La perentoria necesidad de una Administraci¨®n digital
En el tercer a?o de vigencia de la Agenda Espa?a Digital 2025, llega la hora de hacer balance del ritmo al que se est¨¢n transformando las administraciones p¨²blicas. Los expertos consultados coinciden en que se han producido importantes avances, pero consideran imprescindible, m¨¢s all¨¢ del uso de nuevas herramientas tecnol¨®gicas, que se consolide una nueva cultura administrativa
Si la digitalizaci¨®n fuese una asignatura escolar, podr¨ªa decirse que las administraciones espa?olas van quemando etapas y progresan adecuadamente. Esa es, al menos, la opini¨®n expresada por Santiago Carb¨®, catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Granada, un optimista informado para el que nuestras instituciones ¡°se digitalizan a un ritmo razonable, no tan r¨¢pido y eficaz como el de los pa¨ªses escandinavos, pero s¨ª por encima de la media de nuestro entorno inmediato. Estamos en una l¨ªnea similar a la de Francia y Alemania, bastante mejor que Italia y no muy lejos de lo que se est¨¢ haciendo en el Reino Unido¡±.
Carb¨® considera, pese a todo, que queda mucho por hacer si el objetivo es crear un modelo de administraci¨®n ¡°m¨¢s eficiente, amable y proactiva¡±. En su opini¨®n, ¡°el gran acelerador de este proceso de transformaci¨®n tecnol¨®gico ha sido, al margen de iniciativas p¨²blicas necesarias y valiosas como la Agenda Espa?a Digital 2025, la pandemia, una especie de prueba de estr¨¦s masiva que ha demostrado de manera contundente que la Administraci¨®n puede funcionar de manera telem¨¢tica sin que el servicio al ciudadano se resienta¡±.
Algo m¨¢s esc¨¦ptico se muestra Jordi Comas, profesor de Transformaci¨®n Digital en la escuela universitaria La Salle. Comas considera que la plena digitalizaci¨®n es la cr¨®nica de un cambio sist¨¦mico de envergadura mil veces anunciado pero que no acaba de concretarse del todo: ¡°Llevamos 20 a?os hablando de oficinas sin papeles y dem¨¢s utop¨ªas perfectamente factibles, pero la realidad, ahora mismo, es que nuestra Administraci¨®n se est¨¢ digitalizando de manera m¨¢s lenta de lo previsto, no siempre eficiente y, sobre todo, muy asim¨¦trica¡±. Lleva la delantera, en su opini¨®n, ¡°la Agencia Tributaria, que es la que mayor partido est¨¢ sacando a las formidables herramientas tecnol¨®gicas de que dispone¡±, y se han quedado un tanto rezagadas ¡°la ense?anza, el transporte p¨²blico o la Justicia¡±. En el ¨¢mbito territorial, Comas opina que ¡°los ayuntamientos acumulan un retraso considerable que se podr¨ªa atribuir, en muchos casos, a falta de recursos y capacidad de maniobra¡±. Entre las autonom¨ªas, ¡°el Pa¨ªs Vasco, que era l¨ªder no hace mucho en innovaci¨®n, se ha atascado en los ¨²ltimos a?os, mientras Madrid, Catalu?a y la Comunidad Valenciana hac¨ªan progresos significativos. Un caso muy llamativo es el de Andaluc¨ªa, que est¨¢ invirtiendo mucho para obtener un resultado bastante dudoso, ya que se est¨¢ dando prioridad a proyectos internos de automatizaci¨®n de procesos y rutinas que tal vez est¨¦n mejorando la vida de sus funcionarios, pero tienen poco impacto positivo para el ciudadano¡±.
La Agencia Tributaria es la que m¨¢s partido saca a las herramientas tecnol¨®gicas. Pero est¨¢n rezagados sectores como el educativo, el de la Justicia o el del transporte p¨²blicoJordi Comas. Profesor de Transformaci¨®n Digital de la Escuela Universitaria La Salle
Adolfo Ram¨ªrez Morales, asesor en Transformaci¨®n e Innovaci¨®n y autor del ensayo Digital¨ªzate o desaparece, se apunta tambi¨¦n al escepticismo matizando que estamos en una fase en la que se definen objetivos concretos y se destinan recursos, pero en la que la Administraci¨®n tiene problemas para poner esos programas en pr¨¢ctica, entre otras cosas por el alto grado de burocratizaci¨®n de sus estructuras intermedias y de decisi¨®n¡±. Ram¨ªrez coincide con Comas en que una de las indiscutibles historias de ¨¦xito es la transformaci¨®n digital del Ministerio de Hacienda: ¡°Se digitaliza lo que nos controla. En ese sentido, el verdadero acelerador est¨¢ siendo el af¨¢n recaudatorio. Eso demuestra que la base tecnol¨®gica existe y puede aplicarse de manera ¨®ptima, pero no veo que exista a¨²n una voluntad firme de ponerla al servicio del ciudadano. Falta el impulso para digitalizar los servicios. Simplificarlos, hacerlos m¨¢s ¨¢giles, transparentes y accesibles¡±. Desde su punto de vista, ¡°resulta muy significativo que Hacienda lo sepa todo de nosotros, porque las administraciones disponen ya de bases de datos exhaustivas y optimizadas, pero sigan pidi¨¦ndonos que aportemos esa informaci¨®n que ya tienen cada vez que realizamos alguna consulta o tr¨¢mite¡±. En ¨²ltima instancia, para Ram¨ªrez, ¡°la verdadera transformaci¨®n digital consiste no solo en incorporar nuevas herramientas, sino en un cambio de cultura y de actitudes para el que las administraciones espa?olas me parecen a¨²n poco preparadas¡±.
