Cuando un alumno habla en persona con Alejandro Magno
El profesor genera sus propios contenidos. El alumno tiene su tutor personal en casa. La plataforma reconoce si flaquea en historia y lo estimula con el holograma de un h¨¦roe. Cuando la IA educativa sea fiable, terminar¨¢ por resetear el sentido del docente, del estudiante, el aula y la evaluaci¨®n. Del aprendizaje, en definitiva.
Si hubiese que resumir en un cambio todos los que propiciar¨¢ la IA educativa, ser¨ªa el de la formaci¨®n no solo personalizada, sino individual, alumno por alumno, profesor por profesor.
Traer a la realidad ese viejo ideal es un proceso acelerado, proyecta herramientas mucho m¨¢s evolucionadas de aqu¨ª a entre dos y cinco a?os. Ser¨¢n transversales a las generaciones y al sistema desde infantil a la universidad, incluido el adiestramiento de profesores, adem¨¢s de a la formaci¨®n profesional y a las plantillas en las empresas. Lo mismo al asumir tareas repetitivas que como impulso a la creatividad y la innovaci¨®n.
Para calibrar este calado, pero tambi¨¦n el riesgo de perder la oportunidad, deber¨ªamos entender que implica un cambio completo de conceptos. Con la IA, la educaci¨®n dejar¨¢ de centrarse en la transmisi¨®n de conocimientos, mucho m¨¢s all¨¢ de lo logrado por la expansi¨®n de internet, para enfocarse en la ordenaci¨®n y el an¨¢lisis. Mutar¨¢ por lo tanto la misi¨®n, y con ella la gesti¨®n, de los centros educativos y la relaci¨®n entre docentes y alumnos. El aprendizaje podr¨ªa enfocarse en ense?arles a ordenar la ingente informaci¨®n a la que tienen acceso, aprender a dudar de lo mal argumentado, contrastar en diversas fuentes y formar sus propias opiniones con esp¨ªritu cr¨ªtico.
Un ejemplo de sus efectos in¨¦ditos es que puede abrir nuevas salidas laborales para carreras de humanidades como psicolog¨ªa, filosof¨ªa, ¨¦tica, ling¨¹¨ªstica o pedagog¨ªa, porque una de las claves para gestionar y sacarle el mayor partido a la IA es su condici¨®n multidisciplinar. Esos profesionales podr¨ªan hacer falta en equipos m¨¢s diversos de empresas e instituciones.
Semejante promesa de cambio tambi¨¦n implica interrogantes. Las herramientas no son una panacea; para que funcionen, millones de usuarios tendremos que aprender a usarlas. Facilitar esa conversi¨®n a la escala necesaria requiere planificaci¨®n pol¨ªtica e inversi¨®n porque no son tecnolog¨ªas baratas. ?Llegar¨¢n a todos y llegar¨¢n a tiempo?
Al catedr¨¢tico Julio Gonzalo Arroyo, de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), uno de los mayores expertos espa?oles en procesamiento de lenguaje natural e IA, le gusta comparar a la generativa con ¡°el cu?ado que todo lo sabe¡± porque habla con autoridad de cualquier cosa, bas¨¢ndose en todo lo que ha le¨ªdo en su entrenamiento, y sin embargo su conocimiento es de momento superficial y no conviene fiarse demasiado de ella.
Pero el aterrizaje de los servicios tipo ChatGPT ha descolocado al sector. ¡°Con su llegada se rompi¨® el sistema educativo, todav¨ªa no podemos precisar el impacto real, lo iremos viendo cuando lleguen al mercado los chavales que ahora est¨¢n en secundaria. Est¨¢ claro, hay que cambiar tanto los m¨¦todos de aprendizaje como los de evaluaci¨®n¡±. Dice que esto es solo el principio, el potencial de la IA generativa es enorme, ¡°tanto para lo bueno como para lo malo¡±. Por ejemplo, el alumno puede preguntarle cualquier cosa a cualquier hora a esa especie de tutor personalizado y con paciencia infinita.
Tambi¨¦n es muy h¨¢bil... cometiendo errores
¡°Por desgracia, no es fiable, as¨ª que ese tutor, como fuente de autoridad, puede ser muy ¨²til en algunas ocasiones y muy perjudicial en otras¡±, a?ade Arroyo. ¡°En temas para los que hay much¨ªsima redundancia en los datos de entrenamiento, la probabilidad de que nos mienta es m¨¢s baja. Quiz¨¢s esto ocurre con las materias propias de secundaria o bachillerato. Pero, a medida que el conocimiento es m¨¢s especializado, la probabilidad de error aumenta significativamente¡±.
