¡°Me llamo Hitler y no puedo usar mi nombre en redes¡±
Un periodista paname?o cuyo nombre coincide con el del l¨ªder nazi denuncia los problemas que sufre en Internet. Su caso muestra la dificultad de moderar el contenido 'online'
"Mi pap¨¢ quer¨ªa demostrar que pod¨ªa haber un Hitler bueno", dice Hitler Cigarruista, periodista paname?o de 50 a?os. Cigarruista no sabe si ha cumplido la ilusi¨®n del padre, pero s¨ª ha sobrellevado su decisi¨®n con paciencia durante toda la vida.
Su nombre le ha afectado de maneras obvias, estramb¨®ticas e inimaginables. A su padre, dice, no le importar¨ªa que se lo cambiara: "En algunas ocasiones lo he pensado. Pero en todos mis diplomas de seminarios, cursos, universidades aparece 'Hitler'. Ser¨ªa muy costoso renovarlos".
El ¨²ltimo problema de Cigarruista son las redes sociales. Su nombre levanta las alarmas en todas las plataformas: "No puedo usar mi nombre en redes". Sin embargo, como sucede a menudo con estas compa?¨ªas, nada est¨¢ perfectamente claro.
Cigarruista usa sobre todo LinkedIn. Tiene m¨¢s de 500 contactos: "Soy muy activo", dice. LinkedIn explica que la red "detecta y previene la promoci¨®n de nombres falsos, malsonantes o denigrantes". Para ello usan "adem¨¢s de algoritmos, un equipo editorial humano y la propia comunidad". Ninguno, parece, ha alertado sobre Hitler. O no lo ven como un nombre fuera de lugar.
¡°Lastimosamente Facebook no me permite usar mi nombre. Nunca he tratado de averiguar si debo hacer una gesti¨®n para solventarlo¡±
Twitter es igual de ambiguo. Su cuenta es @hcigarruista, pero su nombre aparece escrito entero. Portavoces de la red solo remiten a sus normas comunitarias, que advierten que en "cuenta, nombre o bio" no se puede "expresar odio hacia una persona, grupo o categor¨ªa protegida". Sea como sea, ah¨ª sigue su nombre bien visible.
Facebook es m¨¢s restrictivo. Seg¨²n sus normas, en el nombre no se permiten "palabras ofensivas o sugerentes de cualquier tipo". Hitler parece ser una de ellas, porque Cigarruista no pudo darse de alta: "Lastimosamente Facebook no me permite usar Hitler. Nunca he tratado de averiguar si debo hacer una gesti¨®n para solventarlo. Acept¨¦ la circunstancia y empec¨¦ a usar el nombre de mi hijo: Carlos".
Esta decisi¨®n tuvo consecuencias en la vida de Cigarruista: "Es muy chistoso porque periodistas que me conocen de toda la vida me molestan y me dicen 'hola Carlos'. Se burlan porque no puedo usar mi nombre en Facebook", explica. Es un ejemplo diminuto de c¨®mo pol¨ªticas sensatas pueden tener efectos insospechados: Hitler Cigarruista es objeto de burla.
En el colegio de su hijo tambi¨¦n le llaman Carlos. En Panam¨¢ es habitual que el hijo mayor lleve el nombre de su padre. Cigarruista, habituado a dar explicaciones sobre su nombre, ha preferido no hacerlo en el colegio.
En Alemania, dice, no le preguntan mucho. Solo confirman una y otra vez que su nombre sea ese: "La primera vez que vol¨¦ a Alemania entregu¨¦ el pasaporte y la muchacha que estaba en la aduana no lo pod¨ªa creer", explica. "Llam¨® a varios de sus compa?eros. Me preguntaban si de verdad era mi nombre entre risas y sorpresa. Pero nada m¨¢s, me sellaron y entr¨¦. Iba con una chica a la que hicieron muchas m¨¢s preguntas que a m¨ª sobre el viaje", a?ade.
En el aula flotaba una rara sensaci¨®n cuando alguien preguntaba ¡°?quieres agua, Hitler?¡±
Hitler tampoco ha podido crear una cuenta de Gmail con su nombre. En sus pol¨ªticas Gmail no advierte con claridad sobre el uso de palabras denigrantes o insultos al crear un email. La compa?¨ªa apenas lo aclara: "Nuestras pol¨ªticas de Gmail tienen un papel importante en el mantenimiento de una experiencia positiva para todos los que usan nuestros servicios y podemos tomar medidas sobre aquellas cuentas que violan algunas de ellas", dice una portavoz.
