Natos y Waor, de cantar en casas okupadas a llenar Vistalegre

El camino al ¨¦xito no suele ser recto. Hay un trecho entre pasar las tardes en el barrio, entre pintadas, rapeando en batallas de gallos, y reunir a 11.500 almas en el Palacio de Vistalegre. Pero para el d¨²o de hip hop madrile?o Natos y Waor ¡ªformado por Gonzalo Cidre (Buenos Aires, 28 a?os) y Fernando Hisado (Madrid, 32 a?os)¡ª el salto ha sido algo gradual. ¡°Parte del encanto es que la mayor¨ªa de las cosas la hemos aprendido sobre la marcha, por ensayo y error. Y cuando hemos llegado a ciertas dimensiones, nos hemos rodeado de gente que sab¨ªa m¨¢s que nosotros, pero siempre teniendo la ¨²ltima palabra¡±, explica Hisado a EL PA?S.

El documental Underground Kings, que se puede ver en Movistar +, narra el nacimiento y ascenso de este d¨²o, desde sus primeros pasos literales, en sus infancias, a los llenos en pabellones y salas de toda Espa?a en la gira de su ¨¢lbum Cicatrices (2018). ¡°Para nosotros es una locura, porque una cosa es meter a m¨¢s de 11.000 personas en Madrid, que es un canteo, pero es tu ciudad y la m¨¢s grande de Espa?a. Pero otra cosa es meter 5.000 en una ciudad como Salamanca, por ejemplo, que es un aforo que no hace ni Melendi¡±, asegura Cidre.

Entrevista: ?Qui¨¦nes son los RAPEROS PREFERIDOS de NATOS Y WAOR?

De las casas okupa pasaron a salas; de ah¨ª a pabellones multiusos y festivales de toda Espa?a; y de ah¨ª a cruzar el Atl¨¢ntico. Los datos de sus aforos no fueron ajenos a la generaci¨®n que les precedi¨®, la que llev¨® por primera vez al g¨¦nero del hip hop a otro nivel. ¡°Siempre es un aval que gente como [los raperos consagrados] Kase O, Zatu o Tote King nos muestren su respeto y su cari?o, porque al final ellos fueron algunos de los pioneros en esta movida¡±, reconoce Hisado. Sus testimonios en el documental dan fe al momento que viven Natos y Waor, en una era en la que el g¨¦nero mueve masas.

Underground Kings consigui¨® entrar tras su estreno la semana pasada en la lista de los contenidos m¨¢s populares de Movistar. Sin perder el barrio de vista, estos corsarios (como se definen en su sencillo Piratas) de la industria musical retratan los momentos claves que cambiaron su vida. Como un concierto en el que llenaron el centro social okupa de La Traba en 2012 (barrio de Legazpi, Madrid), ahora desmantelado, a cambio de una botella de ron Negrita, o la de su gran noche en Vistalegre. ¡°Ven¨ªamos de un par¨®n en el que solo hab¨ªamos hecho un par de conciertos el a?o anterior. Creo que la prueba de sonido fue m¨¢s larga que el propio concierto. Fue uno de los mejores d¨ªas de mi vida¡±, rememora Waor.