Polaroid, el pionero de la fotograf¨ªa instant¨¢nea cumple a?os
Hace 72 a?os que la empresa comercializ¨® la primera c¨¢mara instant¨¢nea. Le siguieron d¨¦cadas de ¨¦xito varias bancarrotas
Sin una Polaroid, aquel instante se habr¨ªa desvanecido con los a?os. Viv¨ªa en Jerusal¨¦n y acababa de casarse con su mujer, a quien conoci¨® en la misma ciudad. Decidieron celebrarlo fumando una shisha en pleno barrio ¨¢rabe. Al poco de sentarse en la terraza, antes de darle la primera calada, apareci¨® un habibi ¡ªas¨ª prefiere llamarlo¡ª con una Polaroid en la mano. Sin mediar palabra, les hizo una foto, se la dio y en unos 60 segundos surgi¨® la magia: retratados para siempre. ¡°Es la primera foto que tengo con ella y todav¨ªa sigue por casa. Inmortalizamos aquel momento ¨²nico gracias a...
Sin una Polaroid, aquel instante se habr¨ªa desvanecido con los a?os. Viv¨ªa en Jerusal¨¦n y acababa de casarse con su mujer, a quien conoci¨® en la misma ciudad. Decidieron celebrarlo fumando una shisha en pleno barrio ¨¢rabe. Al poco de sentarse en la terraza, antes de darle la primera calada, apareci¨® un habibi ¡ªas¨ª prefiere llamarlo¡ª con una Polaroid en la mano. Sin mediar palabra, les hizo una foto, se la dio y en unos 60 segundos surgi¨® la magia: retratados para siempre. ¡°Es la primera foto que tengo con ella y todav¨ªa sigue por casa. Inmortalizamos aquel momento ¨²nico gracias a una Polaroid¡±, comenta Emilio Morenatti, director de fotograf¨ªa de AP en Espa?a y Portugal.
Este s¨¢bado se cumplen 72 a?os desde que comercializara la primera c¨¢mara instant¨¢nea del mercado, la Polaroid Land Camera Model 95. Con la vista puesta en las navidades, en la empresa pensaron que 57 unidades ser¨ªan suficientes. Solo pod¨ªan comprarse en las tiendas Jordan Marsh de Boston, pero, nada m¨¢s salir a la venta, se agotaron. Su sencillez, facilidad de transporte e inmediatez de revelado la convirtieron en la innovaci¨®n fotogr¨¢fica del momento y de d¨¦cadas posteriores, como en los 60, cuando cre¨® una pel¨ªcula que sacaba im¨¢genes instant¨¢neas a color.
Edward H. Land, fundador de Polaroid, cambi¨® la historia de la industria. Lleg¨® a ser portada en 1972 de la revista Life, que se refer¨ªa a ¨¦l como ¡°genio¡± y hablaba de una ¡°c¨¢mara m¨¢gica¡±. Ansel Adams, Chuck Close y Robert Frank fueron algunos de los fot¨®grafos m¨¢s reputados que apostaron por completo por este nuevo estilo de retratar la realidad. Tal fascinaci¨®n provocaba que, incluso hace 10 a?os, la foto que Andy Warhol hizo a la actriz Farrah Fawcett se vendi¨® en la casa de subastas Sotheby¡¯s por 35.578 euros. ¡°Polaroid sigue teniendo un punto retro, vintage, que todav¨ªa mola. Vas a una fiesta, sacas la c¨¢mara y te lo pasas muy bien¡±, sugiere Morenatti.
Aunque quiz¨¢s la mayor caracter¨ªstica en la transformaci¨®n que provoc¨® en el sector vino de la mano de sus posibilidades infinitas. Permit¨ªa una creatividad sin precedentes, que la gente viera la fotograf¨ªa y la regalara al momento. En palabras del fot¨®grafo Juanma Castro, todo era muy pict¨®rico. A lo que se refiere, por ejemplo, es a una de las primeras pel¨ªculas que puso a la venta, la SX-70. Su composici¨®n qu¨ªmica lograba que, al apretar la imagen con un objeto puntiagudo, los colores se mezclaran de una forma extra?a. ¡°Los efectos eran rar¨ªsimos. Algo como muy art¨ªstico¡±, sostiene.
