones utilizadas en familias con ni?os desde la edad preescolar, entre tres y cinco, venden los datos a terceros para que enfoquen su publicidad. Esto pasa todos los d¨ªas tanto en Estados Unidos como en Europa. Otro de los puntos que resalta el trabajo es que el nivel educativo de los padres juega un papel importante. ¡°Siempre se ha considerado que el nivel socioecon¨®mico te da un mayor conocimiento de algo y es verdad que en l¨ªneas generales es as¨ª¡±, reconoce Natalia Martos, CEO y fundador Legal Army, proveedor alternativo de servicios jur¨ªdicos enfocado en privacidad de datos. ¡°Sin embargo, se puede tener un t¨ªtulo universitario y tener un desconocimiento absoluto de las redes sociales¡±, advierte.
Que se tratara de una recopilaci¨®n tan extensa de datos por aplicaciones para ni?os de apenas cuatro a?os fue lo que m¨¢s impact¨® a Jenny Radesky, principal autora del estudio y pediatra en el Hospital Mott Children de Michigan (EE UU). Para ella, la soluci¨®n m¨¢s evidente es que las empresas que desarrollan estos juegos hagan un ¡°mejor trabajo¡± antes de ponerlos en la red. ¡°Esto podr¨ªa incluir una revisi¨®n del c¨®digo de las aplicaciones para asegurarse de que no tengan SDK [kits de desarrollo de software que pueden hacer que la aplicaci¨®n recopile y comparta identificadores]. Las tiendas de aplicaciones tambi¨¦n podr¨ªan ser m¨¢s transparentes¡±, propone.
Para la experta, es esencial hacer m¨¢s investigaci¨®n sobre c¨®mo el aprendizaje autom¨¢tico (machine learning) y la inteligencia artificial influyen en el contenido que ven los ni?os, sus comportamientos en l¨ªnea y el bienestar resultante. Su mayor miedo es la manipulaci¨®n que sufren los ni?os sin ni siquiera saberlo: ¡°Lo que m¨¢s me preocupa es que los ni?os sean manipulados a trav¨¦s de publicidad basada en su comportamiento que los empuje a instalar o hacer clic en contenido que no es apropiado para ellos. Ha habido muchos problemas con la desinformaci¨®n y el discurso del odio que se difunden en l¨ªnea y se dirigen a poblaciones vulnerables. Este tipo de identificadores digitales que alimentan los perfiles de marketing son parte del problema¡±, concluye.
Este nuevo estudio no constituye una sorpresa para Martos, pero s¨ª el hecho de que los investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) se hayan sorprendido al ver la vulnerabilidad de los menores en general y en las descargas de aplicaciones en particular. Para explicarle este problema a los ni?os, Martos har¨ªa un esquema ¡°muy sencillo¡± en una pizarra con flechas. ¡°Si te bajas este juego resulta que la matr¨ªcula de tu m¨®vil y tu ubicaci¨®n se la est¨¢s dando a este, este y este que puedan llegar a ser miles. Estos tienen acceso a todo, a tus h¨¢bitos de consumo y hasta a qu¨¦ p¨¢gina web has visitado¡±, explica. Con todo esto lo que hacen es poner anuncios para que el usuario menor compre tal cosa y eso es lo que menos le gusta a Martos, es decir, que hagan marketing dirigido a los ni?os. ¡°Hay que saber que cuando no pagas la aplicaci¨®n, el producto eres t¨²¡±, asegura.
Y en Europa...
En Europa existe el Reglamento General de Protecci¨®n de Datos (RGPD) vigente desde 2018 que considera la protecci¨®n de datos como un derecho fundamental, que castiga a cualquiera que la infrinja con una multa de hasta 20 millones de euros y que tiene un apartado especial para menores. En Estados Unidos, cuenta Martos que el tr¨¢fico es brutal y que prima antes el comercio que cualquier cosa. No tienen una ley tan estricta como en Europa, pero la que hay desde 1998, llamada COPPA (Children¡¯s Online Privacy Protection Act), obliga a que la descarga de una aplicaci¨®n se haga con la supervisi¨®n de un tutor legal que lea y entienda la pol¨ªtica de privacidad. Pero no es tan sencillo, pues las pol¨ªticas de privacidad no siempre existen, no siempre se encuentran y no siempre se entienden.
