La pareja que cocin¨® gratis y reinvent¨® su negocio
A punto de perder su local de gastronom¨ªa sostenible durante el confinamiento, esta australiana y este italiano apostaron todo a una ecuaci¨®n: clases de cocina en l¨ªnea a cambio de donaciones a voluntad v¨ªa plataformas de pago. Funcion¨®
Ella Galt y Alberto Zanrosso se conocieron en Barcelona a trav¨¦s de una plataforma online de encuentros gastron¨®micos hace siete a?os. Ambos hab¨ªan llegado a Espa?a en 2011; ¨¦l, desde un peque?o pueblo de los Dolomitas llamado Thiene, al norte de Italia; ella, desde Melbourne (Australia). Los dos, apasionados de la comida, ofrec¨ªan en sus casas peque?as experiencias culinarias concertadas a trav¨¦s de ese sitio web. Se encontraron en una de ellas¡ y nunca m¨¢s se separaron. Cuando se mudaron juntos, buscaron un piso con un sal¨®n mucho m¨¢s grande para organizar cenas y clases de cocina. Sus comensales, que reservaban y pagaban en l¨ªnea, aumentaron tanto que debieron buscar un local y, con ello, cumplieron el sue?o de arrancar un negocio gastron¨®mico sostenible al que bautizaron como Bear On Bike. El confinamiento causado por la covid-19 les puso un palo en la rueda.
¡°?Nuestro negocio se basaba en que la gente estuviera junta!¡±, explican. ¡°Ten¨ªamos claro desde el principio que ¨ªbamos a sufrir. Nos planteamos que hasta septiembre no tendr¨ªamos trabajo e intentamos ver cu¨¢l podr¨ªa ser la soluci¨®n para tener un ingreso¡±, cuenta Zanrosso. Por ello comenzaron con clases de cocina gratis y en l¨ªnea, algo que nunca hab¨ªan hecho antes. ¡°Sab¨ªamos que por entonces la situaci¨®n era dif¨ªcil para todos y no cobr¨¢bamos por ello, pero deb¨ªamos pensar en c¨®mo sobrevivir como negocio y en c¨®mo volver tras el confinamiento. Necesit¨¢bamos una ayuda, pero no quer¨ªamos imponerla y dise?amos un sistema de donaciones. Muchas llegaron a trav¨¦s de PayPal¡±.
En tres meses, m¨¢s de 170 personas de todo el mundo acudieron virtualmente a la cocina de Ella, de 31 a?os, y Alberto, de 32, y aprendieron a hacer ?oquis, ricotta, tiramis¨², focaccia, pizzas, risotto o pan. ¡°Lo que m¨¢s nos gust¨®, adem¨¢s de ver c¨®mo hay gente de distintas partes con las que compartimos ideales, fue haberlas empoderado. ?Algunas no hab¨ªan cocinado en su vida y de pronto les hab¨ªamos dado el poder de hacer un pan o un chucrut!¡±, recuerdan. La gente empez¨® incluso a organizar fiestas o cumplea?os virtuales a trav¨¦s de las clases y a reunirse v¨ªa videollamada con familiares que estaban en otras casas, ciudades o pa¨ªses.
Los familiares italianos de Alberto fueron sus alumnos piloto. Ellos, oriundos de la regi¨®n de los Dolomitas, fueron de los primeros en sufrir el encierro (desde el 23 de febrero) e insistieron en cocinar juntos para mantener el contacto. ¡°Las clases sirvieron para potenciar ese lado social; hac¨ªa falta¡±, afirma Alberto. Desde el comienzo, todos los d¨ªas eleg¨ªa una canci¨®n italiana para acompa?ar las recetas, algo que todav¨ªa sigue haciendo. La de esta ma?ana es La libert¨¤, de Giorgio Gaber. ¡°La canci¨®n habla mucho de esta ¨¦poca en nuestra sociedad. Dice algo as¨ª como que la verdadera libertad no reside en poder trepar un ¨¢rbol o tener una opini¨®n de algo, sino en participar activamente como comunidad¡±.