Con carretes de baja sensibilidad se obraba tambi¨¦n la magia ¡ª¡±fue un disgusto para los fot¨®grafos que dejaron de fabricarlo¡±, asegura Castro¡ª. Si en mitad del proceso de revelado despeg¨¢bamos el cart¨®n de la pel¨ªcula y lo llev¨¢bamos a una cartulina absorbente, la imagen se transfer¨ªa creando unos efectos pict¨®ricos. Y para rematar esta ventana de creatividad, si met¨ªas las im¨¢genes en agua caliente, se desprend¨ªa la emulsi¨®n de la pel¨ªcula donde estaban expuestas. Es decir, flotaban y las pod¨ªas recoger para trasferirlas a otros soportes, como una madera o un papel. ¡°Polaroid te permit¨ªa so?ar con un tipo de fotograf¨ªa diferente. Su virtud era que generaba un objeto fotogr¨¢fico en s¨ª mismo. No necesitaba nada m¨¢s¡±, zanja.
¡®Impossible Project¡¯
Polaroid afront¨® dos bancarrotas en apenas siete a?os. La primera en 2001, que logr¨® superarla debido a que la adquiri¨® Petter Group Worldwide en 2005. Pero lo que nadie esperaba es que esta misma compa?¨ªa fuera acusada de fraude por las autoridades estadounidenses el 24 de septiembre de 2008. A partir de este momento, solo un a?o despu¨¦s de que Steve Jobs presentara el iPhone al mundo, la situaci¨®n fue irreversible. La quiebra no tuvo vuelta atr¨¢s y la empresa comenz¨® a llamarse Polaroid/PLR IP Holidngs, justo cuando, en un intento desesperado por evitar su muerte anal¨®gica, tres empresarios fundaron Impossible Project e invirtieron m¨¢s capital para adquirir la maquinaria que se estaba desmantelando y una f¨¢brica en Holanda.
Pese a que hoy en d¨ªa Polaroid sigue funcionando ¡ªbajo el nombre de Polaroid Originals y propiedad al 100% de Impossible Project¡ª, el precio de las pel¨ªculas es caro, la calidad inferior y el mercado apunta hacia otra direcci¨®n. ¡°Todo el qu¨ªmico ha fallecido, pero el proyecto es verdad que no ha muerto. Me parece digno de menci¨®n que siga todav¨ªa adelante¡±, argumenta Morenatti. Parad¨®jicamente, durante este tiempo convulso, la fotograf¨ªa instant¨¢nea ha gozado de cierta buena salud. Fuji ha apostado por este estilo de c¨¢maras y por proseguir con la fabricaci¨®n de pel¨ªculas instant¨¢neas. Su ¨¦xito fue tal que, hace cuatro a?os, Amazon asegur¨® que el producto fotogr¨¢fico m¨¢s vendido eran las pel¨ªculas instant¨¢neas de Fuji. Aunque las im¨¢genes son m¨¢s peque?as que las Polaroids cl¨¢sicas, los colores s¨ª son parecidos y el resultado satisface a los paladares m¨¢s exquisitos.
Para un profesional como Morenatti, llevar entre su equipo la m¨ªtica Polaroid le ha servido tanto de inspiraci¨®n como de pasaporte para muchos pa¨ªses. Recuerda que cuando empezaba en esto de la fotograf¨ªa vio una pel¨ªcula en la que un antrop¨®logo se ganaba la confianza de una tribu gracias a que les regalaba fotos. Cuando recorri¨® Marruecos, har¨¢ unos 30 a?os, emple¨® la misma t¨¦cnica. Y en Malawi repiti¨® modus operandi. ¡°Colaboraba con una ONG. Aquella Polaroid me abri¨® much¨ªsimas puertas. La gente se sorprend¨ªa de verse en una foto instant¨¢nea. Yo se las daba y pod¨ªa trabajar m¨¢s f¨¢cilmente¡±, precisa.
Imantadas en la nevera, enmarcadas o colgadas con una chincheta. No resulta complicado encontrar alguna Polaroid perdida por casa. Hasta algunos directores de fotograf¨ªa utilizan en los rodajes esta c¨¢mara para comprobar en el momento qu¨¦ graban. Hoy en d¨ªa, un minuto parece una eternidad cuando en segundos sacamos decenas de im¨¢genes. Es el resultado de tener al alcance de la mano la opci¨®n de retratarlo todo al instante. Casi lo mismo que a finales de los 40 consigui¨® Polaroid mediante una t¨¦cnica completamente innovadora. ¡°Gener¨® una cantidad de objetos fotogr¨¢ficos de gran valor. Ten¨ªa una virtud o defecto, seg¨²n se mire. No repet¨ªa los resultados. Las fotos sal¨ªan siempre distintas pese a que hicieras lo mismo¡±, concluye Castro.
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