Parler, la red social de moda de la ultraderecha estadounidense
Convertida en alternativa a Twitter tras el cambio en sus pol¨ªticas con respecto a los discursos de odio, la plataforma gana adeptos entre los m¨¢s conservadores al prometer libertad absoluta
Las redes sociales andan revueltas, especialmente en Estados Unidos. Los cambios en su normativa con respecto a los discursos de odio han trastocado la aparente impunidad con la que el presidente Donald Trump tuitea, publica en Facebook y Snapchat y lanza v¨ªdeos en YouTube y Twitch. A excepci¨®n de Reddit, que directamente ha cerrado el canal de sus 80.000 seguidores, las dem¨¢s plataformas han optado por eliminar o etiquetar mensajes que incitaran a la violencia, propagaran el odio o mintieran.
La reacci¨®n inmediata ha sido una campa?a de boicot en Twitter con el #Twexit, as¨ª como un ¨¦xodo masivo hacia Parler, creada hace dos a?os por John Matze y alejada de cualquier tipo de notoriedad hasta este momento. En poco m¨¢s de una semana, sus usuarios han superado el mill¨®n y medio ¡ªcifras muy alejadas de Facebook y Twitter, que suman 175,4 millones y 53,5 millones de usuarios respectivamente solo en Estados Unidos, seg¨²n eMarketer¡ª.
El perfil de estos migrantes digitales, atra¨ªdos por el lema de ¡°no censura¡± expresado por Matze, cumple un patr¨®n com¨²n. O bien provienen del entorno pol¨ªtico y familiar del inquilino de la Casa Blanca o son seguidores de base, los conocidos como MAGA en alusi¨®n al eslogan de la campa?a de 2016: Make America Great Again. Senadores republicanos como Ted Cruz y Rand Paul; Eric Trump y Lara Trump; y comunicadoras como Katie Hopkins, que en su momento fue expulsada de Twitter por comparar a los inmigrantes con cucarachas, y Candace Owens han aterrizado en Parler.
¡°Si se queda como una red para la ultraderecha o derecha alternativa, que es como se llaman a s¨ª mismos, con una interfaz m¨¢s moderna y solo para sus discusiones, que se queden ah¨ª. Solo es para su gente y motivarlos. En cambio, en Twitter llegas a un espectro pol¨ªtico m¨¢s amplio. Tiene m¨¢s sentido utilizarla para fijar la discusi¨®n p¨²blica¡±, explica Jon Worth, experto en tecnolog¨ªa y pol¨ªtica y profesor del Colegio de Europa en Brujas.
A simple vista, Parler no ense?a su cara ultra. Algunos comentarios sobre el ¨²ltimo libro de Mery Trump, conversaciones en torno a la situaci¨®n econ¨®mica estadounidense¡ Sin embargo, con un poco de dedicaci¨®n, aparecen comentarios xen¨®fobos y alg¨²n que otro exabrupto pol¨ªtico. Hopkins lo mismo equipara el movimiento Black Lives Matter con la violencia que escribe que las chicas blancas siempre pagan el precio de la inmigraci¨®n ilegal. ¡°En general, las redes sociales que solo hablan de pol¨ªtica no perduran. El tama?o de esta plataforma va a ser el que es. No trascender¨¢¡±, sostiene Matt Stempeck, director de movilizaci¨®n digital en 2016 de la campa?a de Hillary Clinton.
Aunque no lo enuncia, Gab, creada por Andrew Torba, es un ejemplo de otra plataforma que, cuatro a?os atr¨¢s, quiso convertirse en alternativa a Twitter ante la supuesta falta de libertad. R¨¢pidamente adquiri¨® cierta popularidad entre grupos neonazis y antisemitas. Alguno de sus usuarios escribi¨® abiertamente sus intenciones de cometer una masacre contra una sinagoga en Pittsburgh. Gab se qued¨® por el camino porque, entre otras razones, el proveedor de sus servidores dej¨® de prestarle el servicio por incitar a la violencia.
