La creatividad que viene
Los ilustradores gr¨¢ficos Coco D¨¢vez (Madrid) y Pablo Delc¨¢n (Menorca) hablan en este reportaje de la competencia de la GenIA, de su proceso de adaptaci¨®n, de pros (agilidad, capacidad, posibilidad) y contras (est¨¦tica sin pulso, artificiosa). En las obras que se muestran ponen a prueba la asistencia de la IA.
Coco D¨¢vez
El tiempo ha puesto a Coco D¨¢vez en estas p¨¢ginas. Dice que si le hubi¨¦semos propuesto participar hace unos meses, cuando estaba reciente el estreno de varias aplicaciones generativas, ard¨ªa el debate en el gremio de creadores y se ve¨ªa a s¨ª misma defender sus pros, sus posibilidades, quiz¨¢, por cansancio, hubiera dicho lo siento, pero no. ?Qu¨¦ ha cambiado? ¡°Que tal vez hemos empezado a normalizar la IA o hemos empezado a adaptarno¡±.
Vaya por delante: desde una perspectiva com¨²n, comparte la preocupaci¨®n de tantos colegas por la competencia, a veces desleal, de la IA generativa. Considera imprescindible la regulaci¨®n de m¨²ltiples aspectos ¡°para que esto no se vaya de las manos¡±. Pero desde su relaci¨®n personal tambi¨¦n se siente estimulada por ella, eso s¨ª, ¡°como herramienta, como asistente, no como fin¡±.
Una instalaci¨®n impensable en medio de la ciudad
¡°Me ha dado algo muy bueno que quiz¨¢ me faltaba en los ¨²ltimos a?os: la sensaci¨®n de juego, de sentirme muy nueva en algo. Me hace volar la imaginaci¨®n¡±. Por ejemplo en el salto de escala creativa, de variaciones buscadas o aleatorias, y en la ruptura de l¨ªmites.
Empez¨® pidi¨¦ndole bocetos para proyectos sencillos, un cuadro, una fotograf¨ªa, pero al ver esa capacidad enseguida pens¨® usarla precisamente para bocetar lo impensable, ¡°por ejemplo una gran escultura en el medio de la ciudad¡±. Aunque no se haga realidad f¨ªsica ¡°por falta de medios, presupuesto o contactos, es la oportunidad de mostrarle al mundo lo que tengo en la cabeza¡±.
Me ha dado algo muy bueno que quiz¨¢ me faltaba en los ¨²ltimos a?os: la sensaci¨®n de juego, de sentirme muy nueva en algo, me hace volar la imaginaci¨®nCoco D¨¢vez, ilustradora gr¨¢fica
Bueno, parte del mundo, la que corresponde al centro de Madrid, ya ha visto hecho realidad el contenido de esa cabeza. Un hotel le propuso decorar, como decora una artista, un ¨¢rbol navide?o, pero D¨¢vez contra-propuso ornamentar la monumental escalera del vest¨ªbulo, ¡°una especie de muelle gigant¡±, con bolas ascendentes por el hueco de la espiral. Sali¨® de su cabeza, pero tambi¨¦n ¡°de estar muchas horas con la IA proponiendo cosas que te sacan de tu zona de confort¡±. ¡°Qui¨¦n sabe, tal vez ese proyecto me ayude a hacer una instalaci¨®n inmersiva en Shanghai¡±.
La instalaci¨®n de estas p¨¢ginas no pasa por ahora de imagen IA, pero tiene una historia que contar. Hac¨ªa tiempo le daba vueltas a dise?ar una estructura geom¨¦trica con cristales de colores para reflejar la variaciones de luz solar en un desierto. Le sonaba vagamente esa imagen imaginada, tanto que temi¨® estar plagiando algo ajeno. Hasta que se dio cuenta de que s¨ª, estaba plagiando, pero a s¨ª misma, cuando encontr¨® en un caj¨®n del estudio unas acuarelas de hace a?os con esa misma idea inicial, una especie de minerales con facetas coloreadas.
