La polic¨ªa holandesa presenta un v¨ªdeo ¡®deepfake¡¯ para intentar resolver el asesinato de un chico de 13 a?os
La v¨ªctima, Sedar Soares, muri¨® de un tiro en 2003 y aparece en la filmaci¨®n como si estuviese vivo y pidiendo ayuda para encontrar a su asesino
Los deepfake son montajes de v¨ªdeo hiperrealistas creados por medio de la inteligencia artificial. La polic¨ªa holandesa ha usado dicha t¨¦cnica, cada vez m¨¢s perfeccionada, para intentar resolver el asesinato de un adolescente, Sedar Soares, que muri¨® a tiros en 2003 mientras lanzaba bolas de nieve con sus amigos en R¨®terdam. El caso sigue abierto, y los agentes, con permiso de la familia, han presentado ahora una filmaci¨®n donde el propio chico aparece en escena como si estuviese vivo. En el v¨ªdeo, mientras ¨¦l camina mirando al espectador, su hermana Janet pide ayuda: ¡°Alguien debe saber qui¨¦n mat¨® a mi querido hermanito¡±. Los investigadores policiales califican el trabajo de primicia mundial en este tipo de pesquisas y hay una recompensa de 40.000 euros por la pista que les permita averiguar qui¨¦n lo hizo.
En el v¨ªdeo, el fallecido Sedar resucita virtualmente durante 1,32 minutos y saluda enfundado en un ch¨¢ndal azul marino y con un bal¨®n desde un campo de f¨²tbol, su deporte favorito. Sin dejar de mirar al espectador, desfila por un pasillo de honor, formado por su familia, amigos, compa?eros de clase y profesores de la escuela a la que asist¨ªa, hasta quedar en primer plano. A lo largo del recorrido, Janet Soares explica c¨®mo muri¨® el chico y pide la colaboraci¨®n de todos. Cuando Sedar se para y deja la pelota en el suelo, dice: ¡°?Sabes algo? Habla ahora¡±. La hermana que ha ejercido de narradora subraya: ¡°Nunca podremos recuperarle, pero ojal¨¢ que esto aporte algunas respuestas¡±. La escena transcurre de noche en un estadio iluminado y el v¨ªdeo figura en la p¨¢gina de web de la polic¨ªa holandesa y tambi¨¦n en Youtube.
En un deepfake, los algoritmos manipulan la imagen y el sonido, y tambi¨¦n pueden aprovecharse v¨ªdeos o im¨¢genes ya existentes, para crear un contenido falsificado con un resultado final que parece aut¨¦ntico. En este caso, los expertos solo contaban con una foto del menor tomada poco antes de su muerte y llamaron a un actor que se parec¨ªa a Sedar, que era alto y delgado. El int¨¦rprete anduvo entre los familiares y amigos en el campo de f¨²tbol y, despu¨¦s, se a?adi¨® el aut¨¦ntico rostro del chico. El resultado es estremecedor y emotivo a la vez porque el fallecido sigue aparentando 13 a?os, mientras que sus amigos rondan hoy la treintena y le miran pasar junto a ellos.
El 1 de febrero de 2003, Sedar Soares jugaba con otros ni?os en la nieve en la azotea del aparcamiento de una estaci¨®n de metro de R¨®terdam. Lanzaban bolas a los veh¨ªculos que pasaban y una mujer declar¨® haber visto salir a un hombre de uno de los coches alcanzados ¡°con un arma en las manos¡±. El sospechoso result¨® ser Gerald H., un ciudadano con antecedentes penales por drogas y una condena anterior por un tiroteo. Hubo otros testimonios similares y los jueces concluyeron que mat¨® al menor al disparar varias veces contra el grupo de chicos. Sedar fue alcanzado en la cabeza y falleci¨® un d¨ªa despu¨¦s. En 2005, el sujeto fue condenado a 15 a?os de c¨¢rcel por el asesinato, aunque el arma no apareci¨®. En 2006, sin embargo, gan¨® la apelaci¨®n y sali¨® en libertad despu¨¦s de que varios testigos se retractaran de sus declaraciones.
El caso volvi¨® a la casilla de salida, pero, hace 18 meses, un equipo especializado en asuntos sin resolver descubri¨® nuevas pistas. Son los cold cases, casos cerrados, seg¨²n el t¨¦rmino en ingl¨¦s usado tambi¨¦n en Pa¨ªses Bajos, y sospechan que el chico pudo haber sido la v¨ªctima inocente de un choque entre bandas de los bajos fondos y que recibi¨® una bala perdida en un asunto de drogas en el que una de las partes intenta robar todo el cargamento y llevarse el dinero. Con el deepfake, esperan que alg¨²n testigo recuerde lo que vio o escuch¨® ese d¨ªa y les llame.
¡°Sedar estaba en el lugar equivocado en el momento inoportuno. Casi 20 a?os despu¨¦s, buscamos a un testigo diferente. No al que pasaba por all¨ª por casualidad, sino a los que pudieran saber qu¨¦ ocurri¨® antes, durante y despu¨¦s de lo que parece un robo entre bandas¡±, explica Daan Annegarn, detective del Equipo Nacional de Investigaci¨®n y Comunicaci¨®n de la polic¨ªa en la alerta hecha p¨²blica por los agentes de R¨®terdam para contribuir a la b¨²squeda de testigos. El mismo experto a?ade en ese escrito: ¡°Era preciso cruzar una barrera, porque preguntar a los familiares si pod¨ªamos devolver a su ser querido a la vida a trav¨¦s de un deepfake no es cualquier cosa; pero estamos convencidos de que ayudar¨¢ a la detenci¨®n¡±. Esperan que este llamamiento resuene en el seno del mundo criminal.
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