Y ¡®El Pr¨ªncipe¡¯ acab¨® en agua salada
La serie de Telecinco nos deja sin un final feliz y los fans se han levantado en armas
Poco m¨¢s y no queda vivo ni el apuntador. El Pr¨ªncipe, uno de los ¨²ltimos grandes fen¨®menos de la ficci¨®n televisiva nacional, se ha despedido con doble raci¨®n del agua salada a la que se refer¨ªa Fran en el inicio de la serie: el del mar y el de las l¨¢grimas. Antes, casi hora y media de tensi¨®n, disparos, muertes y angustia.
El Pr¨ªncipe nos deja sin un final feliz y, claro, los fans se levantaron en armas en Twitter. Pero, si la historia era consecuente, Morey y F¨¢tima no pod¨ªan terminar felices y comiendo perdices en Noruega. El destino les obligaba a separarse de un modo u otro. La serie prepar¨® cuatro finales posibles y, aun sin saber c¨®mo eran los otros, parece que han apostado por uno muy valiente, uno que no satisfar¨ªa a los seguidores de la historia de amor pero s¨ª a los que se engancharon a la serie por otros motivos, como la trama yihadista y la intriga que implicaba al CNI.
No ha sido una serie perfecta, eso es evidente. Pero s¨ª ha sido una serie valiente y que se ha atrevido a ir un poco m¨¢s all¨¢, a tocar temas que est¨¢n ah¨ª pero que nuestra ficci¨®n televisiva hab¨ªa obviado. Aunque a ratos El Pr¨ªncipe se ha visto demasiado lastrada por el peso que la cadena quiso dar a la historia de amor entre el cristiano y la musulmana, decisiones de casting clamorosamente discutibles y la obsesi¨®n por sacar a Morey sin camiseta semana s¨ª, semana tambi¨¦n, los m¨¦ritos son destacables. ?Pod¨ªa haber sido mejor? S¨ª, claro. Pero eso no debe impedir reconocer lo que ha hecho.
Y uno de sus logros es, precisamente, tener un final consecuente con la historia contada, en la que ni los malos ni los buenos ganan. Todos pierden. Como en la vida real. Y aunque duela. Muertes a la orilla del mar, muchas l¨¢grimas y Morey sin camiseta. As¨ª ten¨ªa que acabar El Pr¨ªncipe y as¨ª acaba.
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