Largo camino por recorrer
Para Jos¨¦ Alberto Espa?a, profesor de Derecho en la Universidad de M¨¢laga, la Agenda Espa?a Digital 2025 resultaba imprescindible ¡°porque el marco estrat¨¦gico de digitalizaci¨®n vigente en Espa?a hasta 2020 se hab¨ªa quedado obsoleto¡±. Entre otras cosas, ¡°no contemplaba la inteligencia artificial como un elemento clave para fomentar la competitividad, no ten¨ªa suficientemente en cuenta la importancia creciente de los datos personales y ni siquiera se planteaba la consolidaci¨®n de unos derechos digitales¡±. Resultaba imprescindible, por tanto, que las estrategias de la Administraci¨®n P¨²blica intentasen adaptarse al ritmo al que estaba avanzando la tecnolog¨ªa.
Espa?a reconoce que se han producido avances relevantes, pero matiza que ¡°el grado de ejecuci¨®n de las acciones no est¨¢ siendo lo bastante r¨¢pido como para alcanzar los objetivos propuestos, de manera que a¨²n falta mucho camino por recorrer¡±. En concreto, queda por definir un nuevo marco normativo que se encuentra en tramitaci¨®n. Tres reformas legislativas, ¡°la nueva Ley General de Comunicaci¨®n Audiovisual, la nueva Ley General de Comunicaciones y la Ley de Ciberseguridad¡± que, seg¨²n deduce Espa?a de sus borradores iniciales, ¡°pueden suponer un espaldarazo a la digitalizaci¨®n y a los objetivos de la Agenda, pero queda por ver qu¨¦ modificaciones se producen durante su tr¨¢mite parlamentario en esta ¨¦poca sin mayor¨ªas estables¡±.
Espa?a destaca los avances realizados en la tramitaci¨®n electr¨®nica de los procedimientos administrativos y valora positivamente el Reglamento de actuaci¨®n y funcionamiento del sector p¨²blico por medios electr¨®nicos (Real Decreto 203/2021), ¡°que incrementa la transparencia de la actuaci¨®n administrativa y regula en contenido los servicios p¨²blicos que deben ofrecer las sedes electr¨®nicas¡±. Tambi¨¦n considera prometedor el Plan Justicia 2030, que incluye ¡°entre sus proyectos m¨¢s avanzados¡± la implantaci¨®n de ¡°infraestructuras digitales homog¨¦neas e interoperables en todo el territorio¡±. Ya se ha aprobado el reparto entre las comunidades aut¨®nomas de los fondos necesarios para llevar a cabo esta iniciativa, que servir¨¢ para que la Administraci¨®n de Justicia ¡°disponga por fin de un equipamiento digital b¨¢sico, tanto en software como en hardware¡±.
Cambio de mentalidad
Se trata de avances de una indiscutible relevancia, pero que no alteran lo esencial: en opini¨®n de Espa?a, la digitalizaci¨®n de las administraciones p¨²blicas ¡°va por detr¨¢s de la de las empresas y la sociedad en su conjunto¡±. Urge simplificar los procedimientos digitales haciendo uso ¡°de la inteligencia artificial y la miner¨ªa de datos¡± y, como reflexi¨®n general, sigue pendiente ¡°hacer un uso de la tecnolog¨ªa que permita que los ciudadanos interact¨²en con la Administraci¨®n de manera mucho m¨¢s sencilla e intuitiva¡±.
