La soluci¨®n al ¡®trilema¡¯ energ¨¦tico de Espa?a y Europa
Cuando Europa despert¨®, Vladimir Putin segu¨ªa all¨ª. La guerra obliga a un triple equilibrio de la Uni¨®n: necesita energ¨ªa limpia, pero adem¨¢s competitiva y aut¨®ctona, libre de chantajes. Podr¨ªa lograrlo la innovaci¨®n tecnol¨®gica al servicio de una gesti¨®n con sentido com¨²n y pr¨¢ctico
Entre la pared de la inflaci¨®n y la espada de Rusia asoma una Europa diferente en la voluntad de liberarse. Liberarse de su dependencia energ¨¦tica exterior y tambi¨¦n de sus propios errores en transici¨®n sostenible. Los precios energ¨¦ticos disparados y el nuevo estratego geopol¨ªtico se?alan el contrasentido de financiar a proveedores que amenazan con el grifo del gas o el petr¨®leo, cuando no con una ojiva nuclear.
Para Manuel Garc¨ªa Hern¨¢ndez, director general de Pol¨ªtica Energ¨¦tica y Minas del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica (MITECO), reducir tal dependencia de terceros pa¨ªses, ¡°especialmente si son poco fiables¡±, es una consecuencia necesaria de la crisis. Esa autonom¨ªa estrat¨¦gica se hab¨ªa descuidado ¡°quiz¨¢ porque todos d¨¢bamos por hecho que el suministro estar¨ªa siempre garantizado¡±.
Ese objetivo soberano requiere adem¨¢s proteger la salud econ¨®mica para recuperar la salud ambiental. Es lo que Mariano Marzo, catedr¨¢tico em¨¦rito de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Barcelona, define como trilema de la Uni¨®n, el equilibrio en tres frentes simult¨¢neos: reducir los impactos ambientales globales ¡ªtu planeta¡ª y locales ¡ªtu ciudad¡ª, preservar la econom¨ªa desde las cuentas estatales a la competitividad empresarial, que a la postre paga la transici¨®n sostenible, y asegurar un suministro energ¨¦tico fiable y de calidad.
Es el reto del malabarista. ¡°Si nos decantamos hacia uno de ellos, como se ha hecho desde antes de la invasi¨®n, corremos el riesgo de descuidar los otros dos y perder la batalla de la sostenibilidad. No nos podemos conformar con un suministro seguro y relativamente barato pero medioambientalmente sucio. Y tampoco con un suministro limpio a costa de descuidar la seguridad y/o los costes¡±, explica Marzo.
Para el presidente de Fundaci¨®n Renovables, Fernando Ferrando, esta flaqueza europea viene de lejos. ¡°Hemos visto industrias de bienes b¨¢sicos deslocalizadas por no poder competir en precios energ¨¦ticos con otros pa¨ªses menos escrupulosos en el uso de la energ¨ªa y sus consecuencias¡±. Bienvenido, seg¨²n Ferrando, el cambio de rumbo si Europa reduce la ¡°doble moral¡± de luchar contra el cambio clim¨¢tico mientras mantiene la dependencia de los combustibles f¨®siles.
Ahora bien, ese equilibrio de los resultados implica el equilibrio de las soluciones. Para Garc¨ªa Hern¨¢ndez, recuperar soberan¨ªa pasa s¨ª o s¨ª por unas renovables ¡°mas competitivas que las energ¨ªas f¨®siles en producci¨®n el¨¦ctrica y eminentemente aut¨®ctonas¡±, que merman la factura a los consumidores para proteger esa competitividad. En Espa?a, la generaci¨®n renovable ha alcanzado el 47% de la demanda y el Gobierno aspira a un 67% pasado ma?ana, en 2026.
