Las series espa?olas tienen dos vidas: una en plataformas y otra en la televisi¨®n tradicional

Telecinco emite este lunes el final de Vivir sin permiso. Sin embargo, los seguidores de la serie podr¨ªan haber conocido el destino de Nemo Bandeira y Mario Mendoza hace semanas. Desde el 31 de enero estaban disponibles todos los episodios en Netflix, incluidos aquellos que Telecinco todav¨ªa no hab¨ªa emitido. En contra de lo que se podr¨ªa pensar, su disponibilidad en la plataforma no se reflej¨® en un descenso de audiencia en abierto. Dos millones de espectadores han demostrado una fidelidad a prueba de...

Telecinco emite este lunes el final de Vivir sin permiso. Sin embargo, los seguidores de la serie podr¨ªan haber conocido el destino de Nemo Bandeira y Mario Mendoza hace semanas. Desde el 31 de enero estaban disponibles todos los episodios en Netflix, incluidos aquellos que Telecinco todav¨ªa no hab¨ªa emitido. En contra de lo que se podr¨ªa pensar, su disponibilidad en la plataforma no se reflej¨® en un descenso de audiencia en abierto. Dos millones de espectadores han demostrado una fidelidad a prueba de plataformas. Adem¨¢s, en un inesperado viaje de ida y vuelta, la serie, protagonizada por Jose Coronado y ?lex Gonz¨¢lez, es uno de los t¨ªtulos m¨¢s destacados dentro del listado de ficciones m¨¢s vistas en Espa?a que publica Netflix.

No es la primera vez que una producci¨®n espa?ola que ha estado disponible antes en un servicio de streaming logra buenos resultados en su paso por la televisi¨®n tradicional. La comedia El pueblo acaba de cerrar en Telecinco su primera temporada con una media de 2,2 millones de espectadores, la ficci¨®n m¨¢s vista de lo que va de a?o. Eso cuando los mismos cap¨ªtulos ya estaban disponibles en Amazon Prime Video desde el 14 de mayo de 2019: los datos parecen demostrar que el p¨²blico de estos productos puede estar en lugares muy diferentes y que plataformas y televisi¨®n en abierto no son rivales, sino que se pueden retroalimentar para crear ¨¦xitos.

Es un recorrido inverso al que vivi¨® La casa de papel, que pas¨® casi desapercibida en su emisi¨®n en Antena 3 para luego convertirse en un ¨¦xito mundial en Netflix. O el que ha vivido Toy Boy, que se despidi¨® con una media de 1.127.000 espectadores en Antena 3 pero ahora ocupa las primeras posiciones en los listados de producciones m¨¢s vistas en Netflix en diferentes pa¨ªses (siempre seg¨²n la propia Netflix).

¡°El sector est¨¢ tan agitado, tan en constante movimiento, que es imposible sacar una foto n¨ªtida, sale siempre borrosa. Igual estamos hablando ahora de esto y en un mes hay otro cambio¡±, dice Aitor Gabilondo, creador de Vivir sin permiso. Aunque sus datos de audiencia est¨¦n muy lejos de la anterior creaci¨®n de Gabilondo para Telecinco ¡ªEl Pr¨ªncipe, que tuvo una media de 4.729.000 seguidores en su emisi¨®n entre 2014 y 2016¡ª, el panorama ha cambiado tanto en este tiempo que con dos millones de espectadores Vivir sin permiso es una de las series m¨¢s vistas del a?o.

La misma incertidumbre en el mundo audiovisual la se?ala Alberto Caballero, uno de los responsables de El pueblo: ¡°La gran duda que ten¨ªamos, incluidas las cadenas, es c¨®mo funcionar¨ªa una serie en abierto despu¨¦s de haberse estrenado en una plataforma. Y la sorpresa ha sido el hecho no solo de que no se solapan los p¨²blicos, sino que hay gente que la hab¨ªa visto en plataforma y me ha dicho que la ha vuelto a ver en abierto. Eso s¨ª que ha sido un poco impactante¡±, cuenta el guionista y productor. ¡°El mercado est¨¢ cambiando muy r¨¢pido y todo el mundo est¨¢ hecho un l¨ªo. Las cadenas generalistas est¨¢n produciendo contenidos para las plataformas, eso es una cosa que si nos dicen hace tres a?os nos habr¨ªa sonado a chiste¡±, a?ade.

La primera cadena que us¨® la f¨®rmula del estreno de una producci¨®n propia en una de las grandes plataformas internacionales antes de su emisi¨®n en abierto fue Atresmedia. Su productora, Atresmedia Studios, es la responsable de Peque?as coincidencias, comedia cuya primera temporada estren¨® Amazon Prime Video el 7 de diciembre de 2018. Hasta el 2 de septiembre de 2019 no se vio en abierto. Su vida en la televisi¨®n tradicional fue con m¨¢s pena que gloria y se tuvo que conformar con una media de 1.011.000 espectadores y terminar su recorrido en horario de madrugada. Sin embargo, Amazon debi¨® quedar satisfecha con el resultado y encarg¨® una segunda temporada.

¡°El paradigma ahora es distinto, los consumos son distintos¡±, dice la guionista Isabel V¨¢zquez. ¡°La exposici¨®n del producto en las plataformas es extraordinaria, no la est¨¢s constri?endo a un territorio ni a la circunstancia de que la gente est¨¦ viendo la tele en un momento determinado¡±, a?ade. ¡°Es un cambio a escala global. Por eso no me sorprende que Toy Boy haya encontrado su p¨²blico en Netflix. Un p¨²blico nicho a nivel global te garantiza un n¨²mero de personas suficiente como para justificar una producci¨®n. Antes ten¨ªas que justificarlo de manera dom¨¦stica. Ahora, si no puedes, tienes la pr¨®rroga, o la opci¨®n de jug¨¢rtela a los penaltis. Antes ten¨ªas unas ventanas limitadas, pero ahora se ha ampliado el marco y mucha m¨¢s gente entra a jugar¡±, completa V¨¢zquez.

Seg¨²n estos guionistas, que su trabajo termine vi¨¦ndose en una plataforma antes que en la televisi¨®n en abierto no influye a la hora de la creaci¨®n. ¡°No creo que haya una f¨®rmula si es en abierto o en plataforma. La prueba es Vivir sin permiso, que tiene todo para el abierto y lo pones en Netflix y mira. Puedes hacer algo siguiendo los supuestos c¨®digos de una plataforma y te pegas un tortazo. Por suerte para nosotros, las historias no se pueden formatear hasta ese punto. Si no, las series no las har¨ªamos personas, sino una aplicaci¨®n¡±, remata Aitor Gabilondo.