?Qu¨¦ fue de Clubhouse? El silencio inc¨®modo de una red social que iba a cambiarlo todo
La plataforma sigue viva y a¨²n crece, pero ya lejos de la gloria que alcanz¨® hace cerca de un a?o abandonada por algunos de sus pioneros
Cuando Juanjo Rengel lleg¨® a Clubhouse a principios de 2020, ech¨® en falta otro tipo de contenidos en espa?ol. ¡°Era todo charlas de marketing, de gur¨²s, de c¨®mo potenciar tu bio de Instagram, c¨®mo utilizar LinkedIn...¡±, explica el locutor malague?o. Analistas y expertos cantaban a¨²n las alabanzas de la red social del audio, nacida algo m¨¢s de medio a?o antes, donde los usuarios se reun¨ªan en salas de chat para mantener conversaciones sobre cualquier cosa. En marzo, Rengel inaug...
Cuando Juanjo Rengel lleg¨® a Clubhouse a principios de 2020, ech¨® en falta otro tipo de contenidos en espa?ol. ¡°Era todo charlas de marketing, de gur¨²s, de c¨®mo potenciar tu bio de Instagram, c¨®mo utilizar LinkedIn...¡±, explica el locutor malague?o. Analistas y expertos cantaban a¨²n las alabanzas de la red social del audio, nacida algo m¨¢s de medio a?o antes, donde los usuarios se reun¨ªan en salas de chat para mantener conversaciones sobre cualquier cosa. En marzo, Rengel inaugur¨® el Clubmorning, el primer matinal en espa?ol en la plataforma. Emiti¨® decenas de programas, tuvo como invitados a artistas de la talla de Rayden o Veintiuno, recibi¨® al telediario de Antena 3 en su casa... ¡°Parec¨ªa que iba a ser una cosa muy guay¡±, recuerda. Pero el 6 de mayo ech¨® el cierre al proyecto, desmotivado por el lento crecimiento de la plataforma, la exigencia de mantener un programa diario y las pocas esperanzas que ten¨ªa de rentabilizar aquel esfuerzo. ¡°Me pas¨¦ un par de veces m¨¢s a ver qu¨¦ hab¨ªa y ya no volv¨ª a entrar nunca¡±.
La corta pero intensa vida del Clubmorning se dio en paralelo al explosivo pero fugaz pico de popularidad de la red social que lo vio nacer y morir. En febrero de 2021, la aplicaci¨®n registr¨® 9,6 millones descargas. En abril, poco despu¨¦s de alcanzar una valoraci¨®n de 4.000 millones de euros, descendi¨® a 900.000 descargas. Aunque ha seguido sumando usuarios, Clubhouse no ha logrado repetir las marcas que consigui¨® en la fiebre inicial. Seg¨²n los datos que la firma de anal¨ªtica Sensor Tower ha facilitado a EL PA?S, la aplicaci¨®n hab¨ªa generado hasta el 31 de octubre un total de 34 millones de descargas. Solo en la primera mitad de 2021, TikTok se descarg¨® 383 millones de veces.
¡°Es la historia de otra aplicaci¨®n que tiene un ¨¦xito ef¨ªmero. A veces pensamos en Facebook y en Twitter y en plataformas que llevan 15 a?os y no nos damos cuenta de la cantidad de redes sociales que se han quedado por el camino¡±, explica Miquel Pellicer, experto en Comunicaci¨®n Digital de la UOC, que tampoco ha vuelto a entrar en la aplicaci¨®n desde hace meses. ¡°Yo fui un usuario bastante activo de Clubhouse y creo que sigue siendo una muy buena propuesta, pero la formulaci¨®n del ¨¦xito tiene muchas derivadas¡±.
?Qu¨¦ fue de la red social del audio que iba a cambiarlo todo? Sigue ah¨ª y no se ha rendido. La plataforma compite ahora con las apuestas de los peces gordos en su carrera por liderar el mundo del audio social: Twitter lanz¨® Spaces, Facebook puso en marcha Live Audio Rooms, Spotify hizo lo propio con Greenrooms... Hasta Discord y Reddit han sacado adelante sus propios canales de conversaci¨®n al estilo de la que fuera la aplicaci¨®n de moda a principios de 2021.
Sin embargo, dentro de Clubhouse, a¨²n se ven con fuerzas para sobrevivir en el inh¨®spito ecosistema de las redes sociales j¨®venes. ¡°Tenemos mucho que hacer, pero Clubhouse es dram¨¢ticamente mayor de lo que era en enero. Las salas creadas diariamente han pasado de 300.000 a principios del verano a 700.000 ahora¡±, explica a EL PA?S un portavoz de la compa?¨ªa. ¡°Creemos que a¨²n estamos en etapas tempranas del audio social y nos entusiasma mantenernos centrados en nuestra comunidad y en construir para el largo plazo¡±.
