Un programa de reconocimiento facial resuelve en segundos un enigma que duraba 15 a?os
El buscador de rostros PimEyes logr¨® identificar en un instante a un joven japon¨¦s cuya imagen ilustraba una vieja tarjeta con el mensaje ¡°encontradme¡±
La familia del dise?ador Tom-Lucas S?ger, experto en inteligencia artificial, vivi¨® un suceso excepcional durante sus ¨²ltimas Navidades en Hamburgo. 13 a?os antes, su hermana, que cumpl¨ªa en esos d¨ªas 26, hab¨ªa lanzado desde un ferry al mar un mensaje con su direcci¨®n dentro de una botella. Ahora, en casa de sus padres, hab¨ªa una carta esper¨¢ndola: ¡°Te deseo con todo el amor del mundo un maravilloso cumplea?os y una feliz Navidad¡±. El mensaje en la botella hab¨ªa obtenido respuesta m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s. Y record¨® a S?ger otro caso de febrero 2020 del que hab¨ªa visto un v¨ªdeo en YouTube tit...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La familia del dise?ador Tom-Lucas S?ger, experto en inteligencia artificial, vivi¨® un suceso excepcional durante sus ¨²ltimas Navidades en Hamburgo. 13 a?os antes, su hermana, que cumpl¨ªa en esos d¨ªas 26, hab¨ªa lanzado desde un ferry al mar un mensaje con su direcci¨®n dentro de una botella. Ahora, en casa de sus padres, hab¨ªa una carta esper¨¢ndola: ¡°Te deseo con todo el amor del mundo un maravilloso cumplea?os y una feliz Navidad¡±. El mensaje en la botella hab¨ªa obtenido respuesta m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s. Y record¨® a S?ger otro caso de febrero 2020 del que hab¨ªa visto un v¨ªdeo en YouTube titulado ?Puedes encontrar a este hombre?
Aquel hombre hab¨ªa aparecido en una tarjeta de un juego de realidad alternativa llamado Perplex City, creado en 2005 por una compa?¨ªa londinense. Las tarjetas, que se vend¨ªan en paquetes de seis daban pistas que permit¨ªan progresar hasta resolver el juego, premiado con 100.000 libras (en la actualidad, 116.000 euros). Gracias a una caja enterrada en un bosque cerca de Leicester, en el centro de Inglaterra, Perplex City se resolvi¨® y termin¨® en 2007.
Pero los fans del juego, algunos grandes amantes de las pistas sin resolver, quedaron intrigados por la ¨²ltima de las 256 tarjetas: era la foto de un joven japon¨¦s sobre un fondo de edificios, aparentemente en Centroeuropa, con un solo mensaje, ¡°encontradme¡±. Las tarjetas estaban ordenadas por colores, de roja (f¨¢cil) a plata (dif¨ªcil). Esta era color plata. Seg¨²n una pista extra que sal¨ªa en la web, el nombre del joven era Satoshi, pero no ten¨ªa nada que ver con el creador an¨®nimo de Bitcoin, aunque la coincidencia pudo haber aumentado la leyenda. A?os despu¨¦s, un grupo de irreductibles segu¨ªa buscando al japon¨¦s misterioso. Hab¨ªan creado una p¨¢gina en noviembre de 2006 y su causa apareci¨® en The Guardian y en The New York Times. La creadora de la p¨¢gina, Laura Hall, visit¨® incluso el lugar de Alsacia donde Satoshi se hab¨ªa hecho su foto. Pero a pesar de alg¨²n indicio, nadie lograba dar con ¨¦l. Durante el tiempo que dur¨® el juego, el objetivo hab¨ªa sido encontrarle para que diera un mensaje clave. Ahora, con el juego ya resuelto, era sobre todo una cuesti¨®n de orgullo y tes¨®n.
A principios de 2020, la historia apareci¨® en un canal de YouTube sobre misterios y fue visto m¨¢s de 1,3 millones de veces. Entonces se relanzaron comunidades en la plataforma de mensajer¨ªa Discord y en la red social Reddit. Pero nadie dio con ¨¦l hasta que S?ger, inspirado por el mensaje de la botella devuelto a su hermana, record¨® el v¨ªdeo y se sent¨® al ordenador. Hac¨ªa unos d¨ªas, por su trabajo vinculado a dise?o e inteligencia artificial, hab¨ªa encontrado por casualidad un buscador de reconocimiento facial. ¡°Cuando lo visit¨¦ de nuevo para encontrar a Satoshi, no me result¨® familiar. Solo recordaba que era de origen polaco y PimEyes es de origen polaco, as¨ª que pod¨ªa ser el mismo¡±, explica S?ger a EL PA?S.
Subi¨® la tarjeta de Satoshi al buscador y la tercera imagen que le devolvi¨® fue la de un grupo de japoneses en una fiesta de compa?eros de trabajo. Uno de ellos ten¨ªa una jarra de cerveza en la mano. Si era Satoshi, se notaba que hab¨ªan pasado los a?os. S?ger puso la foto en Reddit. En un rato, Hall encontr¨® otras im¨¢genes de Satoshi y el nombre de su empresa. Y le escribi¨® un correo en ingl¨¦s y en japon¨¦s. Era ¨¦l. ¡°S¨ª, soy yo. Guau, hab¨ªa olvidado este juego de cartas completamente y nunca imagin¨¦ que alguien estar¨ªa a¨²n busc¨¢ndome¡±, escribi¨® en el correo de respuesta. Satoshi record¨® que deb¨ªa dar un mensaje importante si alg¨²n participante se lo solicitaba, pero hab¨ªa olvidado cu¨¢l era. Los creadores del juego le hab¨ªan contactado a trav¨¦s de una empresa que colaboraba con ellos en Los ?ngeles y que le conoc¨ªan de la ciudad de Nagano.