La responsabilidad no tiene que caer solo sobre los padres, pero su papel es crucial para prevenir este problema. Una de las soluciones esenciales son la implementaci¨®n de controles parentales en el dispositivo para que el menor no pueda bajar aplicaciones. ¡°Esta primera barrera y es fundamental porque en el momento que demos la apertura, en cualquier app aunque parezca inofensiva, se descarga mucha informaci¨®n del m¨®vil del ni?o. Imag¨ªnate el da?o que supone eso¡±, advierte Martos.
La experta insiste en que es una tecnolog¨ªa completamente compleja y que est¨¢ hecha as¨ª de forma intencionada. ¡°No es nada f¨¢cil detectar la pol¨ªtica de privacidad, saber bien qu¨¦ implica, si se ceden los datos a terceros o no, pero hay que intentarlo¡±, aconseja. ¡°Aunque es verdad que muchas aplicaciones no cumplen con la norma vigente¡±, remata. La escuela tambi¨¦n tiene su parte de responsabilidad y se necesita ense?ar al ni?o qu¨¦ es realmente la privacidad y qu¨¦ significa estar en una red y que sus datos fluyan por ah¨ª. ¡°Pero esta labor pedag¨®gica no se est¨¢ haciendo apenas¡±, asume. ?A qu¨¦ edad se aconseja que un ni?o pueda usar estas aplicaciones o un smartphone? Es dif¨ªcil determinarlo, pero la ley europea establece que los 14 a?os parece la mejor opci¨®n, ya que alcanza un criterio suficiente para valorar y entender lo que est¨¢ escrito.
Estudio
Para Mar Espa?a, directora de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD), si se consigue ense?ar en los colegios e institutos lo que es la privacidad a esos ocho millones de ni?os escolarizados, se reducir¨ªa esa brecha que menciona el estudio. ¡°Todos tendr¨ªan la oportunidad de aprender de ello y de saber c¨®mo hacer un uso responsable de Internet¡±, espera. Desde la agencia han hecho cursos con una audiencia de hasta 6.000 familias de unas tres horas d¨®nde ense?an las pautas b¨¢sicas que deben saber unos padres cuando regalan un dispositivo a su hijo. ¡°Es c¨®mo cuando das la llave de un coche, le avisas que se puede matar, que hay peligro y que no beba. Las pautas son evidentes. Pues con un dispositivo como una tableta que se regala para la primera comuni¨®n tendr¨ªa que ser igual, pero falta educaci¨®n. La privacidad es como la salud, no la valoramos hasta que la perdemos¡±, insiste. Por eso, es esencial educar, comunicar y ense?ar a un ni?o que, tal y como hay que cruzar con el sem¨¢foro en rojo, hay que tener cuidado en las redes.
Seg¨²n Richard Benjamins, codirector del ¨¢rea de ?tica y Responsabilidad de OdiseIA, Observatorio espa?ol para el Impacto ?tico y Social de la Inteligencia Artificial ¡°la compartici¨®n de datos personales a trav¨¦s de apps gratis y otras v¨ªas digitales sin la conciencia del usuario es un problema grave y bien conocido en Espa?a y otros pa¨ªses, pero por otro lado es la esencia del modelo de negocio actual de Internet que todos disfrutamos¡±. Al experto le preocupa en particular que este estudio revele que tambi¨¦n los ni?os y ni?as que requieren de una protecci¨®n especial son v¨ªctimas de estas pr¨¢cticas alegales. ¡°Estas pr¨¢cticas, debemos recordar, en Espa?a tambi¨¦n se llevan a cabo por empresas muchas veces de otros pa¨ªses como EE UU. En cualquier caso, si se soluciona el problema de base, tambi¨¦n se soluciona en el caso del menor. En general, en Espa?a las clases sociales m¨¢s bajas suelen sufrir m¨¢s de las consecuencias negativas de las tecnolog¨ªas que las clases m¨¢s altas¡±, comenta. Para Benjamins, dado que la regulaci¨®n ¡°no es capaz de ir a la velocidad que se requiere¡±, el peso de la responsabilidad ¨¦tica recae en el mundo empresarial, que deber¨ªa de velar por un negocio responsable, y en particular cuando se trata de menores.
Los autores del estudio mencionan tambi¨¦n la necesidad de pruebas integrales de las pr¨¢cticas de recopilaci¨®n de datos de aplicaciones y plataformas por parte de los organismos reguladores. ¡°Necesitamos informaci¨®n m¨¢s precisa para elaborar mejor una legislaci¨®n de privacidad que proteja adecuadamente los derechos de los ni?os en el entorno digital moderno¡±, opinan.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A RETINA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aqu¨ª a nuestra Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.