Conectados con lo que realmente importa
Las innovaciones tecnol¨®gicas reflejan los valores de la sociedad en la que surgen y en la actualidad han borrado las barreras f¨ªsicas y permiten a todos los seres humanos estar conectados unos con otros
¡°Hoy solo se est¨¢ realmente solo cuando se prescinde de forma deliberada de la tecnolog¨ªa¡±. Habla Jose Valenzuela, un ingeniero experto en traer al presente innovaciones que determinar¨¢n nuestros h¨¢bitos en un futuro cercano que, tal vez porque se doctor¨® tambi¨¦n en Humanidades, est¨¢ convencido no solo de que la tecnolog¨ªa nos ha unido, sino de que avanzamos hacia una conectividad total. ¡°Se acabaron las distancias¡±. Ese mismo mensaje es el que extrae el gigante tecnol¨®gico coreano Samsung de estos d¨ªas tan duros, y el que quiere trasladar ahora.
Los expertos siempre se equivocan. Hasta hace apenas unas semanas nos decían que la tecnología nos separaba... Hoy somos testigos de que es lo único que nos mantiene unidos. Que las redes sociales estaban cambiando nuestros hábitos. Hoy vemos, cada día, que nada puede cambiarnos. Que nos volvíamos egoístas por culpa de estar pegados al teléfono. Hoy, gracias a ellos ayudamos a que nadie se quede atrás. Y por último, nos dijeron que la tecnología nos robaría algún día el trabajo. Pero hoy, a muchos, nos permite seguir teniéndolo. Nunca antes la tecnología fue tan humana. Y en estos momentos es cuando nos damos cuenta de que no existe nada más humano que estar conectados. Conectados con lo que realmente importa.
¡°No hay m¨¢s que asomarse a las ventanas estos d¨ªas para verlo. La tecnolog¨ªa elimina cualquier barrera f¨ªsica, podemos estar en comunicaci¨®n con nuestros allegados desde cualquier lugar, en cualquier momento. Antes viajabas y se abr¨ªa un abismo con los tuyos. Ahora estamos empezando a olvidar lo que significa estar separados¡±, explica Valenzuela. Frente a lecturas negativas de la influencia de la tecnolog¨ªa sobre los individuos (esas que propugnaban que induc¨ªa al aislamiento, la adicci¨®n o que resultaba alienante), se abren paso cada vez con m¨¢s pujanza estas otras visiones.
Este cient¨ªfico, autor de libros de bi¨®nica pero tambi¨¦n sobre c¨®mo son los procesos cognitivos cuando leemos ficci¨®n, defiende que los desarrollos tecnol¨®gicos reflejan con fidelidad los valores de la sociedad en la que surgen. ¡°Cualquier aparato o invenci¨®n aparece en respuesta a una necesidad. En la sociedad industrial ¨¦stas ten¨ªan que ver sobre todo con cuestiones productivas; pero ahora, en la de la informaci¨®n y los servicios, nuestras necesidades m¨¢s inmanentemente humanas se han colocado en el centro de todo¡±. Entre ellas, de forma destacada, la conexi¨®n con los otros.
¡°Las nuevas tecnolog¨ªas no son ni deben ser en absoluto un sustituto de las relaciones humanas. Pero durante el confinamiento estamos pudiendo comprobar c¨®mo, ante la amenaza de aislarnos y porque somos seres sociales, hemos reaccionado con intensidad haciendo un simp¨¢tico traspaso de nuestras rutinas anal¨®gicas a su an¨¢logo tecnol¨®gico¡±. Ah¨ª cabr¨ªan: ca?as con amigos por videollamada, clases y cursos de casi cualquier materia imaginable a distancia, convertir el sal¨®n en un gimnasio¡ La vida misma.
El mundo laboral tambi¨¦n est¨¢ cambiando. Seg¨²n varios estudios, si el 40% de los trabajadores de urbes como Barcelona realizaran un par de jornadas por semana desde casa, se reducir¨ªa el tr¨¢fico al punto de que se emitir¨ªan casi 300.000 toneladas menos de CO2 al a?o. La cuarentena est¨¢ acelerando una transformaci¨®n que se hallaba ya en marcha: poder realizar la misma labor desde cualquier parte abre un abanico infinito de posibilidades. ¡°El trabajo del futuro no va a nacer de la disyuntiva entre trabajar desde casa o en la sede f¨ªsica de la empresa, sino que, t¨¦cnicamente, va a ser posible ofrecer al trabajador unos m¨¢ximos de libertad desconocidos hasta ahora, que le van a facilitar en todo momento hacer m¨¢s compatible su vida laboral con el resto de facetas de s¨ª mismo¡±, describe Valenzuela, que a?ade: ¡°yo, que trabajo en ciencia y desde hace tiempo he tenido permitido llevar a cabo trabajo de an¨¢lisis de forma no presencial, s¨¦ cu¨¢nto se agradece a veces acudir a alguna reuni¨®n o encontrarse con los compa?eros para ponerse al d¨ªa¡±.
El futuro que viene
El futuro camina en esa direcci¨®n: conectividad total. De hecho, durante estos d¨ªas, aunque sea sin tomar un avi¨®n o un coche, sin moverte de casa, todav¨ªa son posibles varias formas de viaje: est¨¢n disponibles en l¨ªnea visitas inmersivas a las pir¨¢mides de Egipto o la ciudad de Jerusal¨¦n, as¨ª como puedes recorrer los pasillos y contemplar, desde tu sill¨®n, las colecciones de buena parte de los grandes museos del mundo o asistir a la ?pera de Par¨ªs. ¡°He trabajado durante varios a?os en el desarrollo de la realidad virtual y su potencial a la hora de hacernos sentir de veras en otro lugar, compartiendo espacio con otras personas, sinti¨¦ndolos f¨ªsicamente a nuestro lado, es espectacular¡±, afirma Valenzuela, que aclara sin embargo que estima que esta tecnolog¨ªa no tendr¨¢ todav¨ªa un impacto inmediato.
¡°La verdadera revoluci¨®n, en ciernes ya, ser¨¢ el 5G. Alterar¨¢ los contenidos y nuestra forma de consumirlos. Los discos de almacenamiento ser¨¢n casi testimoniales, todo estar¨¢ en la nube ¨Ccon lo que eso acarrea para la protecci¨®n de la intimidad¨C, podremos compartir v¨ªdeos de gran tama?o en redes sociales, videollamadas de alta definici¨®n¡ La informaci¨®n va a circular a tal velocidad que la distancia que nos separa va a seguir difumin¨¢ndose¡±, explica. Seg¨²n datos del Gobierno, el uso de la banda ancha en Espa?a desde que se decretara el estado de alarma ha crecido un 80%. Internet es el canal por el cual trabajamos, nuestro medio de contacto con nuestros seres queridos y nuestra v¨ªa de acceso a la cultura y el entretenimiento; series, pel¨ªculas, libros, conciertos en l¨ªnea, se han demostrado m¨¢s fundamentales que nunca, si cabe, en una situaci¨®n excepcional como la actual. Nuestros h¨¢bitos de ocio, pues, necesitar¨¢n esa tecnolog¨ªa m¨¢s veloz y sin latencia. La revoluci¨®n est¨¢ a la vuelta de la esquina.