En esta crisis energ¨¦tica se mat¨® la transformaci¨®n digital
En medio de la fiesta de la abundancia, nadie ha ca¨ªdo en que no tenemos asegurado el suministro de energ¨ªa constante, infinito y barato o a precio razonable
Si vives lo suficiente para ver c¨®mo el ch¨¢ndal de tactel se vuelve a poner de moda, c¨®mo el precio de esos pisos que solo pod¨ªan subir se despe?a monta?a abajo y c¨®mo una crisis energ¨¦tica sist¨¦mica se lleva por delante el desarrollo de los pa¨ªses y la alegr¨ªa de tu familia, es que eres un xennial (nacidos entre la generaci¨®n X y la milenial) como yo. No solo habr¨¢s estudiado la EGB, sino que habr¨¢s crecido con la campa?a de ahorro del agua ¡°T¨² puedes, pero Espa?a no puede¡± frente a la sequ¨ªa pertinaz y con la crisis de la OPEP a cuestas. Estar¨¢s programado en un bucle eterno de cerrar grifos y apagar luces y de pasar de horarios de verano a invierno con la naturalidad de quien ha sido educado en que los recursos son escasos y hay que gestionarlos con prudencia. Como has vivido lo suficiente, te habr¨¢s hecho dependiente de todos los servicios que la digitalizaci¨®n te proporciona y ser¨¢s indiferente al hecho de que los pagas con tu intimidad. Total, dejarte unos derechos por el camino tampoco es tan importante. Lo que no te esperabas es que, a estas alturas, tuvieras que prescindir de ellos porque la energ¨ªa no llega para tanta digitalizaci¨®n.
Bernardo de Miguel y Manuel V. G¨®mez nos preven¨ªan en este mismo diario de que Europa se prepara para un escenario de racionamiento de energ¨ªa. La guerra de Ucrania ha dado al traste con la pol¨ªtica energ¨¦tica comunitaria que, como sabemos, es altamente dependiente del gas ruso. El panorama no es favorable. Aunque, como buenas hormigas, nos pertrech¨¢ramos de gas para el invierno, solo llegar¨ªa a cubrir una cuarta parte de la demanda. En el mejor de los escenarios, habr¨ªamos de recortar un 30% nuestro consumo de energ¨ªa si no queremos vivir en un permanente apag¨®n.
Toda la transformaci¨®n digital se basa en, al menos, dos pilares del lado del consumidor: el acceso a internet con precio fijo o tarifa plana y la energ¨ªa infinita a un precio razonable. Sin embargo, parece que, en medio de la fiesta de la abundancia, nadie ha ca¨ªdo en que no tenemos asegurado el suministro de energ¨ªa constante, infinito y barato o a precio razonable. Este escenario de limitaci¨®n energ¨¦tica nos pilla en medio de la mayor individualizaci¨®n digital de los procesos debido al distanciamiento social impuesto por la pandemia. Con la excusa del contagio, muchos procesos anal¨®gicos sencillos mutaron en electr¨®nico. Antes no ten¨ªamos que pagar por consultar el men¨² de un restaurante, pero ahora pagamos a medias sus cartas digitales al vernos obligados a consultarlas a trav¨¦s de nuestros dispositivos.
Es un caso m¨¢s, pero no el ¨²nico de esta digitalizaci¨®n banal de procesos que son m¨¢s eficientes y baratos en entornos anal¨®gicos que podr¨ªan tener sentido con una energ¨ªa barata y disponible, pero que son m¨¢s caros que el proceso anal¨®gico que sustituyen.
