La red X, de Elon Musk, es una plataforma para el ¡°abuso pol¨ªtico¡± al relegar a los moderados y tratarlos como enemigos
Un nuevo estudio revela el uso de esta herramienta para limitar con ¡°mensajes t¨®xicos¡± el di¨¢logo democr¨¢tico en nueve pa¨ªses, incluida Espa?a. Usuarios del medio del magnate abandonan y recurren a alternativas
El ascenso del magnate Elon Musk al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en sus siglas en ingl¨¦s) de EE UU tras la victoria de Donald Trump no es casualidad ni solo fruto de sus aportaciones econ¨®micas a la campa?a del candidato republicano, calculadas en 200 millones de d¨®lares. Musk facilit¨® el arma favorita de los populismos: la red social X. Un nuevo estudio en nueve pa¨ªses, incluida Espa?a, se?ala que esta es una plataforma del abuso o mal uso (abuse) pol¨ªtico. El trabajo destaca que esta ¡°caracter¨ªstica clave¡± la utilizan tanto simpatizantes de izquierda como de derecha para relegar a los adversarios, discrepantes o moderados y tratarlos como ¡°enemigos¡±. Muchos usuarios de la red del magnate han comenzado a abandonar la plataforma y recurrir a alternativas como Threads y Bluesky.
El trabajo, publicado por Nature Communications y dirigido por la Escuela de Ciencia y Tecnolog¨ªa City St. George¡¯s, de la Universidad de Londres, con la colaboraci¨®n del instituto Alan Turing, ha analizado 375 millones de interacciones en X durante un d¨ªa de septiembre de 2022, para analizar la comunicaci¨®n pol¨ªtica en nueve pa¨ªses: Canad¨¢, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Espa?a, Turqu¨ªa, Reino Unido y Estados Unidos. La conclusi¨®n es com¨²n en todas las naciones analizadas: ¡°El abuso [pol¨ªtico] mantiene una estructura com¨²n de aliados-enemigos¡± y ¡°los individuos que se desv¨ªan del discurso de un determinado partido son tratados r¨¢pidamente como si fueran enemigos¡±.
El mecanismo no es solo a partir de la adhesi¨®n o rechazo o de compartir el mensaje, sino tambi¨¦n, y especialmente, mediante la toxicidad del contenido. ¡°Las publicaciones que mencionan a los oponentes pol¨ªticos son m¨¢s t¨®xicas que las que se refieren a los aliados¡±, seg¨²n el estudio, que resalta que la virulencia se manifiesta m¨¢s en la conversaci¨®n pol¨ªtica que en cualquier otra.
De esta forma, los autores ampl¨ªan los perjuicios de la red social, que muchos estudios restringen al fen¨®meno conocido como ¡°burbuja¡± o ¡°c¨¢maras de eco¡±, que consiste en la exposici¨®n exclusiva a contenidos coincidentes con sus prejuicios. Para los investigadores, los efectos son mayores, ya que X permite la comunicaci¨®n entre grupos de diferente ideolog¨ªa, ¡°pero la naturaleza de esta comunicaci¨®n suele ser abusiva¡±. ¡°Los modelos psicol¨®gicos sugieren que esto podr¨ªa inducir un ciclo de refuerzo que puede empeorar la interacci¨®n y la polarizaci¨®n a lo largo del tiempo¡±, admite el trabajo.
Este mal uso de la red se debe a lo que se denomina ¡°polarizaci¨®n afectiva¡±, un fen¨®meno que hace referencia a c¨®mo los partidarios de una determinada ideolog¨ªa solo expresan ¡°sentimientos y emociones negativas hacia los miembros de partidos pol¨ªticos opuestos¡±.
Espa?a no es diferente
La situaci¨®n espa?ola es similar, a pesar del peso pol¨ªtico de m¨¢s formaciones pol¨ªticas frente al bipartidismo de pa¨ªses como Estados Unidos. ¡°El aspecto interesante con Espa?a es, en cierto sentido, lo convencional que es¡±, resalta Max Falkenberg, del Departamento de Ciencia de Redes y Datos de la Universidad Centroeuropea y autor principal del estudio.
¡°En todos los casos¡±, explica el investigador, ¡°sigue el patr¨®n que vemos en los otros ocho pa¨ªses. Esto es sorprendente porque Espa?a es un estado multipartidista, a diferencia de Estados Unidos, donde solo hay dos formaciones pol¨ªticas principales. A pesar de la participaci¨®n de un gran n¨²mero de partidos diferentes en Espa?a, las interacciones son estructuralmente similares a un sistema bipartidista: los pol¨ªticos de la izquierda pol¨ªtica se agrupan en un lado de la discusi¨®n y los partidos de la derecha, en el otro. M¨¢s concretamente, vemos muchas interacciones compartidas entre pol¨ªticos asociados a Podemos y PSOE. Del mismo modo, vemos muchas interacciones compartidas entre pol¨ªticos de Vox y Ciudadanos [los datos del estudio se recogieron en 2022, durante la decadencia de este ¨²ltimo partido]¡±.
¡°Aparte de esto, vemos el patr¨®n com¨²n de que las interacciones a trav¨¦s de la divisi¨®n pol¨ªtica son m¨¢s t¨®xicas que las interacciones con individuos pol¨ªticamente alineados. Tambi¨¦n encontramos que tanto la izquierda como la derecha son responsables de atacar a sus oponentes con mensajes pol¨ªticamente abusivos¡±, a?ade Falkenberg.