Cigarruista s¨ª ha tenido problemas directos al hablar con una empleada de Google, que tiene una cuenta "@google.com". Muchas compa?¨ªas tienen filtros en los correos (los mensajes de la cuenta del trabajo no son privados para la empresa). Google no ha revelado sus filtros, pero al menos la palabra "Hitler" debe estar. "Una vez me invitaron a un evento sobre publicidad en una oficina latinoamericana. Cuando llegu¨¦, la jefa de comunicaci¨®n me explic¨® que ten¨ªa un problema con mi nombre: 'Cuando escribo tu nombre en el correo y te lo env¨ªo, me rebota. No es porque no exista tu direcci¨®n sino porque no puede usarse la palabra y me dice que te estoy haciendo bullying'", dice Cigarruista. La empleada de Google debi¨® demostrar con los art¨ªculos de El Capital Financiero, el medio que dirige Cigarruista, que era una persona real.
El bautizo de Jos¨¦ Hitler
Hitler se bautiz¨® a los 8 a?os. "Me acuerdo de todo", dice. El cura le dijo a su padre que nada de Hitler. El padre se resign¨® y opt¨® por "Jos¨¦ Hitler". "En mi acta de bautismo dice 'Jos¨¦ Hitler Cigarruista'", explica. "Pero ese no es mi nombre legal, que es solo Hitler. Mi pap¨¢ no me dio opci¨®n, no tengo un segundo nombre", aclara.
EL PA?S habl¨® con Hitler en un seminario de la Fundaci¨®n Gabo en Medell¨ªn (Colombia). Los asistentes se conocieron al llegar a la reuni¨®n. El ¨²nico que recib¨ªa siempre preguntas o alusiones con su nombre era Hitler. En el aula flotaba una rara sensaci¨®n cuando alguien preguntaba "?quieres agua, Hitler?", "dime, Hitler" o "no estoy de acuerdo con Hitler". Es dif¨ªcil imaginar un mejor ejemplo de la profundidad que tiene pronunciar algunas palabras. En pa¨ªses anglosajones, donde a menudo saludan con "Hi!", los encuentros con Hitler pueden ser explosivos.
Cigarruista est¨¢ acostumbrado a todos las desventajas de su nombre. "Con un nombre que tiene una carga pol¨ªtica, ideol¨®gica y humana tan fuerte, ves de todo: gente que te mira como si lo hubieras elegido t¨², o piensan que tu padre es un fascista", explica. De alg¨²n modo pudo ocurrir en Panam¨¢ que en los sesenta el aura alemana llevara a un se?or a valorar ese nombre para su hijo: "Quiz¨¢ en zonas de Am¨¦rica Latina, y le pudo pasar a mi pap¨¢, por ignorancia de las cosas, por simpat¨ªa se ve a los alemanes como muy organizados, pero yo le he dicho que se equivoc¨® al ponerme el nombre porque no ten¨ªa idea de la monstruosidad que fue el fascismo", explica.
Los hermanos de Hitler se llaman Siria Ara¨ª y Andr¨¦s Avelino. "Si hubiera sido por ideolog¨ªa, hubiera buscado otro nombre alem¨¢n para ellos", dice. Aunque la madre ya lo vio claro en la ¨¦poca, sobre todo cuando naci¨® el segundo ni?o: "Mi madre, que es muy sencilla pero firme, dijo a mi pap¨¢ que si pon¨ªa a mi hermano un nombre raro, le romp¨ªa el documento de inscripci¨®n y le inscrib¨ªa con otro nombre y su apellido", dice Cigarruista. Su apellido es de origen vasco. Con unos primos tienen un grupo en Facebook donde aparece su escudo de armas y un texto que lleva el apellido a Deva (Guip¨²zcoa).
Pero ese nombre tiene extra?amente una ventaja: "Nadie se olvida de mi nombre. Hay gente que me conoce en un acto y 20 a?os despu¨¦s me ve y me dice 'eh, Hitler'. Eso no pasa con un Pedro", dice.
@elpais_america @verne Hitler Cigarruista no es el ¨²nico!!!!
— Lina, nieta de inmigrante (@LinaVegaAbad) January 24, 2016
De ese hecho hay una peque?a prueba. Hace cuatro a?os EL PA?S public¨® un art¨ªculo sobre otro Hitler ecuatoriano, aunque en su caso era el segundo nombre. Una periodista paname?a respondi¨® al tuit celebrando que Cigarruista no era el ¨²nico. Es una reacci¨®n poco probable con otro nombre.
Cigarruista acepta tranquilo dar tantas explicaciones como uno le pida. Tambi¨¦n sobre Israel. "Hace poco estuve en la embajada de Israel en Panam¨¢ celebrando su aniversario", explica. Pero entiende que viajar a Israel es otro nivel y no se ha atrevido: "S¨¦ que es sensible, no me enga?o".
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