En cuanto a los procesos y productos que son digitales por dise?o, como los criptoactivos, ya est¨¢n siendo objeto de escrutinio, si bien, por el momento, desde la perspectiva medioambiental. Recientemente, hemos vivido el debate en el Parlamento Europeo sobre el Reglamento MiCA (Markets in Crypto-assets, mercados de criptodivisas en espa?ol) que parec¨ªa que quer¨ªa limitar las criptomonedas basadas en proof of work (PoW, prueba de trabajo), como Bitcoin o Ether, por su alto consumo energ¨¦tico. La pol¨¦mica surgi¨® a partir de una enmienda que exig¨ªa a los criptoactivos unos est¨¢ndares de sostenibilidad medioambiental que todos est¨¢n lejos de cumplir. La enmienda fue rechazada, pero recibi¨® un apoyo considerable con 32 votos en contra y 24 a favor. Precisamente a ra¨ªz de este debate y para reducir la elevada huella de carbono que generan las criptomonedas, en particular en lo que se refiere a los mecanismos utilizados para validar las transacciones, los eurodiputados solicitaron a la Comisi¨®n que les someta una propuesta legislativa que incluya, antes del 2025, a la miner¨ªa de criptoactivos en la taxonom¨ªa de la UE, que califica a una actividad como medioambientalmente sostenible.
El Parlamento Europeo aprovecha el debate de MiCA para subrayar que la miner¨ªa de criptoactivos no es la ¨²nica industria que consume ingentes recursos energ¨¦ticos no respetuosos con el clima, y solicita a la Comisi¨®n que trabaje en una legislaci¨®n que aborde estas cuestiones en los distintos sectores. Las industrias de los videojuegos y el entretenimiento o los centros de proceso de datos estar¨ªan en esa situaci¨®n tambi¨¦n.
Si bien no hay una equivalencia completa entre la producci¨®n de energ¨ªa ecosostenible y los problemas de suministro energ¨¦tico, este debate se?ala el problema esencial: la transformaci¨®n digital necesita energ¨ªas limpias, pero primero necesita energ¨ªa para funcionar. Ahora que el racionamiento est¨¢ encima de la mesa, cualquier dise?o de cualquier producto digital ha de responder a las cuestiones de si es necesario o si es una ocurrencia m¨¢s de Silicon Valley y si es energ¨¦ticamente sostenible y m¨¢s eficiente desde esta perspectiva que un proceso offline. En el supuesto de que sea altamente eficiente o presente ventajas evidentes con respecto a un proceso f¨ªsico, ?podemos dise?arlo para ahorrar energ¨ªa? Y, lo m¨¢s importante, ?tiene un respaldo f¨ªsico en caso de que no haya energ¨ªa o haya cortes prolongados?
Hace cuatro a?os advert¨ª de lo cr¨ªtica que es la energ¨ªa para el mundo conectado que hemos construido, hasta ponerme en el escenario catastr¨®fico de los cortes de energ¨ªa prolongados que llevar¨ªan a no tener acceso a pr¨¢cticamente ning¨²n servicio, muchos de ellos cr¨ªticos, a los que estamos acostumbrados. Si decidimos usar dinero electr¨®nico y solventamos los problemas evidentes de privacidad antes, ese dinero tendr¨ªa que estar disponible para un intercambio sin conexi¨®n. Y, aun as¨ª, necesitar¨ªa energ¨ªa para acceder a ¨¦l desde un dispositivo fr¨ªo o desde el wallet (cartera) de un m¨®vil. Lo que nos lleva a que la digitalizaci¨®n necesita respaldo, y, ahora m¨¢s que nunca, respaldo en un escenario de energ¨ªa cara y limitada.
No todo van a ser malas noticias. Esta visi¨®n de la digitalizaci¨®n desde la seguridad y el ahorro energ¨¦tico podr¨ªa tener una derivada interesante: si ahorramos desconectando o adelgazando los procesos de rutinas extractivas que no tienen valor para el proceso en s¨ª, ?qu¨¦ van a hacer los grandes titanes de los datos que basan su modelo en que estemos permanentemente encendidos y conectados y que se han crecido en un mundo de abundancia? A lo mejor la falta de electricidad nos da la alegr¨ªa de la vuelta de la privacidad.
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