El drama digital en Afganist¨¢n: borrarse de las redes y limpiar el historial en internet para escapar de los talibanes
El repentino cambio de r¨¦gimen muestra la complejidad de ocultar o disimular el pasado virtual
Los talibanes no mandaban en Afganist¨¢n desde 2001. Aquel a?o la burbuja de internet hab¨ªa explotado, el m¨®vil m¨¢s elogiado era un Nokia y Facebook, YouTube o Twitter no exist¨ªan. Veinte a?os despu¨¦s la vida digital ha cambiado mucho. La red se ha convertido en una parte de nuestras vidas donde inadvertidamente dejamos un reguero de amigos, gustos, intereses y amantes, sin prestarle mucha atenci¨®n. La irrupci¨®n de los talibanes de nuevo en Afganist¨¢n provoca que, junto con los casos algo distintos de Myanmar, Hong Kong e Irak con el Estado Isl¨¢mico, el anodino pasado digital de un ciudadano pueda volverse en su contra debido a un repentino cambio de r¨¦gimen.
Este simple hecho deber¨ªa poner en alerta a ciudadanos de otros pa¨ªses, aunque es un reto dif¨ªcil, seg¨²n Welton Chang, jefe tecnol¨®gico de la organizaci¨®n no gubernamental Human Rights First. ¡°Espero que este cambio en Afganist¨¢n nos haga m¨¢s conscientes, pero ocurre que es muy dif¨ªcil alcanzar un equilibrio en nuestras vidas online para restringir el acceso a tu informaci¨®n y seguir viviendo en un entorno digital; casi todo lo que hacemos deja alg¨²n rastro¡±, explica por correo electr¨®nico a EL PA?S.
La organizaci¨®n de Chang ha elaborado al menos tres documentos para ayudar a ciudadanos de estos pa¨ªses en su esfuerzo por borrar su pasado digital, algunos traducidos ya al dari o al past¨²n, las dos lenguas principales de Afganist¨¢n. Uno de ellos, el m¨¢s importante ahora para los afganos que no pueden salir del pa¨ªs, se titula C¨®mo borrar tu historia digital. Su contenido es un proceso laber¨ªntico que muestra la cantidad de servicios digitales que podemos haber usado sin apenas darnos cuenta. En el caso de Afganist¨¢n, simplemente tener una cuenta en una aplicaci¨®n o software usados por organizaciones extranjeras es potencialmente sospechoso.
Translated version of deleting digital history:#Afghanistan pic.twitter.com/j7QBmY549D
— Brian Dooley (@dooley_dooley) August 16, 2021
¡°Sobre todo¡±, advierte el documento, ¡°debes ser met¨®dico y paciente en tu aproximaci¨®n¡±. La recomendaci¨®n empieza por repasar email, redes y aplicaciones de mensajer¨ªa donde puede haber contactos o mensajes incriminatorios. Luego pasar a los buscadores: ¡°Puede ser ¨²til buscar tu nombre en buscadores para determinar qu¨¦ informaci¨®n hay disponible sobre ti¡±, dice. Google permite pedir que se borren justificadamente enlaces perjudiciales. Y luego buscar los servicios que usaste y ni recuerdas. ¡°Una manera de recordar d¨®nde tienes cuentas online es repasar tus contrase?as guardadas y analizar la lista¡±, a?ade. Es f¨¢cil tener m¨¢s de cien. Como alternativa, recomienda un servicio que busca en la bandeja de entrada correos de para darse de alta en p¨¢ginas en internet les o, incluso, hacerlo a mano con el buscador incorporado en el correo electr¨®nico.
Luego hay que decidir si borrar todo de golpe o solo parte. Y recordar d¨®nde puede haberse quedado algo comprometedor. Otra organizaci¨®n, Access Now, ofrece una gu¨ªa para ¡°autoidentificarse¡±, self doxing en ingl¨¦s: doxing significa encontrar en internet los datos personales de alguien que no quiere ser identificado. Con la gu¨ªa, un usuario puede recorrer el camino que har¨ªa la polic¨ªa o el Gobierno si, por ejemplo, quisiera saber qui¨¦n se oculta detr¨¢s de una cuenta an¨®nima en una red social.
Ante todo esto, existe la tentaci¨®n de deshacerse del m¨®vil o del ordenador. Tampoco es tan sencillo, dice Chang: no tener ning¨²n instrumento digital es hoy tambi¨¦n sospechoso. ¡°Si hay tiempo, crear una breve y no incriminadora vida digital es el mejor camino, pero no todo el mundo tendr¨¢ tiempo y recursos para hacerlo¡±, dice. ¡°Todas las recomendaciones de seguridad hay que contextualizarlas¡±, a?ade.
Como contexto, en otro documento sobre c¨®mo crear desde el principio una falsa identidad digital, Human Rights First a?ade que ¡°al final no existe la seguridad perfecta, un adversario con recursos y dinero y tiempo virtualmente ilimitados ser¨¢ capaz de superar tus protocolos¡±. ¡°Pero cuanto m¨¢s dif¨ªcil hagas su labor, menos probable es que lo intenten y menos fuerzas tendr¨¢n para dedicar a otros. No te conviertas en un objetivo sencillo¡±, concluye. Es probable que las generaciones actuales hayan ya descuidado estos detalles, pero es posible que por casos as¨ª el futuro sea distinto.
