La sociedad instant¨¢nea
Lo queremos todo ya, por eso no es extra?o que, apenas unas horas despu¨¦s de empezar la pandemia, corri¨¦semos a pensar el futuro y a exigir soluciones inmediatas
El colmo de la pereza y de la tristura lo vi en un supermercado brit¨¢nico que vend¨ªa huevos cocidos partidos por la mitad con una salsa para que el consumidor untase su desesperaci¨®n en ella y le hiciera m¨¢s pasable esa vida de miseria que le incapacita hasta para cocerse ¨¦l mismo los huevos. Hay fruta pelada y troceada y fideos instant¨¢neos y un se?or de la oficina de patentes que se dedica en exclusiva a registrar inventos para vagos. Es raro que no vendan ya comida premasticada, per...
El colmo de la pereza y de la tristura lo vi en un supermercado brit¨¢nico que vend¨ªa huevos cocidos partidos por la mitad con una salsa para que el consumidor untase su desesperaci¨®n en ella y le hiciera m¨¢s pasable esa vida de miseria que le incapacita hasta para cocerse ¨¦l mismo los huevos. Hay fruta pelada y troceada y fideos instant¨¢neos y un se?or de la oficina de patentes que se dedica en exclusiva a registrar inventos para vagos. Es raro que no vendan ya comida premasticada, pero todo se andar¨¢.
Uno de los mayores hallazgos de Netflix y las plataformas es el comando ¡°saltar intro¡±, que permite adelantar los cr¨¦ditos y la sinton¨ªa (a menudo, lo mejor de una serie), para ir directamente al meollo. Si una web tarda un poquito en cargarse, fracasa; si una novela no empieza con el asesinato en la p¨¢gina dos, aburre al lector, y el bot¨®n que m¨¢s usan los aficionados al porno es el de adelantar las escenas no coitales.
Lo queremos todo ya, por eso no es extra?o que, apenas unas horas despu¨¦s de empezar la pandemia, corri¨¦semos a pensar el futuro y a exigir soluciones inmediatas. Nos ha angustiado tanto qu¨¦ ser¨¢ de nosotros que perdimos de vista que las emergencias requieren paciencia y presentismo. Los que est¨¢n entrenados para v¨¦rselas en situaciones l¨ªmite tienen el mandamiento de que solo hay que ocuparse de un problema y no atender otro hasta que no se ha controlado el primero, pero la ansiedad colectiva nos ha llevado a un delirio de futurolog¨ªas y enso?aciones sobre c¨®mo cambiar¨¢ el alma humana y si seremos mejores o si la falta de abrazos nos har¨¢ pupita psicol¨®gica.
A¨²n no hemos resuelto la crisis sanitaria y ya le estamos dando a ¡°saltar intro¡±, incapaces de frenar unos meses como frenar¨ªa cualquier familia con un hijo enfermo. Nos falta la paciencia necesaria de quien sabe esperar a que el agua rompa a hervir antes de cocer los huevos.