¡°Es cierto que sustituye a un mont¨®n de habilidades ¡ªcontin¨²a el catedr¨¢tico¡ª, pero la IA emula nuestra intuici¨®n, no nuestro pensamiento racional. En ciertos contextos esto es positivo, por ejemplo cuando un radi¨®logo examina una radiograf¨ªa y dice ¡®algo est¨¢ mal, aunque no s¨¦ decirte qu¨¦¡¯. Ah¨ª est¨¢ haciendo un diagn¨®stico intuitivo, basado en toda su experiencia profesional, y puede llegar a sitios donde un protocolo expl¨ªcito de an¨¢lisis no llega¡±. ¡°Como asistente, est¨¢ probado que la IA puede mejorar la productividad en muchas ¨¢reas, aunque no de la misma forma para todas las personas. En general, parece ser m¨¢s ¨²til para las menos expertas o eficientes que para las m¨¢s expertas¡±.
Un estudio de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU), de 2023, se?ala que el 76,4% de los usuarios de IA generativa est¨¢ satisfecho o muy satisfecho con la fiabilidad de sus resultados. Algo parecido concluye otro informe internacional del Instituto de Investigaci¨®n de Capgemini: el 73% de los consumidores mundiales conf¨ªa en los contenidos creados por la IA generativa. ¡°Un problema enorme porque es una percepci¨®n equivocada¡±, resalta Arroyo, y que adem¨¢s comparten muchas personas altamente cualificadas.
La IA emula nuestra intuici¨®n, no nuestro pensamiento racionalJulio Gonzalo Arroyo, catedr¨¢tico de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED)
Por ejemplo el inform¨¢tico brit¨¢nico Geoffrey Hinton, padrino de la IA galardonado con el Premio Turing 2018 por su trabajo en aprendizaje profundo. De hecho, renunci¨® a trabajar para Google por los peligros que aprecia en estas nuevas tecnolog¨ªas. Sin embargo, ¡°Hinton defiende que la IA es inteligente de verdad. As¨ª que no es solo un problema de los usuarios: es que ni siquiera nos ponemos de acuerdo entre los expertos¡±, apunta Arroyo.
El presidente de IE University y profesor de Direcci¨®n Estrat¨¦gica, Santiago ??iguez de Onzo?o, se suma al grupo de los optimistas, siempre que se cumplan unos requisitos previos: ¡°Ante el gran reto de la IA, es vital desarrollar el esp¨ªritu cr¨ªtico de los alumnos. Pasaba ya, pero ahora va a ser absolutamente necesario, y en todos los niveles educativos¡±.
Docentes, los primeros alumnos
Seg¨²n ??iguez, es imprescindible preparar a todo el claustro de profesores para transmitir a los alumnos esa capacidad. ¡°Hay que ver c¨®mo integramos ese conocimiento en la educaci¨®n, y paralelamente en el ¨¢mbito laboral. C¨®mo analizan estos programas o critican la estrategia de las empresas o c¨®mo intervienen en ¨¢reas como las artes visuales o el dise?o creando obras de arte, por ejemplo¡±.
Para este experto, el aspecto diferencial reside en usarla de forma eficiente y el valor a?adido de la personalizaci¨®n. Ver c¨®mo resuelve las consultas o hace informes o dict¨¢menes, y de qu¨¦ forma evoluciona ¡°para dar el salto de la l¨®gica actual en la que se basa el procesamiento de datos a un uso m¨¢s contextual¡±. ¡°Lo importante es que da acceso a gran cantidad de datos e informes y nos sirve para enriquecer el proceso de aprendizaje. Pero hay que garantizar la veracidad de los datos¡±.
??iguez vaticina que la IA podr¨ªa ser m¨¢s emp¨¢tica que la mayor¨ªa de los profesores. Adem¨¢s interact¨²a, ¡°puede ser estimulante, provocativa y animadora durante el proceso de aprendizaje frente al cansancio que pueden padecer los docentes¡±. ¡°Lo que est¨¢ por ver es si reemplazar¨¢ competencias, si puede sustituir completamente la genialidad, por ejemplo, de un profesor estrella¡±.
Hoy viene a clase el conquistador de medio mundo
?Alg¨²n ejemplo de esa cualidad estimulante? ¡°La suplantaci¨®n de im¨¢genes, la aparici¨®n de descendientes o personajes hist¨®ricos como Alejandro Magno que hablen directamente al alumno en el aula, con la realidad aumentada. Esto puede potenciar su inter¨¦s por la lectura¡±. Para ??iguez, ¡°los propios profesores pueden hacerse emprendedores, elaborar sus propios contenidos¡±. Eso s¨ª, ¡°los gobiernos auton¨®micos deben apostar ya por formar a los docentes, a diferentes velocidades y en todos los niveles educativos a la vez... Que las universidades puedan innovar, formar m¨¢s en habilidades. Los graduados necesitan formaci¨®n, pero tambi¨¦n virtudes, porque la ense?anza es cada vez m¨¢s anal¨ªtica, social y emocional¡±.
