El talento inmenso de Javier C¨¢mara
A estas alturas, ya no queda un solo necio que dude de la grandeza de su talento, pero en esta temporada de ¡®Vamos Juan¡¯ hemos descubierto que, adem¨¢s, dirige
Lo primero que supimos de ¨¦l fue que irradiaba vis c¨®mica con solo plantarse en medio de una escena. Cuando las collejas de Amparo Bar¨® le dejaron caminar erguido y hablar m¨¢s de cinco minutos sin que saltasen las risas enlatadas, descubrimos tambi¨¦n que era un actor soberbio que mejoraba cualquier serie o pel¨ªcula que lo tuviese en el reparto. A estas alturas, ya no queda un solo necio que dude de la grandeza de su talento, pero en esta temporada de Vamos Juan (inciso repelente: s¨¦ que la serie se escribe as¨ª, pero si ¡°vamos¡± es vocativo, le falta una coma, y el ni?o marisabidillo que ...
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Lo primero que supimos de ¨¦l fue que irradiaba vis c¨®mica con solo plantarse en medio de una escena. Cuando las collejas de Amparo Bar¨® le dejaron caminar erguido y hablar m¨¢s de cinco minutos sin que saltasen las risas enlatadas, descubrimos tambi¨¦n que era un actor soberbio que mejoraba cualquier serie o pel¨ªcula que lo tuviese en el reparto. A estas alturas, ya no queda un solo necio que dude de la grandeza de su talento, pero en esta temporada de Vamos Juan (inciso repelente: s¨¦ que la serie se escribe as¨ª, pero si ¡°vamos¡± es vocativo, le falta una coma, y el ni?o marisabidillo que llevo dentro se rebela contra esa ausencia) hemos descubierto que, adem¨¢s, Javier C¨¢mara dirige.
Estambul es el t¨ªtulo del episodio que ha firmado, un peque?o excurso de las l¨ªneas argumentales de la comedia, casi una peque?a pel¨ªcula aut¨®noma, ambientado en el mundo extra?¨ªsimo, grotesco y casi irreal de las cl¨ªnicas turcas de trasplante capilar. Todo el cap¨ªtulo transcurre en un hotel de relativo lujo, mientras el protagonista espera su cita en el quir¨®fano. El rijoso Juan Carrasco se encuentra all¨ª con una joven espa?ola (una Anna Castillo tambi¨¦n en estado de gracia) y juntos se enredan en lo que parece la versi¨®n bufa de Lost in Translation.
Gente que conoce bien las tramoyas del decorado pol¨ªtico confiesa con la boca peque?a que esta comedia de Diego San Jos¨¦ parece m¨¢s una cr¨®nica que una s¨¢tira. A la s¨¢tira bien hecha le suele pasar eso: nos hace gracia porque nos hiere. La carcajada es dolorosa porque emerge de una tragedia. El espectador, aunque viva ajeno al poder y sus miserias, sabe que esa ficci¨®n es m¨¢s verdadera que mil cr¨®nicas parlamentarias escritas con rigor puntilloso. Solo un gran fingidor del talento de Javier C¨¢mara puede revelarnos un misterio tan oscuro.