Nadia Calvi?o: ¡°Si la inteligencia artificial est¨¢ sobrevalorada o no, solo el tiempo lo dir¨¢¡±
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital, responde sobre usos, l¨ªmites, manejo de los datos, sesgos, soberan¨ªa digital, el famoso ChatGPT y su nueva versi¨®n
Unos mil expertos han pedido al menos seis meses para hallar una respuesta cuando discutimos de inteligencia artificial. Las mentes digitales son tan poderosas que nadie sabe controlarlas ni hacia qu¨¦ lugar nos llevan. Por una vez, la ¨¦tica podr¨ªa ralentizar el desarrollo infinito de la tecnolog¨ªa. Jam¨¢s en la historia de la ciencia (tal vez desde el ¨¢tomo) el ser humano ha sentido que la tecnolog¨ªa est¨¦ sometida al beneficio social. En esta entrevista, a trav¨¦s del correo electr¨®nico por motivos de una intensa agenda de la vicepresidenta primera, habita repleto ese pensamiento. Usos, l¨ªmites, manejo de los datos, sesgos, soberan¨ªa digital, el famoso ChatGPT y su nueva versi¨®n. Preguntamos por todo ello a Nadia Calvi?o (La Coru?a, 1968), vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital
Desde fuera, el famoso ChatGPT y similares son excelentes herramientas para estudiantes perezosos con profesores perezosos. ?Cu¨¢l es su lectura?
Estamos inmersos en una revoluci¨®n tecnol¨®gica que avanza de forma exponencial y que claramente ha de ser encauzada para que la tecnolog¨ªa est¨¦ al servicio de las personas y se protejan nuestros derechos y valores democr¨¢ticos. Los chatbots son una de las aplicaciones m¨¢s revolucionarias de la inteligencia artificial, con una r¨¢pida expansi¨®n por su claro valor a?adido en muchas actividades econ¨®micas. El debate iniciado en el ¨¢mbito educativo, probablemente parecido al de ¨¦pocas pasadas con la introducci¨®n de las calculadoras o enciclopedias, ilustra bien las oportunidades y los riesgos de las nuevas tecnolog¨ªas.
En cualquier otra industria, el equivalente al fracaso de ChatGPT (con sus innumerables fallos) se habr¨ªa considerado un error estrepitoso. Como una calculadora que se equivocara en sumas y restas...
Cualquier nueva tecnolog¨ªa puede registrar fallos iniciales. Esos errores nos han hecho ver tambi¨¦n los riesgos que podemos correr si una inteligencia artificial se entrena mal. Justamente hace muy poco tiempo, en el Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola en C¨¢diz, se habl¨® mucho de la importancia de crear una inteligencia artificial ¨¦tica, sin sesgos ni riesgos, que nos permita aprovechar sus beneficios sociales y econ¨®micos. El desarrollo tecnol¨®gico debe tener a las personas en el centro y en Espa?a hemos sido pioneros en recoger esta visi¨®n humanista en la Carta de Derechos Digitales, que ha servido de base para la Declaraci¨®n de Principios y Derechos Digitales de la Uni¨®n Europea, la Carta Iberoamericana o el Pacto de Canarias, firmado entre los pa¨ªses miembros de la OCDE [la organizaci¨®n que re¨²ne a las naciones m¨¢s ricas del planeta].
Este debate subraya la importancia de tener un buen marco de regulaci¨®n y supervisi¨®n del desarrollo algor¨ªtmico y de la inteligencia artificial (IA). En Espa?a lo estamos haciendo con la creaci¨®n de la primera Agencia de Supervisi¨®n de la Inteligencia Artificial de la UE y el proyecto piloto de aplicaci¨®n de la nueva normativa puesto en marcha con la Comisi¨®n Europea.
Una vez m¨¢s, corremos el riesgo de que la inteligencia artificial est¨¦ en manos de Facebook, Apple, Microsoft, Amazon, Google... El capitalismo de plataformas estadounidense. ?C¨®mo evitarlo?
En Estados Unidos los datos se ceden por consentimiento a las grandes tecnol¨®gicas; en otros pa¨ªses se los quedan los Gobiernos y en Europa queremos desarrollar un modelo en el que los ciudadanos sean due?os de sus datos. De hecho, recientemente hemos logrado, junto a Microsoft, traer a Espa?a la informaci¨®n de los ni?os espa?oles que se almacen¨® fuera durante la pandemia. Estamos desplegando inversiones p¨²blicas por 20.000 millones de euros con los fondos europeos Next Generation para que nuestras empresas y ciudadanos puedan aprovechar las oportunidades de la transformaci¨®n digital. Hemos puesto en marcha proyectos emblem¨¢ticos, en computaci¨®n cu¨¢ntica o neurotecnolog¨ªa, que nos pondr¨¢n a la vanguardia en Europa en estos temas.
Los algoritmos funcionan con una inmensa cantidad de datos. Pueden usarse para salvar vidas humanas o para que una compa?¨ªa de seguros niegue una p¨®liza a un cliente de alto riesgo. ?D¨®nde trazar la l¨ªnea?
La protecci¨®n de datos es fundamental para garantizar los derechos de las personas en los entornos digitales. Con la Carta de Derechos Digitales estamos liderando el establecimiento de marcos legales para la protecci¨®n de estos derechos. Estamos inspirando un modelo que ha merecido que la Comisi¨®n Europea nos haya elegido para poner en marcha el piloto del futuro Reglamento de Inteligencia Artificial. Ese marco regulatorio de la inteligencia artificial y de los datos ser¨¢n dos temas prioritarios de la presidencia espa?ola de la UE, en la segunda mitad del a?o.