Esto no acaba aqu¨ª
La moraleja de esta historia no est¨¢ en el esfuerzo de Hall o la perspicacia de S?ger. Est¨¢ en el enorme potencial del reconocimiento facial. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ nunca hab¨ªa probado PimEyes o algo similar antes. Imagino que la gente prob¨® la b¨²squeda de im¨¢genes de Google y abandon¨®, porque por lo que s¨¦ Google solo analiza los p¨ªxeles de una imagen y no los rasgos de una cara, as¨ª que no daba buenos resultados¡±, explica S?ger.
Esa es de hecho la gran diferencia. En enero de 2020 The New York Times sac¨® un largo reportaje sobre una empresa llamada Clearview AI. ¡°La compa?¨ªa que puede acabar con la privacidad tal y como la conocemos¡±, dec¨ªan en el titular. Hab¨ªan capturado millones de caras de la web y usaban un potente software de reconocimiento facial para encontrar personas. El Times denunciaba su uso por parte de cuerpos de polic¨ªa o millonarios capaces de pagar sus tarifas y jugar a adivinar qui¨¦n era el chico que sal¨ªa con sus hijas solo a partir de una foto. Este redactor hizo incluso una petici¨®n de fotos a Clearview y tras varios meses de espera llegaron las im¨¢genes de respuesta, con un incre¨ªble nivel de acierto.
Ahora PimEyes hace exactamente lo mismo en abierto y rastreando la red, sin capturar las im¨¢genes primero. Incluso mejor. En menos de un segundo este periodista ha recordado c¨®mo era hace 15 a?os en 42 im¨¢genes repartidas en la web y en olvidados v¨ªdeos en la televisi¨®n catalana. Solo hab¨ªa un error entre todas las im¨¢genes.
Para comparar el ¨¦xito, la misma foto de este redactor en Google Im¨¢genes da estos resultados, sin ning¨²n acierto.
Algo similar ocurre con Yandex Im¨¢genes, el buscador ruso, que a veces es elogiado como m¨¢s fino que Google. Nada, ning¨²n acierto. As¨ª explica PimEyes la diferencia: ¡°En nuestros resultados mostramos no solo im¨¢genes similares a las que has subido al buscador sino fotos en las que apareces con otro fondo, con otra gente o incluso con un corte de pelo distinto. Esta mejora es posible gracias a nuestro buscador centrado en la cara, no en la imagen completa¡±, explican en su web. Es un buscador expl¨ªcito de caras.
No solo identifica a la misma persona en im¨¢genes muy distintas, tambi¨¦n en fotos sacadas con muchos a?os de diferencia. La sorpresa m¨¢s extraordinaria del caso de Satoshi es la capacidad del programa de detectar c¨®mo ha evolucionado el rostro de alguien en 15 a?os o m¨¢s. Como se ve en las im¨¢genes, no se parece tanto a la foto original. Sin embargo, es ¨¦l.
PimEyes ofrece sus servicios en abierto en la web, aunque sucesivas b¨²squedas o m¨¢s detalles requieran una suscripci¨®n. La empresa vende sus servicios como un avance para la privacidad: ponte una alerta siempre que alguien suba tu foto a la web y p¨ªdele que la retire. Es un argumento endeble cuando pueden hacer lo mismo cualquier cuerpo de polic¨ªa, examante o enemigo. La BBC elabor¨® un podcast sobre el caso Satoshi y entrevist¨® a una madre con un hijo adoptivo que tem¨ªa que este tipo de software pudiera revelar el pasado o los padres biol¨®gicos de su hijo, no porque quisiera esconderlo, sino por si alguien lo hac¨ªa cuando ¨¦l a¨²n no quisiera o no estuviera preparado. Tambi¨¦n entrevistaron en la cadena brit¨¢nica a un testigo protegido. En su caso, una foto robada en la calle sin mala intenci¨®n, en un lugar tur¨ªstico por ejemplo, y subida a internet puede ser detectada por un software como PimEyes y revelar la cara actual de esa persona o su lugar de residencia.
A pesar de ofrecer sus servicios en abierto, PimEyes sigue siendo igual de secretista que Clearview. De origen polaco, la empresa est¨¢ ahora registrada en las Seychelles. ¡°El recurso m¨¢s valioso es la informaci¨®n y permitimos a la gente que encuentre, monitorice y proteja la informaci¨®n que existe sobre ellos. No animamos a la gente a buscar a otra gente. Esa es su decisi¨®n, si quieren romper las normas¡±, dec¨ªa una fuente de la compa?¨ªa denominada ¡°el director¡± por The Washington Post hace unas semanas.
Es f¨¢cil imaginar c¨®mo fotos perdidas de un pasado remoto, como una imagen durmiendo borracho en casa de un amigo, pueden volver a perjudicar a un adulto que busque trabajo a?os despu¨¦s. Tambi¨¦n es f¨¢cil saber c¨®mo es hoy aquella chica de la foto que uno conoci¨® hace a?os de la que no viene nada en Google por su nombre. El software fue usado tambi¨¦n para buscar a sospechosos del asalto al Capitolio el pasado 6 de enero por detectives amateurs, con resultados incre¨ªbles: en un caso vincul¨® a un asaltante con su ficha policial de a?os antes. Y no es el ¨²nico. Adem¨¢s de PimEyes, otras empresas como la rusa FindFace ofrecen servicios similares.
Puedes seguir a EL PA?S TECNOLOG?A en Facebook y Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.