Compartes tu resumen de Spotify, pero ?mostrar¨ªas tambi¨¦n el de Google o Facebook?
Los usuarios de la plataforma exhiben alegremente estos d¨ªas parte de la informaci¨®n que la empresa recoge de ellos. Pero hay otros datos que tambi¨¦n tienen y que quiz¨¢s no nos guste tanto airear
Las redes sociales se inundan estos d¨ªas de una explosi¨®n de colores, formas geom¨¦tricas y postureo. La gente comparte las capturas que m¨¢s le interesan de Spotify Wrapped, el resumen anual del consumo que elabora para cada usuario la plataforma de streaming musical. Las motivaciones son diversas: sentirnos ¨²nicos, mostrar que nuestros gustos son lo m¨¢s, llamar la atenci¨®n.
Hay que reconocer que lo que ha conseguido Spotify t...
Las redes sociales se inundan estos d¨ªas de una explosi¨®n de colores, formas geom¨¦tricas y postureo. La gente comparte las capturas que m¨¢s le interesan de Spotify Wrapped, el resumen anual del consumo que elabora para cada usuario la plataforma de streaming musical. Las motivaciones son diversas: sentirnos ¨²nicos, mostrar que nuestros gustos son lo m¨¢s, llamar la atenci¨®n.
Hay que reconocer que lo que ha conseguido Spotify tiene mucho m¨¦rito. Sus usuarios exhiben con orgullo algunos de los datos que la compa?¨ªa ha extra¨ªdo de sus h¨¢bitos de escucha, haci¨¦ndoles de forma gratuita una tremenda campa?a de marketing. El fen¨®meno tiene implicaciones desde el punto de vista de la privacidad. Quienes comparten su Wrapped no solo saben que Spotify recoge y analiza datos sobre su vida (cantidad de horas y en qu¨¦ momentos del d¨ªa en que se escucha m¨²sica, bandas y podcasts favoritos, estilos preferidos), sino que adem¨¢s no tienen reparo en hacerlos p¨²blicos.
?Har¨ªan lo mismo con el resto de informaci¨®n que almacena Spotify, pero que no muestra en el resumen anual? La plataforma no solo sabe el nombre, direcci¨®n o edad de sus ac¨®litos. Los gustos musicales dicen mucho de las personas. M¨¢s de lo que puede parecer. Si durante todo el d¨ªa escuchas heavy metal pero por la tarde prefieres canciones infantiles, muy probablemente estamos ante un padre o madre. Si el streaming deja de funcionar a la hora del partido, es posible que tengamos delante a un aficionado al f¨²tbol. Si a primera hora o por la tarde se escucha m¨²sica muy r¨ªtmica que rompa con el consumo habitual, el sujeto puede ser un runner o deportista.
La compa?¨ªa de origen sueco hace lo que en su pol¨ªtica de privacidad califica como ¡°inferencias¡±: a partir de tus patrones de consumo musical y estilos preferidos, los analistas de datos y soci¨®logos de la empresa desarrollan perfiles con determinados rasgos de car¨¢cter. Puede determinar cu¨¢ntas probabilidades tiene un usuario de ser atrevido o t¨ªmido, m¨¢s o menos sociable o hasta si es de izquierdas o derechas. Llega a estas conclusiones con enrevesados modelos estad¨ªsticos basados en correlaciones de datos muy variados.
Spotify elabora an¨¢lisis matem¨¢ticos de las canciones, examinando ritmos, tempos y melod¨ªas, e investiga qu¨¦ valores se asocian a cada banda o tema disponible. Asigna de ese modo un valor a cada tema, que a su vez da lugar a otro valor cuando se combina con el de las canciones incluidas en las listas de los usuarios. Toda esa informaci¨®n se cruza con los datos recogidos sobre el usuario por la propia plataforma o por terceros, como Facebook. Una investigaci¨®n del New York Times revel¨® en 2018 que la red social de Mark Zuckerberg compart¨ªa datos sensibles de sus usuarios con unas 150 compa?¨ªas, entre ellas Spotify.
?Y por qu¨¦ hace todo esto? Spotify, como tantas otras tecnol¨®gicas, analizan y ordenan todo ese torrente de informaci¨®n de sus usuarios para que los anunciantes puedan mostrar su publicidad a un p¨²blico que encaje con lo que venden. As¨ª funciona la llamada publicidad segmentada o dirigida, la piedra de toque de la econom¨ªa digital moderna.
Spotify comparte por defecto tus datos con Facebook, a menos que le digas que no. Tambi¨¦n usa la informaci¨®n sobre tu consumo de m¨²sica para servirte publicidad personalizada. Esta opci¨®n se puede desactivar tambi¨¦n, aunque no del todo: la plataforma dejar¨¢ de compartir con los anunciantes datos ¡°acumulados¡± sobre ti, pero se te seguir¨¢n mostrando anuncios ¡°basados en la informaci¨®n de registro de Spotify y en tus datos de uso en tiempo real¡±.
Hay un indicador que sirve para hacerse una idea de la sofisticaci¨®n de los an¨¢lisis de datos personales que hacen las tecnol¨®gicas: la extensi¨®n de los t¨¦rminos y condiciones del servicio. El texto que figura encima de esa pesta?a que solemos aceptar sin leer cada vez que instalamos una aplicaci¨®n. Spotify ofrece un documento de 8.600 palabras, lo que equivale a unos 35 minutos de lectura. El doble que Facebook, Amazon o YouTube, tres veces m¨¢s que Instagram o Netflix y muy por delante de Twitter, LinkedIn o Tinder. Solo le supera Microsoft, que marca r¨¦cord con 17.000 palabras y m¨¢s de una hora de lectura.
Pero el furor de los Wrapped de Spotify plantea otra pregunta interesante. Quienes lo comparten en redes, ?har¨ªan lo mismo con el resumen anual que elaboraran otras grandes plataformas? Google tiene mucha informaci¨®n sobre ti. Una vez m¨¢s, la usa para servirte anuncios que te puedan interesar. Pero tambi¨¦n sabe d¨®nde y con qui¨¦n estuviste anoche, qu¨¦ tipo de porno te gusta y si realmente te fuiste de viaje de empresa esos d¨ªas que estuviste ausente. Meta, empresa matriz de Facebook, Instagram y Whatsapp, conoce tu rango salarial y si votas a la derecha aunque pretendas ser de izquierdas.
Las fichas resumen podr¨ªan salir de lo m¨¢s entretenidas. Servir¨ªan para entender hasta qu¨¦ punto estamos escrutados en la era digital. Y quiz¨¢s tambi¨¦n habr¨ªa gente dispuesta a compartirlas.
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