Como sociedad debemos tomar decisiones sobre el lugar que la inteligencia artificial ocupa en nuestras vidas, su impacto colectivo, las democracias y las generaciones futuras. ?Hemos hecho esa reflexi¨®n?
Hicimos esta reflexi¨®n nada m¨¢s llegar al Gobierno. Ten¨ªamos muy claro que si quer¨ªamos el desarrollo de una sociedad digital libre, abierta e inclusiva, era necesario definir unas reglas justas para el crecimiento de la nueva econom¨ªa digital, garantizando el car¨¢cter social de la transformaci¨®n tecnol¨®gica. El desarrollo de la tecnolog¨ªa y de los entornos digitales deber¨¢ perseguir la sostenibilidad medioambiental y el compromiso con las generaciones futuras.
La inteligencia artificial no existe. Es fruto del ser humano y de su capacidad para desarrollar programaci¨®n avanzada. ?Cu¨¢les son los l¨ªmites ¨¦ticos?
Es fundamental que las decisiones y actividades en el entorno digital respeten los principios ¨¦ticos que gu¨ªan el dise?o y los usos de la inteligencia artificial. Por eso adoptamos la Carta de Derechos Digitales, que debe orientar nuestras propuestas jur¨ªdicas de futuro y asegurar que los derechos y libertades de los que gozamos los espa?oles son iguales en el mundo online y en el offline, y se incorporan en todos los grandes proyectos; pensemos en el ¨¢mbito de la neurociencia.
Es esencial que las nuevas tecnolog¨ªas no reproduzcan sesgos de g¨¦nero, ideol¨®gicos o de lengua. Como los algoritmos de aprendizaje autom¨¢tico se alimentan con datos hist¨®ricos, corremos el riesgo de perpetuar prejuicios del pasadoNadia Calvi?o, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital
Una de las principales amenazas es la discriminaci¨®n algor¨ªtmica. Por ejemplo, los sesgos por raz¨®n de g¨¦nero. ?C¨®mo combatirla?
Es fundamental que las nuevas tecnolog¨ªas no reproduzcan o agranden sesgos de g¨¦nero, ideol¨®gicos, geogr¨¢ficos, o de lengua. Como los algoritmos de aprendizaje autom¨¢tico se alimentan con datos hist¨®ricos, corremos el riesgo de perpetuar prejuicios del pasado. Es tambi¨¦n esencial incorporar a mujeres a carreras STEM (Ciencia, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªa y Matem¨¢ticas), para introducir su visi¨®n en la tecnolog¨ªa. No podemos dejar a nuestro talento femenino fuera del dise?o de un modelo de pa¨ªs y de una tecnolog¨ªa que est¨¢ a¨²n por desarrollar todo su potencial. Y es b¨¢sico que la inteligencia artificial entienda y piense en espa?ol y las otras lenguas cooficiales, que son parte de nuestra identidad. Por eso hemos lanzado el proyecto estrat¨¦gico de la Nueva Econom¨ªa de la Lengua.
Necesitamos talento. ?Va a perderse el relato de las humanidades sumergido en todo este mundo avasallador de la ciencia de datos?
?Al contrario! Justamente las nuevas tecnolog¨ªas requieren una aproximaci¨®n multidisciplinar. Es importante que incorporemos diferentes voces, como fil¨®sofos, cient¨ªficos sociales, artistas y personas de las humanidades. No pueden quedar fuera. Por eso, hemos creado las c¨¢tedras ENIA [Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial], para promover el desarrollo de la investigaci¨®n cient¨ªfica en este ¨¢mbito desde una perspectiva multidisciplinar. Tambi¨¦n estamos terminando de perfilar los detalles de la convocatoria para la creaci¨®n de la Red Espa?ola de Excelencia de Inteligencia Artificial, que permitir¨¢ potenciar el talento nacional, atraer el internacional y generar programas de investigaci¨®n interdisciplinares, destinados a cruzar inteligencia artificial y ciencias sociales o IA e impacto ambiental, entre otras ¨¢reas.
Este universo requiere una aproximaci¨®n multidisciplinar. Es importante que incorporemos diferentes voces, como fil¨®sofos, cient¨ªficos sociales, artistas y personas de las humanidadesNadia Calvi?o, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital
?C¨®mo valora el uso militar de la inteligencia artificial? ?Un mal necesario en ¨¦poca de incertidumbre?
La inteligencia artificial, como tantas otras, es una tecnolog¨ªa de doble uso. Puede ser utilizada tanto para fines civiles como militares, con beneficios y riesgos asociados. En el ¨¢mbito militar supone avances en seguridad nacional, ayudando a mejorar la capacidad de defensa de un pa¨ªs.
Todas las ¨¦pocas tienen tecnolog¨ªas que prometen cambiar el mundo. ?La inteligencia artificial est¨¢ sobrevalorada?
Si est¨¢ sobrevalorada o no, solo el tiempo lo dir¨¢. Nuestra obligaci¨®n es trabajar para que, sea cual sea el futuro, estemos preparados. Para que nuestras infraestructuras digitales y redes de comunicaciones resulten las m¨¢s resilientes y con m¨¢s capacidad de crecimiento y expansi¨®n. Para que que nuestras empresas, independientemente de su tama?o, adopten las herramientas necesarias para mejorar su productividad y para que compitan local y globalmente y creen puestos de trabajo de calidad. Para que nuestros ciudadanos tengan todas las capacidades necesarias en el cambio digital. En definitiva, tenemos que asegurarnos de que la inteligencia artificial y cualquier otra tecnolog¨ªa ayuden a las personas a mejorar sus vidas. En ello trabajamos, utilizando los fondos europeos del Plan de Recuperaci¨®n.