Habr¨¢ quien se pregunte si los talibanes, con todo su odio por la modernidad, la m¨²sica contempor¨¢nea y Occidente, ser¨¢n h¨¢biles con la tecnolog¨ªa. Hay alguna prueba de que s¨ª: en 2016 capturaron a 200 personas en la provincia de Kunduz. Mataron a 12. ?C¨®mo los escogieron? Esto explic¨® a una agencia afgana el comandante de la zona: ¡°Los pasajeros dijeron que los talibanes ten¨ªan una m¨¢quina que comprobaba las huellas dactilares. La mayor¨ªa de pasajeros no hab¨ªa visto la m¨¢quina pero sabemos que era un aparato biom¨¦trico que puede identificar a miembros de las fuerzas de seguridad¡±.
Chang no descarta que los talibanes tengan especialistas en estos campos. ¡°No descarto la capacidad de cualquiera asociado con los talibanes para usar estas t¨¦cnicas para buscar informaci¨®n¡±, dice. A?ade que hay ya pruebas: ¡°Hemos visto informaciones de miembros de los talibanes que usaban la b¨²squeda en Facebook para encontrar a usuarios vinculados con los estadounidenses aprovechando la falta de ajustes de privacidad¡±. Es algo que no tiene por qu¨¦ ocurrir inmediatamente. ¡°Con m¨¢s tiempo y capacidades, pueden usar las mismas t¨¦cnicas de investigaci¨®n de fuentes abiertas para identificar a individuos y sus familias, ya vimos algo parecido con el Estado Isl¨¢mico en Irak¡±, a?ade. Tambi¨¦n manejan salas propias de audio en Clubhouse.
El mayor problema del pasado digital es que por mucho que alguien trate de deshacerse de ¨¦l, depende tambi¨¦n de otros. Por ejemplo, de organizaciones que trabajaron all¨ª y tienen bases de datos o el propio Gobierno de EE UU, seg¨²n este mensaje en Twitter de Moira Whelan, directora de Democracia y Tecnolog¨ªa de la organizaci¨®n National Democratic Institute: ¡°Anuncio de servicio p¨²blico para todos los encargados de redes sociales del Gobierno de EEUU: por favor conseguid permiso para purgar vuestras cuentas, canales de YouTube, Flickr, de im¨¢genes y pies de foto de socios afganos. Si no lo hab¨¦is hecho ya¡±.
PSA for all USG social media directors: Please get permission to purge your social media accounts, youtube channels, Flickr, etc for images and captions of Afghan partners.
— Moira Whelan (@moira) August 17, 2021
If you haven't already.
El papel de las grandes compa?¨ªas es tambi¨¦n ambiguo. Cada crisis geopol¨ªtica tendr¨¢ ahora su frente tecnol¨®gico. Durante todo el martes estuvieron decidiendo c¨®mo afrontar las cuentas y mensajes de los talibanes. El nuevo r¨¦gimen por ejemplo abri¨® un n¨²mero de WhatsApp para recibir llamadas por motivos de seguridad. La compa?¨ªa lo cerr¨® por ser de un grupo terrorista, a pesar de las cr¨ªticas de expertos que dec¨ªan que pod¨ªa ser un canal necesario de comunicaci¨®n con las nuevas autoridades en d¨ªas de caos. El portavoz de Facebook Andy Stone dijo en un comunicado que los talibanes tienen prohibida la aparici¨®n en la plataforma y recibir cualquier ¡°elogio, apoyo y representaci¨®n¡±. Twitter y YouTube han sugerido que tambi¨¦n les echar¨¢n de sus plataformas y probablemente no puedan recuperar las cuentas oficiales del Gobierno afgano. En su rueda de prensa del martes, el portavoz talib¨¢n Zabihullah Mujahid respondi¨® as¨ª a una pregunta sobre la libertad de expresi¨®n en su pa¨ªs: ¡°Esta pregunta debe ser hecha a Facebook¡±.
Taliban spokesman through a translator deflects a question on free speech: ¡°I can ask Facebook company, this question should be asked to them.¡± pic.twitter.com/5GONTjUMHA
— The Recount (@therecount) August 17, 2021
Hay a¨²n un ¨²ltimo recurso para el nuevo Gobierno si intenta centrarse en buscar a gente que colabor¨® con la anterior administraci¨®n. Los v¨ªdeos por ejemplo de afganos en el aeropuerto pueden ser analizados por programas de reconocimiento facial. Human Rights First tiene tambi¨¦n un documento sobre c¨®mo evitar estos sistemas, pero admite que es tremendamente dif¨ªcil: bajar o subir la cara ante la c¨¢mara, esconder los rasgos clave con mucho maquillaje (casi imposible) e incluso hinchar o arrugar los m¨²sculos faciales. ¡°Solo un par de fotogramas de una cara en una c¨¢mara de vigilancia activa pueden usarse para identificarte¡±, dice el informe.
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