Coches teledirigidos: autopista hacia la luna
Aunque sea una idea loca, una carrera de coches teledirigidos en el sat¨¦lite terrestre muestra que la conquista del espacio necesita ir sobre ruedas
En el momento de teclear estas primeras letras quedan 290 d¨ªas, 14 horas y 33 minutos para el lanzamiento de la misi¨®n Moon Mark: una carrera de coches que se celebrar¨¢ en la Luna en octubre. El proyecto arranc¨® a principios de 2020 y ha implicado a estudiantes de secundaria de todo el mundo para dise?ar, construir y llevar al sat¨¦lite dos veh¨ªculos que competir¨¢n entre s¨ª manejados por control remoto desde la Tierra.
Aun cuando todo llegue a buen fin, la idea en apariencia no tiene mucho sentido, m¨¢s all¨¢ de ¡°transferir soluciones para entornos hostiles en la Tierra¡±, seg¨²n la empresa Moon Mark, asociada con compa?¨ªas aeroespaciales como Intuitive Machines y Lunar Outpost. El proyecto ha involucrado tambi¨¦n al dise?ador del superdeportivo McLaren P1, Frank Stephenson, y a Elon Musk. Los dos veh¨ªculos que disputar¨¢n la carrera viajar¨¢n en el cohete SpaceX Falcon 9 y descender¨¢n a la superficie lunar en el m¨®dulo Nova-C, fabricado por Intuitive Machines.
El destino es el Oceanus Procellarum, cerca del valle de Schr?ter, y el resto es inc¨®gnita. Cada veh¨ªculo pesar¨¢ dos kilos y medio, m¨¢s otros tres kilos del mecanismo para dejarlos en la superficie: ocho kilos en total. Como referencia, la empresa de log¨ªstica espacial Astrobotic cobra 1,2 millones de d¨®lares por cada kilo de material que env¨ªa a la Luna. La conectividad ser¨¢ otro obst¨¢culo: si los datos se transmiten a la velocidad de la luz, cada orden tardar¨¢ 1,3 segundos en llegar a la Luna.
¡°No esperamos un retraso significativo en las comunicaciones que afecte la carrera o la capacidad de conducci¨®n de los veh¨ªculos¡±, asegura a New Atlas el director de tecnolog¨ªa de Moon Mark, Todd Wallach. ¡°Nuestros veh¨ªculos estar¨¢n dise?ados para probar los l¨ªmites de velocidad en la superficie lunar¡±, asegura Mary Hagy, fundadora y directora ejecutiva de la empresa. La clave estar¨¢ en el dise?o: de ah¨ª la presencia de Stephenson, que se?ala la importancia de la filtraci¨®n de polvo, la tracci¨®n, la resistencia, el peso o las suspensiones.
Lo que queda patente es que las misiones espaciales necesitan a la industria automovil¨ªstica. ¡°Lo m¨¢ximo que podemos esperar que la tripulaci¨®n camine con sus trajes espaciales es media milla [800 metros]¡±, reconoce Marshall Smith, director de los programas de exploraci¨®n humana de la Luna en la NASA. La misi¨®n Artemis llevar¨¢ de nuevo astronautas al sat¨¦lite, esta vez a la primera mujer. ¡°Si podemos colocar un rover cerca de un lugar de aterrizaje antes de que llegue la tripulaci¨®n, el potencial de rendimiento cient¨ªfico de las misiones crecer¨¢ exponencialmente. Queremos escuchar a los l¨ªderes de la industria en veh¨ªculos todoterreno, el¨¦ctricos y aut¨®nomos¡±, a?ade Smith.
Se entiende as¨ª la colaboraci¨®n de Toyota con la Agencia Aeroespacial de Jap¨®n, para la que est¨¢ desarrollando el Toyota Lunar Cruiser, un mastodonte de seis metros de longitud y 3,8 de altura, con tracci¨®n a las seis ruedas y capacidad para llevar a cuatro astronautas. Su objetivo: posarse en la Luna en 2029.
Mucho antes llegar¨¢ a Marte el veh¨ªculo en el que m¨¢s esperanzas tiene puestas la NASA ahora mismo: el rover Perseverance, que parti¨® el 30 de julio como protagonista de la misi¨®n Mars 2020, cuyo objetivo es estudiar la superficie marciana. Con sus seis ruedas de 50 cent¨ªmetros y sus 23 c¨¢maras de a bordo (y dos micr¨®fonos), el todoterreno de tres metros de longitud estudiar¨¢ el fondo del cr¨¢ter Jezero, donde hace 3.000 millones de a?os hubo un lago.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.