BitChute, con m¨¢s de 25.000 suscriptores, es otro ejemplo de red, en este caso audiovisual, donde se parapeta la ultraderecha. Forma parte de esos c¨ªrculos sociales ajenos a las grandes tecnol¨®gicas. Todav¨ªa es posible encontrar al completo el ataque terrorista contra una mezquita en Christchurch, Nueva Zelanda, ¡ªFacebook, donde comenz¨® a emitir en directo el terrorista, borr¨® de ra¨ªz cualquier rastro¡ª y todo tipo de propaganda de extrema derecha. ¡°Creen que la libertad de expresi¨®n carece de consecuencias. Es su punto de vista err¨®neo. El debate ahora est¨¢ en c¨®mo tratar tanto los mensajes publicados como las protestas digitales¡±, comenta Stempeck.
Dudas en el modelo econ¨®mico
La viabilidad econ¨®mica es esencial para que Parler trascienda. De nada le servir¨¢ atraer a nuevos usuarios si las cifras no cuadran. Precisamente es lo que cree Worth, que el modelo no cuenta con los mimbres necesarios para competir contra Twitter. El volumen de datos que maneja gracias a sus centenares de millones de usuarios lo traduce en ingresos multimillonarios mediante la venta de publicidad. ¡°En t¨¦rminos de negocio est¨¢ copiando a Twitter, pero sus n¨²meros est¨¢n a una distancia sideral. Creo que no va a funcionar. ?Ser¨¢ un equivalente de Twitter? Dir¨ªa que no. Esto cambiar¨ªa ligeramente si incorporan a gente que no sea solo de extrema derecha¡±, zanja.
El frente abierto contra las grandes plataformas forma parte de su estrategia habitual de confrontaci¨®n digital. Un planteamiento eficaz desde 2016. El Brexit, el ascenso de esca?os en Parlamentos de todo el mundo y la victoria en Brasil de Jair Bolsonaro, que recientemente se ha abierto un perfil en Parler, ilustran tal eficacia. Recrudecer un poco m¨¢s su discurso, incluso abandonar las redes tradicionales, obedece a un intento por condicionar a las compa?¨ªas. ¡°Es lo mismo que sucede en el f¨²tbol. Si atacas constantemente al ¨¢rbitro, al final termina compens¨¢ndote de alguna manera. Aqu¨ª es igual. Piensan que tendr¨¢n m¨¢s espacio para hablar y ser¨¢n m¨¢s ben¨¦volos con ellos¡±, precisa Stempeck.
Pese a que han buscado en el proyecto de Matze, de 26 a?os, un amparo para difundir sus ideas, el propio fundador ha tenido que aclarar en Twitter que existen unas normas m¨ªnimas, como no amenazar a nadie de muerte o usar nombres de usuario obscenos. Un matiz casi impensable d¨ªas atr¨¢s cuando afirmaba que en Parler pod¨ªas decir lo mismo que en las calles de Nueva York.
Parte de estos vaivenes responden a la campa?a electoral que afronta Estados Unidos, apenas faltan cuatro meses para las presidenciales. Parler todav¨ªa no ha saltado m¨¢s all¨¢ del Atl¨¢ntico. Solo ciertos personajes relacionados con el UKIP y el BNP han cambiado de plataforma. Grupos pol¨ªticos como Vox, Alternativa por Alemania, la Liga Norte o el Partido por la Libertad de Geert Wilders mantienen su fidelidad a los gigantes de siempre. Son conscientes de que ah¨ª habitan la mayor¨ªa de ciudadanos y pueden influirlos m¨¢s f¨¢cilmente. ¡°En Europa a lo mejor comienzan a usar Parler, pero en t¨¦rminos de negocio no tiene ning¨²n sentido para la compa?¨ªa¡±, concluye Worth.
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