No nos podemos conformar con un suministro seguro y barato pero ambientalmente sucio. Tampoco con un suministro limpio a costa de descuidar seguridad y costesMariano Marzo. Catedr¨¢tico em¨¦rito de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Barcelona
Ese salto reduce el recurso del gas para generar electricidad y solo ser¨ªa posible mediante la gesti¨®n tecnol¨®gica. Y m¨¢s all¨¢, gracias al cambio cultural previo. De ah¨ª que Marzo reclame una gobernanza basada en la ciencia, ¡°no en ideolog¨ªas, prejuicios, sectarismos y apriorismos¡±. Purgar el dogmatismo ser¨ªa una condici¨®n indispensable para el gran pacto p¨²blico-privado, de toda la sociedad, que necesita esta cuasi refundaci¨®n de la econom¨ªa. Un pacto flexible que aplique ¡°el principio de neutralidad tecnol¨®gica; es decir, hay que apostar sin determinismos ni prohibiciones¡± por aquellas soluciones que limiten al m¨¢ximo las emisiones con el mayor impacto positivo en la industria y el empleo. ¡°Todas las tecnolog¨ªas deber¨ªan poder competir¡±, a?ade Marzo.
?Tambi¨¦n la transformaci¨®n de minerales y tierras raras fundamentales para la transici¨®n energ¨¦tica y abundantes en el subsuelo espa?ol? El MITECO prepara la Hoja de ruta al respecto para ¡°alcanzar la autonom¨ªa estrat¨¦gica en una econom¨ªa neutra en carbono, garantizando una gesti¨®n sostenible¡ y la seguridad de suministro de materias primas minerales en los sectores clave para la transici¨®n ecol¨®gica y digital¡±.
¡°Ha llegado el momento de ser transparentes¡±, incide Ferrando. ¡°Cuando se habla de altos precios de la electricidad en la UE, nos olvidamos de que los provoca el sistema marginalista y el precio del gas. La falta de competitividad ha sido motivada por los precios de los combustibles, no de las renovables¡±. Por lo tanto, apuesta por modificar dicho sistema de fijar tarifas, electrificar la demanda y la libertad real de los consumidores a la hora producir energ¨ªa en modo autoconsumo. ¡°La tecnolog¨ªa va cumpliendo sus previsiones m¨¢s r¨¢pido de lo previsto ¡ªcontin¨²a Ferrando¡ª; el problema es el retraso regulatorio para cambiar el modelo. La tecnolog¨ªa va mucho m¨¢s r¨¢pida que la legislaci¨®n¡±.
Puesta a punto de nuevas tecnolog¨ªas
Pero no bastar¨¢ esa velocidad de crucero. Seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, las tecnolog¨ªas hoy disponibles tendr¨ªan el potencial de reducir un 83% las emisiones globales en 2030, pero en las dos d¨¦cadas siguientes ese porcentaje caer¨ªa al 50%. ¡°Es decir, necesitamos poner a punto todo un abanico de nuevas tecnolog¨ªas, sin ellas no mitigaremos el cambio clim¨¢tico¡±, se?ala Marzo.
¡°La innovaci¨®n permite alcanzar los objetivos ambientales mientras incrementa la competitividad de la empresa que la comercializa¡±, tercia la investigadora Clara Blanco, coordinadora, junto con Antonio Chica, de la Plataforma Tem¨¢tica Interdisciplinar (PTI) + TransEner, del CSIC, que impulsa, con financiaci¨®n estatal, el equilibrio entre desarrollo sostenible y desarrollo econ¨®mico en la transici¨®n energ¨¦tica.
Si no era ya complejo ese equilibrio, incorpora adem¨¢s el contraste del tiempo: por un lado la crisis impone urgencia; por otro, la maduraci¨®n tecnol¨®gica impone a?os. Si Europa depende de Rusia, Argelia, Arabia Saud¨ª o EE UU en suministro f¨®sil, las renovables dependen del sol y el viento. Su gran reto tecnol¨®gico pasa por almacenarlas y gestionarlas a largo plazo, y hacer operativo, ergo rentable, el principal candidato para compensar su intermitencia o electrificar sectores dif¨ªciles: el hidr¨®geno verde.