Tambi¨¦n se necesitan equipos multidisciplinares, desde la filosof¨ªa a la ling¨¹¨ªstica, que trabajen junto a los programadores creando contenidos. ¡°Ya no son de recibo las maneras de ense?ar rudimentarias, ir a clase a tomar apuntes¡±, apunta ??iguez. ¡°La clase es para interactuar, discutir, plantear dudas, escribir sobre el tema que el docente les pide que trabajen¡±.
El orientador personal vive en tu casa
Para Juan Cigarr¨¢n, ex vicerrector de Tecnolog¨ªa de la UNED y experto en IA aplicada a la educaci¨®n, la penetraci¨®n de esta tecnolog¨ªa obliga a establecer modelos capaces de personalizar la ense?anza y realizar un seguimiento de cada estudiante para ir gui¨¢ndole, aunque ese alumno tambi¨¦n gestione su camino. ¡°Es como tener un profesor particular que vigila el proceso de estudio, va detectando sus dificultades y le ayuda con sus dudas¡±. El sistema podr¨¢ construir un itinerario individual que adapta el aprendizaje al ritmo de cada alumno, va elevando el nivel y ofrece al profesor humano toda la informaci¨®n sobre avances, dificultades y tasas de ¨¦xito. Un proceso din¨¢mico donde los docentes podr¨¢n ajustar los contenidos a lo largo del curso.
¡°Al profesor le permite centrarse en hacer bien su trabajo, le gu¨ªa, le evita ir alumno por alumno porque recibe la informaci¨®n directamente de sus resultados. Y al estudiante le estimula con ejercicios y explicaciones a su nivel, detecta lo que necesita entrenar m¨¢s. Puede ser la ense?anza personalizada de verdad¡±, resume Cigarr¨¢n.
Por ejemplo, un profesor le pide a ChatGPT que le estructure un curso en asignaturas de humanidades, con diferentes niveles de dificultad y ejemplos digitales. Adem¨¢s de minimizar el tiempo necesario para lograrlo, puede corregirlo, perfilarlo y volver esa tarea m¨¢s creativa. Respecto al peligro del plagio, Cigarr¨¢n opina que ¡°las herramientas actuales para detectarlo no son todav¨ªa fiables¡±, adem¨¢s ¡°la IA es capaz de plagiarse a s¨ª misma, con lo cual difunde ese plagio¡±.
Ser¨¢ menos inteligente si no sabes usarla
De momento, los mayores avances son futuribles. Antes hay que analizar c¨®mo introducir estas herramientas en el aula y dotar a profesores y estudiantes de las competencias digitales necesarias. A¨²n no existe, seg¨²n Cigarr¨¢n, un modelo sistematizado, pero s¨ª diversos equipos de investigadores que trabajan para crear rutas de aprendizaje. Otra tarea tecnol¨®gica por hacer es adaptar las plataformas de aprendizaje ya existentes, como LMS, Mudar, Cambas Black Board o Google Classroom, para que el profesor pueda desarrollar contenidos y los estudiantes, seguirlos de la forma m¨¢s transparente posible.
Daniel Arribas, responsable de Research en una multinacional tecnol¨®gica, tambi¨¦n aporta una visi¨®n optimista, con precauciones. Igual que aprendimos a filtrar con buscadores, aprenderemos a hablar con los modelos LLM (Large Language Models) y darles instrucciones para resolver problemas. ¡°Esto va a enriquecer el conocimiento much¨ªsimo porque vamos a pasar de un aprendizaje memor¨ªstico a uno m¨¢s razonado¡±, se?ala Arribas. ¡°Permitir¨¢ estimular la creatividad hasta l¨ªmites que todav¨ªa no podemos imaginar¡±.
La generaci¨®n de ninjas digitales
¿A partir de qué edad los niños deberían aprender el uso de la IA? “Si se les digitaliza desde los 10 u 11 años, pueden ser herramientas muy útiles”, responde Juan Cigarrán, especialista en IA aplicada a la educación. Sin embargo, los más pequeños, con tres o cuatro años, ya pueden convivir con las primeras aplicaciones de forma progresiva, porque en el plazo de un lustro “habrá programas mucho más sofisticados que los actuales", apunta el experto.
Estamos hablando de la primera cohorte IA, de la generación Alfa nacida a partir de 2010, cuya principal diferencia con la precedente generación Z es su convivencia con una IA generativa que les resultará más intuitiva, más natural. De ahí que les apliquen la etiqueta de “ninjas digitales” como un paso evolutivo más allá de la de nativos digitales.
El decano de la escuela de Ciencia y Tecnología de IE University, Ikhlaq Sidhu, también insiste en la profundidad del cambio de modelo: “El papel del maestro es facilitar los problemas y luego proporcionar el entorno de apoyo para que los estudiantes aprendan, lo que incluirá las diferentes herramientas que facilitará la IA”.