Esta misma semana han abierto la posibilidad de que los creadores graben el audio de sus salas para compartirlo en otro momento, bien en la misma aplicaci¨®n o bien subi¨¦ndolo a otras redes. La nueva funci¨®n de grabaci¨®n, bautizada como Replay, es una m¨¢s en el goteo de novedades que han ido flexibilizando la plataforma, nacida bajo los rigores del acceso limitado a aquellos usuarios de iPhone que hubieran recibido una invitaci¨®n. La aplicaci¨®n no lleg¨® a Android hasta el 9 de mayo de este a?o. Justo tres d¨ªas despu¨¦s de que Rengel despidiese Clubmorning.
La llegada de los ciudadanos de Android revitaliz¨® un poco el vecindario. En junio, registraron 7,7 millones de descargas. Pero la apertura a usuarios sin invitaci¨®n, que se produjo en julio, no tuvo el mismo efecto. Atr¨¢s quedaron los tiempos en que las credenciales para acceder a la red social de moda estaban tan cotizadas que se vend¨ªan en eBay por m¨¢s de 100 d¨®lares. Entonces, hasta los cibercriminales quer¨ªan subirse al carro creando programas maliciosos para hacerlos pasar por Clubhouse.
Paul Davidson, consejero delegado de Clubhouse, admiti¨® recientemente en Bloomberg que el exitazo inicial fue m¨¢s bien un regalo envenenado: ¡°Creo que crecimos demasiado, demasiado deprisa a principios de este a?o. Lo que queremos hacer es mantenernos en el sendero del crecimiento estable y gradual¡±.
Usuarios descontentos
El History Club ¡ªclub de la historia¡ª de Jason Steinhauer fue uno de los primeros ¨¦xitos de la plataforma y no ha dejado de crecer desde entonces. En febrero ten¨ªa 30.000 usuarios y ahora acumula 102.000. Pero ni siquiera este historiador amante de la comunicaci¨®n mantiene el ritmo que llevaba hace unos meses. ¡°En parte es porque estoy escribiendo un libro y trabajando en un proyecto de consultor¨ªa, as¨ª que tengo menos tiempo para preparar y presentar un programa semanal¡±, precisa el creador, que echa en falta m¨¢s herramientas para comunicarse medir el inter¨¦s de sus seguidores y comunicarse con ellos dentro y fuera de la plataforma.
Cuando Elon Musk, Mark Zuckerberg y Kevin Hart hicieron sus apariciones estelares en Clubhouse, Steinhauer ya llevaba seis meses entre bastidores. ¡°Fueron ¨²tiles para fabricar bombo publicitario y miedo a perderse algo. Pero nunca volvieron y la atenci¨®n de los medios se centr¨® en otros asuntos¡±, razona. Al fin de ciclo contribuy¨®, en su opini¨®n, el fin de la vida virtual impuesta por la pandemia y la aparici¨®n de algunos incidentes de antisemitismo y discurso de odio en la plataforma, que hasta el momento hab¨ªa destacado por las buenas maneras que reinaban entre sus usuarios.
Para el padre del Clubmorning, la ausencia de v¨ªas para sacar beneficio profesional y econ¨®mico de la red social fue una parte importante del problema. ¡°Me gustaba lo que hac¨ªa, pero ten¨ªa la intenci¨®n de que en alg¨²n momento se pudiera convertir en un trabajo. Y estaba todo muy estancado¡±, explica. ¡°Creo que en Espa?a se abandon¨® mucho la plataforma. Si se hubiera apostado por el contenido espa?ol se podr¨ªa haber hecho algo. Pero las promesas de monetizaci¨®n llegaban siempre muy lentas¡±.
La realidad es que de acuerdo con los datos de Sensor Tower, el mercado espa?ol siempre fue residual para Clubhouse. Las descargas de la aplicaci¨®n en el pa¨ªs se han mantenido relativamente estables pasado el pico de popularidad, pero suponen tan solo un 0,3% del total acumulado a nivel global.
?Seguir¨¢ Clubhouse el mismo camino que otras fallidas aplicaciones del momento, como la ya desaparecida Vine? ¡°Siempre estamos matando redes sociales, pero esto son evoluciones. Es verdad que seguramente el proyecto desaparezca, pero el concepto de la voz adaptada a las redes seguir¨¢ teniendo importancia¡±, asegura Pellicer, que ve buenos presagios en el auge de los asistentes de voz o los podcasts.
Rengel no lo tiene tan claro. ¡°Yo en este sentido soy supernegativo. Y mira que la vi como una oportunidad suprema. Los que lo vivimos sabemos que el sentimiento era real. Pero ahora le veo muy poca salida¡±, admite. En su memoria quedan los tres meses del Clubmorning y, especialmente, el programa final: ¡°?ramos como 200 en la sala, que en aquel entonces era una movida, y fue superbonito porque se pusieron casi todos de acuerdo para aplaudir en directo¡°.
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