El uso del reconocimiento facial por la polic¨ªa gana terreno en el Reino Unido
El nuevo comisariado del Gobierno brit¨¢nico para supervisar la aplicaci¨®n de los sistemas de vigilancia masiva defiende que las fuerzas de seguridad puedan usarlos discrecionalmente
¡°La polic¨ªa no tendr¨¢ m¨¢s alternativa que utilizar el reconocimiento facial junto con cualquier otra tecnolog¨ªa que est¨¦ a su disposici¨®n¡±. Eso opina Fraser Sampson, el nuevo encargado de supervisar el uso de c¨¢maras de vigilancia y otras medidas de seguimiento biom¨¦trico en Reino Unido. Si los criminales recurren a tecnolog¨ªas cada vez m¨¢s sofisticadas, las fuerzas de seguridad no se deben quedar atr¨¢s; la inteligencia artificial ser¨¢ ¡°cada vez m¨¢s necesaria en las labores policiales¡±. La posici¨®n de Sampson, recogida por el Financial Times, contrasta con la de su antecesor en el cargo, Paul Wiles, mucho m¨¢s esc¨¦ptico con el uso de estos sistemas, y choca frontalmente con la visi¨®n de la Uni¨®n Europea, que considera que el reconocimiento facial ¨Dque cruza en tiempo real las im¨¢genes de las c¨¢maras con bases de datos de sospechosos¨D es una tecnolog¨ªa de alto riesgo y por tanto solo se puede usar en contadas excepciones.
El borrador de reglamento europeo sobre inteligencia artificial, presentado por la Comisi¨®n el pasado 21 de abril y pendiente de ser ratificado por el Parlamento Europeo y los Estados miembros, circunscribe el uso de los ¡°sistemas de identificaci¨®n biom¨¦trica remota¡± a los casos en que quede expresamente autorizados por la UE o los Estados miembros, si se usan con ¡°fines de prevenci¨®n, detenci¨®n o investigaci¨®n de cr¨ªmenes graves o terrorismo¡± o si su aplicaci¨®n est¨¢ limitada a un tiempo determinado y luego se borra.
Nombrado en marzo, la labor del comisionado independiente de Biometr¨ªa y Vigilancia por Videoc¨¢mara, seg¨²n la p¨¢gina web oficial, es vigilar el uso que hace la polic¨ªa de las muestras de ADN, huellas digitales y expedientes y promover un uso apropiado de los sistemas de videovigilancia. Samspon es el primer comisionado nombrado en la era Brexit. En un informe presentado en verano de 2019, Wiles, que ostent¨® el cargo desde 2016 hasta hace dos meses, se?al¨® que la falta de una regulaci¨®n espec¨ªfica para esta tecnolog¨ªa dejaba en manos de la polic¨ªa decidir de forma discrecional cu¨¢ndo el beneficio p¨²blico supera la ¡°significativa intrusi¨®n de la privacidad individual¡± que supone ser escaneado y grabado.
El actual comisariado es m¨¢s partidario de darle la iniciativa a la polic¨ªa. En su opini¨®n, el marco legal que se desarrolle en el futuro debe ¡°permitir a los cuerpos p¨²blicos usar razonablemente todos los medios disponibles para descargarles de responsabilidad reglamentaria¡±, dijo al Financial Times.
Reino Unido es uno de los pa¨ªses m¨¢s vigilados del mundo. No existen cifras oficiales acerca de cu¨¢ntas c¨¢maras de vigilancia salpican las calles de las principales ciudades brit¨¢nicas. Algunos estudios hablan de unos cuatro millones. Solo en Londres habr¨ªa unas 500.000 c¨¢maras, seg¨²n datos aportados por la polic¨ªa metropolitana (otras fuentes elevan la cifra todav¨ªa m¨¢s), lo que coloca la capital en el top 20 mundial. El resto de urbes de esa lista, a excepci¨®n de la india Hyderabad, son chinas.
La Polic¨ªa Metropolitana de Londres usa el reconocimiento facial en las calles de la ciudad para escanear a los viandantes en busca de sospechosos de cr¨ªmenes graves, como ataques con cuchillo o explotaci¨®n sexual, seg¨²n detalla el Financial Times. Esta tecnolog¨ªa ha sido probada en Cardiff por la Polic¨ªa de Gales del Sur, si bien un estudio de la Universidad de Cardiff revela que de los 2.900 posibles sospechosos se?alados por el sistema, 2.755 fueron falsos positivos.
Una tecnolog¨ªa controvertida
El dilema entre ceder o no privacidad individual para ganar seguridad colectiva es un cl¨¢sico en ciencia pol¨ªtica desde los tiempos de Thomas Hobbes. La era digital, cuyos avances superan en velocidad a los legisladores, est¨¢ decantando la partida del lado de quienes abogan por la hipervigilancia. ?Bajo qu¨¦ supuestos se puede recurrir a im¨¢genes de ciudadanos grabadas por la calle? ?C¨®mo se garantiza la confidencialidad de esa informaci¨®n? ?Cu¨¢nto tiempo se deben mantener las grabaciones? ?Qu¨¦ pasa si el algoritmo falla?
¡°Existe el riesgo de que se produzcan detenciones err¨®neas¡±, cont¨® Wiles a The Guardian en 2019 tras publicar un informe sobre el rendimiento de estos sistemas. ¡°Lo que la gente tiene que recordar es que si alguien es arrestado y luego se comprueba que no ha sido ¨¦l o ella, el arresto permanece en el sistema¡±. Por estos y otros motivos, Wiles concluy¨® en su informe que el despliegue de esta tecnolog¨ªa en Reino Unido estaba siendo ca¨®tico y ajeno a una normativa que pudiera regular su mal uso.
Estados Unidos, un pa¨ªs en el que pr¨¢cticamente cualquier adulto sin antecedentes puede comprarse un arma de fuego, es mucho m¨¢s tolerante que Europa con el reconocimiento facial. Si en la UE prevalece por el momento un enfoque cauteloso, en el pa¨ªs norteamericano esta tecnolog¨ªa forma parte del arsenal de los cuerpos de polic¨ªa desde hace a?os. Activistas y organizaciones en defensa de los derechos civiles trabajan para que se proh¨ªba el uso de unos sistemas que han demostrado tener sesgos de raza. Robert Williams, el primer caso conocido de detenci¨®n err¨®nea por culpa de un algoritmo, ha iniciado una batalla legal contra la polic¨ªa de Detroit que podr¨ªa precipitar cambios en torno a su aplicaci¨®n por parte de las fuerzas de seguridad.
China, el paradigma del Gran hermano
Puntera en todo lo que tenga que ver con la inteligencia artificial, China es un laboratorio gigantesco para comprobar los efectos de la aplicaci¨®n sin reservas del reconocimiento facial. Dragonfly Eye, el sistema desarrollado por la empresa Yitu y que usan desde hace a?os ciudades como Shanghai, es capaz de reconocer con facilidad a cualquiera de entre su base de datos de 1.700 millones de personas. Esa cifra incluye a toda la poblaci¨®n del pa¨ªs y a 320 millones de extranjeros, cuyos datos biom¨¦tricos quedan registrados seg¨²n desembarcan en los aeropuertos chinos.
El ej¨¦rcito de c¨¢maras (centenares de millones, seg¨²n algunas fuentes) diseminadas por las grandes urbes chinas permiten a las autoridades identificar con rapidez a sospechosos. Un reportero de la BBC puso a prueba el sistema de reconocimiento facial en la ciudad sure?a de Guiyang, de cuatro millones de habitantes, en 2017. El sistema tard¨® siete minutos en encontrarlo.
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