Para Andrea Baronchelli, profesor de matem¨¢ticas en City St George¡¯s y director de la investigaci¨®n, esta conclusi¨®n com¨²n en los nueve pa¨ªses es fundamental: ¡°Nuestra investigaci¨®n revela un atractivo clave de las grandes plataformas como X [antes Twitter]: la oportunidad de participar en intercambios agresivos con oponentes pol¨ªticos, a diferencia de las plataformas m¨¢s peque?as que simplemente permiten conversaciones entre usuarios de ideas afines. Este trabajo confirma que la tendencia se extiende en todos los pa¨ªses, lo que sugiere una sociedad en la que el otro es visto solo como un oponente y la escucha se reserva para los aliados [afines]¡±.
Y la situaci¨®n puede empeorar, aunque ser¨¢ dif¨ªcil saberlo por las restricciones de acceso a los datos impuestas por Elon Musk tras la adquisici¨®n de la plataforma, seg¨²n advierte el autor principal del estudio: ¡°Ya no tenemos acceso a los datos de alta calidad necesarios para estudiar estos temas. Esta falta de transparencia es democr¨¢ticamente problem¨¢tica y de gran preocupaci¨®n si queremos mejorar la calidad de la comunicaci¨®n pol¨ªtica en l¨ªnea¡±.
Esta restricci¨®n afecta a una de las limitaciones que reconocen los propios autores del estudio: el ¨¢mbito de investigaci¨®n se ha limitado a un d¨ªa y a nueve pa¨ªses de un entorno determinado, por lo que no determina el discurrir de la conversaci¨®n pol¨ªtica a lo largo del tiempo ni es aplicable a pa¨ªses de otros continentes.
No obstante, Baronchelli afirma que el compromiso de su equipo es ¡°continuar estudiando impactos m¨¢s amplios¡± por las implicaciones perjudiciales para la vida democr¨¢tica en plataformas como X.
En este sentido, el estudio discrepa de la idea de que las redes reflejan una divisi¨®n subyacente en la sociedad y considera que, por el contrario, la alimenta con graves consecuencias: ¡°Una polarizaci¨®n severa puede sofocar el debate, impulsar la animosidad entre grupos y resultar en un retroceso democr¨¢tico o en violencia¡±.
Abandonos en X y crecimiento de redes alternativas
Es una de las razones para que el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, advirtiera a X de su uso para difundir desinformaci¨®n y contenidos ilegales en el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª. Breton record¨® a Elon Musk que la plataforma debe seguir la ley europea de servicios digitales, que establece obligaciones sobre la moderaci¨®n de los contenidos. Igualmente lo hizo el Gobierno de Brasil, que lleg¨® a suspender la plataforma temporalmente.
Al margen de las reacciones gubernamentales, algunos usuarios de X, como el peri¨®dico The Guardian ayer o La Vanguardia este jueves, est¨¢n abandonando la red de Elon Musk o recurriendo a plataformas alternativas, como Threads y Bluesky, para sus conversaciones en las redes sociales.
Tambi¨¦n personajes populares, como la actriz Jamie Lee Curtis, se ha sumado al reguero de bajas de X. ¡°Dios, conc¨¦deme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar. Valor para cambiar las cosas que s¨ª puedo. Y la sabidur¨ªa para reconocer la diferencia¡±, escribi¨® la actriz en Instagram, donde ha comunicado su baja de la red de Elon Musk.
El festival internacional de cine de Berl¨ªn (Berlinale) tambi¨¦n ha anunciado el fin del uso de la plataforma a final de a?o. ¡°La Berlinale ha decidido despedirse de X el 31 de diciembre de 2024. Gracias por seguirnos todos estos a?os. Mant¨¦ngase conectado con todo lo relacionado con la Berlinale a trav¨¦s de Instagram, Facebook, LinkedIn, YouTube y nuestro sitio web. Nos vemos all¨ª¡±, ha publicado la organizaci¨®n.
Las alternativas a X han experimentado fuertes crecimientos de usuarios. Bluesky, fundada por el exdirector general de Twitter Jack Dorsey, asegura haber superado los 14 millones de usuarios, de los que casi un 10% ha llegado tras la victoria de Trump y procede de Estados Unidos, Canad¨¢ y el Reino Unido.
¡°Estamos observando un aumento de los niveles de actividad en todas las formas de participaci¨®n¡±, dijo en un correo electr¨®nico Emily Liu, una portavoz de la empresa, a The New York Times. Entre los usuarios nuevos o recientemente activos en la plataforma se encuentran famosos, como el rapero Flavor Flav o el escritor John Green, figuras pol¨ªticas y personalidades de los medios de comunicaci¨®n. ¡°Hola mundo menos odioso¡±, public¨® el martes Mark Cuban, el multimillonario y simpatizante de Kamala Harris.
Threads, la plataforma creada por Meta para competir con X, ha informado de que este mes ha alcanzado los 275 millones de usuarios activos mensuales.
Ning¨²n portavoz o representante de X ha respondido a la petici¨®n por parte de este medio de una r¨¦plica al estudio publicado en Nature Communications.