¡°Los hab¨ªa olvidado por completo, pero de alguna manera se quedaron grabados en el subconsciente y ahora es como si los hubiese querido atraer. Es curioso c¨®mo plantamos una semilla en un sitio y mucho despu¨¦s germina con otra forma¡±. Ese proyecto IA quiz¨¢ est¨¦ camino de materializarse como la escalera navide?a: un amigo acaba de decirle que ha comprado 200 acres des¨¦rticos en EE UU para construir un hotel. Ah¨ª lo deja.
Traducir en pura precisi¨®n una idea subjetiva
Cuando detalla c¨®mo aprovecha la tecnolog¨ªa, lo hace de una forma m¨¢s precisa que antes de usarla. Es el beneficio colateral de tener que explicarle de una forma clara, estructurada y con matices exactamente qu¨¦ quiere, cuando al principio puede que ni D¨¢vez lo sepa. ¡°Sin una mente que piense una idea, la IA por s¨ª misma no hace nada. Pero, ?c¨®mo describir con palabras esa idea para que se traduzca en la imagen que necesitas? Es un reto, tienes que desintegrarla y saber exactamente qu¨¦ pedirle. En ese sentido, tambi¨¦n me ha expandido la mente porque la descripci¨®n es un arte¡±.
?Cu¨¢nto de aleatorio hay en las asociaciones de las redes neuronales humanas? Mucho, seguramente. Es natural que tambi¨¦n ocurra con la IA si imita ese mismo proceso cognitivo. Como el sue?o de la raz¨®n, ¡°la IA a veces fabrica monstruos, fallos que divierten o inquietan, pero que tambi¨¦n pueden conducir el proceso creativo por caminos inesperados¡±.
Adem¨¢s, ¡°suele pecar de demasiado perfecta, demasiado est¨¦tica, le falta vida. El otro d¨ªa no s¨¦ d¨®nde escuch¨¦ que el error es el nuevo lujo. Tal vez sea por estar tan rodeados de pantallas, de tecnolog¨ªa, que de pronto lo artesano florece. Tal vez tambi¨¦n traiga eso, que de repente quieras algo humano, y punto¡±.
¡°Y a ver qu¨¦ pasa si lo alimento ¨²nicamente as¨ª, de m¨ª misma, de las im¨¢genes de mis propios proyectos [est¨¢ desarrollando sus propios software IA], a ver qu¨¦ posibilidades ofrece. Porque eso es muy importante en general en la vida, ?no? Que alguien o algo o t¨² misma te permitas la posibilidad¡±.
Pablo Delc¨¢n
El prompt es muy simple: ¡°Artista frustrado¡±. Tambi¨¦n es sencilla la imagen que ilustra esa indicaci¨®n. En un estilo de c¨®mic con trazo grueso, esquem¨¢tico, como lanzado contra el papel, el citado artista expresa su frustraci¨®n frente a un l¨¢piz y un papel en blanco trag¨¢ndose su propia mano, hasta que le sale por una oreja.
Este dibujo es uno de muchos en el proyecto Prompt-Bush 1.0, donde el ilustrador Pablo Delc¨¢n, menorqu¨ªn afincado en Nueva York, se convierte ¡°en el primer artista generador de im¨¢genes no-IA¡±. De esto se trata: cualquiera puede enviarle a trav¨¦s de Instagram uno de esos prompts o idea rel¨¢mpago para que ¨¦l, humano obediente como una IA, genere la imagen que lo ilustra. Eso s¨ª, sin recurrir al vac¨ªo legal de internet como banco infinito de im¨¢genes protegidas o no, sino con las herramientas del dibujante de toda la vida, ingenio, papel, pincel, aunque estas dos ¨²ltimas sean digitales.
El poder generativo se hace universal
El proyecto es una forma ir¨®nica de reivindicar el valor de ese ingenio humano frente al sismo tecnol¨®gico que sacude su profesi¨®n. Ning¨²n invento anterior hab¨ªa podido tanto como poner una capacidad creativa en apariencia ilimitada a disposici¨®n del mundo entero. Si es para bien, para mal, o si al final no era para tanto, depender¨¢ de ¡°c¨®mo decidamos adaptarla a nuestro trabajo, de c¨®mo los autores nos adaptamos a los cambios de nuestro papel profesional¡±. Porque ¡°estamos a punto de entrar en un futuro de verdadera incertidumbre y tambi¨¦n de oportunidad. Por ejemplo, esta semana hemos visto el nuevo chatbot the OpenAI Omni, o GPT-4o, que tiene la capacidad de ver, escuchar y hablar en tiempo real, con una voz que se asemeja a la de Scarlett Johansson en la pel¨ªcula Her. Vamos a flipar¡±. [Por cierto, la actriz ha conseguido que la empresa desarrolladora retire esa voz tan familiar].