El cambio empieza en la comunidad
Detr¨¢s de las masas de pizza o de c¨®mo amasar un ?oqui se esconde una filosof¨ªa de vida. ¡°C¨®mo te acercas al mundo de la cocina es un acto pol¨ªtico. Bear On Bike comenz¨® con esta tendencia: fuimos de los primeros en hablar en Barcelona de producto ecol¨®gico, de sostenibilidad, de reducir el pl¨¢stico¡¡±, aseguran. Pero no es algo que quieran hacer solo cuando trabajan: ¡°Necesitamos compartir estas medidas que tomamos cada d¨ªa para mejorar nuestro presente y tener un futuro m¨¢as sostenible. Formar parte de una comunidad de personas que est¨¢n haciendo un cambio de verdad¡±. Bear On Bike solo utiliza material de productores ecol¨®gicos. ¡°Nos gusta trabajar sin intermediarios, repartir los pedidos en una bicicleta de carga; cuidamos cada detalle¡±, explica. Plataformas de pago como PayPal, que permiten el env¨ªo y la recepci¨®n de dinero directamente con los clientes y con los productores, favorecen estas iniciativas.
Las donaciones que recibieron en l¨ªnea les alcanzar¨¢n para mantener el negocio hasta septiembre ¨C¡±Nos han servido para pagar dos meses de alquiler y han sido constantes desde el comienzo¡±, detallan¨C pero ahora, durante el desconfinamiento, han frenado las clases por falta de demanda. ¡°La gente tiene ganas de salir y es entendible. A nosotros lo que m¨¢s nos gusta es pasar tiempo con nuestros amigos. Son nuestra fuente de inspiraci¨®n. Tenemos que entender que la vida no es solo el trabajo¡±, dicen. Alberto es un fan¨¢tico de los paseos en bicicleta y Ella disfruta como nadie de la improvisaci¨®n teatral. Cuando quieren ¡°hacer terapia¡± se van tres horas a su huerto en Gav¨¤ Mar. Luego vuelven a la ciudad, donde tambi¨¦n tienen un espacio gastron¨®mico de trabajo compartido y brindan, entre otras cosas, clases de cocina para inmigrantes no acompa?ados.
Alberto y Ella a¨²n no saben qu¨¦ har¨¢n despu¨¦s de septiembre. Econ¨®micamente no van bien. A pesar de las donaciones, su negocio se redujo en un 90% durante el confinamiento, pero su visibilidad ha crecido much¨ªsimo. Saben que deber¨¢n volver a reinventarse y atraviesan ese proceso. ¡°Queremos pensar en la mejor forma de que nuestra vida sea coherente con nuestros ideales sostenibles; queremos tambi¨¦n que nuestros amigos nos cocinen un plato de pasta. Nada especial¡±, resumen.
Las donaciones en l¨ªnea aumentaron durante la crisis
Sin la existencia de una plataforma de pago como PayPal, Alberto y Ella no habr¨ªan podido mantener su negocio con vida.
La cuarentena ha despertado un sentimiento de solidaridad muy grande en Espa?a. ¡°Muchos amigos que a¨²n cobraban su salario porque trabajan en remoto fueron los primeros en ayudarnos¡±, cuentan los creadores de la empresa de gastronom¨ªa sostenible Bear On Bike. Lo que coincide con ese 50% de espa?oles que afirma haber elegido las plataformas de pago online para enviar dinero a sus allegados durante el confinamiento, seg¨²n un estudio de PayPal producido por Ipsos.
Los pagos online son, adem¨¢s, la forma preferida a la hora de realizar donaciones: el 81% de los encuestados prefiere ahora hacer donaciones online, lo que supone un aumento del 10% con respecto a tiempos anteriores a la pandemia.