Solo nos puede sacar de esta situaci¨®n el desarrollo tecnol¨®gico acompa?ado de una nueva mentalidad para crecer de forma diferenteClara Blanco, coordinadora de la Plataforma Tem¨¢tica Interdisciplinar
Antonio Chica confiesa un optimismo moderado. Espa?a tiene experiencia en cambio de modelo y el apoyo a la e¨®lica y la fotovoltaica hace 15 a?os, pocos en la escala temporal de maduraci¨®n, la ha convertido ¡°en una potencia en generaci¨®n verde¡±. ¡°Hoy son mucho m¨¢s baratas que gas o carb¨®n y otras, como la e¨®lica marina, la geotermia y la energ¨ªa del mar, m¨¢s constantes, se ir¨¢n implantando¡±.
Pero esta vez la transici¨®n ser¨¢ masiva, a contrarreloj, y necesita un cambio social irreversible, como recuerda Clara Blanco. ¡°Solo nos puede sacar de esta situaci¨®n el desarrollo tecnol¨®gico acompa?ado de una nueva mentalidad para crecer de una forma diferente¡±. Habla de econom¨ªa circular, de concienciaci¨®n, tambi¨¦n de ¡°nuevos referentes de lo bueno y lo deseable, de c¨®mo queremos la vida de los que estamos y los que vendr¨¢n¡±.
Como dice Ferrando, la tecnolog¨ªa va cumpliendo su parte. Solo en la ¨²ltimas semanas se han acumulado titulares sobre avances en bater¨ªas de vanadio, hierro o el sistema de flujo para limitar la dependencia de materiales finitos como el litio; un instituto tecnol¨®gico y una startup proponen nuevos m¨¦todos de electr¨®lisis, en teor¨ªa cientos de veces m¨¢s baratos que los actuales.
¡°La evoluci¨®n tecnol¨®gica no se improvisa, hace falta capital humano, capital financiero y a?os¡±, apunta Mill¨¢n Garc¨ªa-Tola, director de Hidr¨®geno Verde en Iberdrola. ¡°Estamos pidiendo al H2 renovable varios saltos cualitativos y cuantitativos a la vez: eficiencia, materiales, tecnolog¨ªa, industrializaci¨®n y capacidad de fabricaci¨®n¡ Existe un inter¨¦s tremendo en que esto ocurra y se intenta poner los medios, pero hace falta tiempo¡±. ?Cu¨¢nto? ¡°Creo que su maduraci¨®n ser¨¢ m¨¢s r¨¢pida que la que tuvieron las renovables pero, por su complejidad, me dar¨ªa por muy satisfecho si esto ocurriera antes de 2030¡å.
Y siempre quedar¨¢ la esperanza rupturista. Que tantas inversiones para tantas necesidades provoquen un ?Eureka! en alg¨²n laboratorio, el descubrimiento de un proceso revolucionario que convierta esos a?os en meses. Los investigadores del CSIC ponen prudencia: ¡°Todos so?amos con tecnolog¨ªas que vengan a resolver los problemas de forma casi m¨¢gica. Pero hay muchas que ya est¨¢n aqu¨ª y necesitan un empuj¨®n para alcanzar el nivel comercial¡±. Eso ya ser¨ªa rupturista.
Hacia un modelo de gesti¨®n distributivo
“Los sistemas energéticos tienen que integrarse y trabajar de forma coordinada y eficiente. ¿Cuándo consumimos de nuestro sistema fotovoltaico en el tejado de casa? ¿Cuándo de la red? ¿Cuándo almacenamos? ¿Cómo integramos la predicción meteorológica? ¿Y el coste de la energía en cada momento? Todo esto debe realizarse de forma automática por un sistema de control inteligente que maximice el ahorro económico y energético del sistema”, afirma Antonio Chica, investigador del CSIC.
Por su parte, Fernando Ferrando, presidente de Fundación Renovables, sostiene que “el futuro no está marcado por la gestión de la oferta sino por la gestión de la demanda, que es hablar de digitalización, big data, blockchain o inteligencia artificial. Estamos pasando a un modelo cada vez más distribuido con multitud de centrales, al que se unen los consumidores que producen y gestionan energía. Su número y la relación entre todos ellos solo es posible con un avance significativo de las TIC y la computación”.