Para Adolfo Ram¨ªrez, resulta imprescindible un cambio de mentalidad: ¡°Se habla mucho de la prevalencia de la brecha digital en Espa?a¡±, explica el experto, ¡°pero la realidad es que un porcentaje muy alto de los ciudadanos, superior al 80% seg¨²n estimaciones conservadoras, se comunica habitualmente por WhatsApp y es capaz de realizar operaciones de comercio electr¨®nico. En cambio, el porcentaje de los que pueden completar con ¨¦xito tr¨¢mites de la Administraci¨®n como la obtenci¨®n de la firma digital o el certificado ciudadano es mucho m¨¢s bajo¡±. ?Por qu¨¦? Ram¨ªrez lo tiene claro: ¡°Porque la burocracia espa?ola no renuncia a sus inercias mentales. Sigue mucho m¨¢s obsesionada por consolidar su mec¨¢nica interna, basada en el control, el poder y el estatus, que en ofrecer un buen servicio al ciudadano. En pleno 2022, seguimos encontrando p¨¢ginas web escritas en jerga funcionarial incomprensible para el com¨²n de los mortales, incompatibilidades con determinados navegadores y sistemas operativos, tr¨¢mites digitales de una complejidad y opacidad innecesarios¡ Ninguna empresa privada podr¨ªa permitirse el lujo de tener recursos digitales tan disfuncionales, tan poco optimizados desde el punto de vista del dise?o, porque nadie entrar¨ªa en ellos. En cambio, la Administraci¨®n cuenta con que el ciudadano es un p¨²blico cautivo y no se preocupa por responder a sus necesidades¡±.
Somos una sociedad tan emp¨¢tica que muchas personas han adquirido competencias digitales b¨¢sicas para comunicarse. Aprovech¨¦moslo para lograr que la firma digital sea accesibleSantiago Carb¨®. Catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Granada
Santiago Carb¨® coincide en que las administraciones p¨²blicas deber¨ªan mejorar sus estrategias de interacci¨®n con el ciudadano: ¡°Somos una sociedad tan comunicativa y emp¨¢tica que muchas personas han adquirido competencias digitales b¨¢sicas para poder comunicarse. Incluso mis t¨ªas de 90 a?os son capaces de enviar fotos por WhatsApp. Aprovechemos ese alto grado de alfabetizaci¨®n tecnol¨®gica y hagamos que conseguir la firma digital sea igual de sencillo¡±. Comas a?ade otra receta para que la transformaci¨®n digital entre por fin en un c¨ªrculo virtuoso: ¡°Perseveremos en lo que se ha hecho bien. Sigamos mejorando las infraestructuras digitales, tirando fibra por todo el territorio para que el medio rural no se quede al otro lado de la brecha tecnol¨®gica. Somos uno de los pa¨ªses del mundo con mayor cobertura territorial de fibra ¨®ptica y radiofrecuencias, as¨ª que hagamos un ¨²ltimo esfuerzo y consolidemos esa enorme ventaja cualitativa¡±. Y, una vez hecho esto, ¡°simplifiquemos la Administraci¨®n todo lo posible. Automaticemos los procesos que dependen de bases de datos, eliminemos tr¨¢mites de supervisi¨®n y validaci¨®n que ya son del todo innecesarios y convirtamos a los funcionarios no en meros ejecutores, sino en asistentes proactivos del ciudadano, que dediquen su tiempo a ofrecernos una atenci¨®n cualitativa¡±. El objetivo ¨²ltimo deber¨ªa ser ¡°parecernos cada vez m¨¢s a Lituania, el primer pa¨ªs europeo en que el cien por cien de los tr¨¢mites burocr¨¢ticos pueden realizarse por canales digitales¡±.
Una agenda como palanca de cambio
Fue anunciada en julio de 2020, en plena remisión de la primera ola de la pandemia. En un acto oficial con nutrida presencia de cargos públicos y representantes de la empresa y la sociedad civil, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, presentó la Agenda España 2025, un ambicioso plan de transformación digital que incluía 50 medidas agrupadas en diez ejes estratégicos. Las prioridades en lo que a la Administración se refiere pasaban por modernizar y dinamizar ámbitos clave como el empleo, la Justicia o las políticas sociales mediante una puesta al día de las infraestructuras digitales. Se preveía una inversión inicial de 2.600 millones de euros, 600 de ellos destinados a las comunidades autónomas.
El objetivo último, tal y como se especifica en la página del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, es que el 50% de los servicios públicos estén disponibles a través de aplicaciones móviles antes de final de 2025. En opinión de Jordi Comas, “se trata de un objetivo ambicioso pero factible”, aunque lo fundamental “es que no perdamos de vista que sustituir trámites presenciales por opciones telemáticas no debe ser un fin en sí mismo, sino una herramienta para completar la transición a un nuevo modelo administrativo”. Alberto España lo resume en un par de frases contundentes: “No se puede seguir hablando sin más de Administración electrónica, es un concepto desfasado. Ahora mismo, la Administración será digital o no será”.