?Unirse con el enemigo si no puedes con ¨¦l? Junto al papel y la tinta, su caja de herramientas incluye un ChatGPT que le ayuda ¡°a idear, entender, aprender y procesar informaci¨®n¡±, una nueva funci¨®n en Photoshop que genera y retoca, o plataformas como Midjourney o Dall-E ¡°para bocetar y ver ideas plasmadas r¨¢pidamente¡±. ?Y el riesgo para la creatividad humana de apoyarse en un cerebro artificial tan sobrado? ¡°El mismo de todas las herramientas, que se apoderen de tu proceso y no consigas crear im¨¢genes que puedas considerar suficientemente tuyas¡±.
El riesgo es que se apodere de tu proceso creativo y no consigas crear im¨¢genes que puedas considerar suficientemente tuyasPablo Delc¨¢n, ilustrador gr¨¢fico
Delc¨¢n no tiene reparo en reconocer que la IA lo supera en facetas como ¡°la rapidez, el precio de crear una imagen, el nivel de detalle que a veces puedes conseguir en ese tiempo de generaci¨®n, la cantidad de variaciones y la forma de iterar que tienen los modelos para generar im¨¢genes¡±. Tampoco caben demasiadas dudas de que la GenAI ¡°acabar¨¢ acaparando el formato digital del arte¡±, algo que quiz¨¢s podr¨ªa compensarse concediendo m¨¢s valor a la materia y la textura, al arte f¨ªsico y la imperfecci¨®n.
La trinchera de la empat¨ªa, el humor, la serenidad
De momento, esa capacidad de trabajo est¨¢ lejos de imitar la inspiraci¨®n humana. A¨²n no puede competir con un ilustrador mortal en ¡°la empat¨ªa por la audiencia, el cliente y el proyecto¡±. Tampoco en la visi¨®n del contexto: ¡°Muchas veces mi trabajo consiste en darle varias vueltas a la tortilla en diferentes direcciones para buscar el ¨¢ngulo que corresponde al proyecto. Es un proceso meticuloso de ajustar el volumen y el tono, el sentido del humor o la serenidad. Probablemente la IA llegar¨¢ pronto a entender estos matices. Pero por ahora y por un tiempo creo que no¡±.
Otra barrera de momento inconquistable es el gusto de combinar im¨¢genes con tipograf¨ªa para portadas de libros, revistas o identidades corporativas. ¡°Creo que la IA va a tardar bastante m¨¢s en llegar a un nivel que consiga conquistar el arte de trabajar con letras, la sutileza y el arte del dise?o tipogr¨¢fico¡±.
Pablo, disculpa, la pregunta inevitable: ?Qu¨¦ opinas de la pol¨¦mica sobre el uso indiscriminado de im¨¢genes con derechos de autor? ¡°Estoy a favor de que las IA entrenen con im¨¢genes, pero las plataformas deber¨ªan ejercer un mejor control sobre c¨®mo el usuario puede usarlas, especialmente las que derivan con demasiada exactitud del trabajo de un artista que no ha dado consentimiento a reproducir obras similares¡±.
Ahora empieza a entenderse por qu¨¦ muchos desarrolladores de plataformas han optado por ese entrenamiento masivo, sin demasiados escr¨²pulos. ¡°ChatGPT ya ha empezado a ser m¨¢s restrictivo con este tema, pero ahora se ha vuelto demasiado limitado con los prompts. Va a ser un problema c¨®mo calibrar estos modelos para que se adapten a lo que queremos. A¨²n as¨ª, el mundo ha cambiado con las IA y nuestra idea de lo que son derechos de autor va a tener que cambiar tambi¨¦n. No queda otra¡±.