Jo?o de Deus: el depredador sexual m¨¢s famoso de Brasil
Un documental cuenta la historia del curandero m¨¢s respetado del pa¨ªs latinoamericano, que en 2018 fue acusado de abuso por 300 mujeres
Por un lado tenemos curas milagrosas, operaciones espirituales y la amistad y admiraci¨®n de celebridades y mandatarios de la talla de Bill Clinton, Oprah Winfrey, Lula da Silva o Xuxa. Por el otro, cientos de acusaciones de abuso sexual, una organizaci¨®n mafiosa, un pasado de homicidios. Esa es (parte de) la historia de Jo?o de Deus, un m¨¦dium, curandero y sanador espiritual brasile?o que pas¨® del cielo al infierno tras haber cautivado durante cinco d¨¦cadas a miles de personas por todo el mundo con su fama de persona milagrosa, mientras abusaba de mujeres y ni?as all¨¢ d¨®nde iba. Las primeras denuncias se hicieron p¨²blicas el 7 de diciembre de 2018, en el talk show Conversa con Bial, conducido por el periodista Pedro Bial, uno de los reporteros y presentadores de m¨¢s credibilidad en Brasil, que present¨® los relatos de cinco v¨ªctimas. Una semana despu¨¦s, m¨¢s de 300 mujeres hab¨ªan acusado formalmente a Jo?o de Deus y la Justicia le deten¨ªa, condenado a 40 a?os de prisi¨®n.
Los m¨¢s de 18 meses de investigaci¨®n period¨ªstica que resultaron en las denuncias y en el arresto del m¨¦dium se presentan ahora como una serie documental de seis cap¨ªtulos, Em nome de Deus (En el nombre de Dios), que Globo ¡ªla principal empresa de comunicaci¨®n de Latinoam¨¦rica¡ª estrena tambi¨¦n para el p¨²blico internacional en la plataforma GloboPlay. La serie presenta adem¨¢s otras facetas de la actividad criminal de Jo?o de Deus, como su presunta relaci¨®n con el narcotr¨¢fico y casos de homicidio en su pasado. Lo m¨¢s contundente es, sin embargo, la reuni¨®n in¨¦dita de las primeras mujeres que revelaron los abusos en la televisi¨®n. De diferentes partes de Brasil ¡ªy tambi¨¦n de Holanda, como la core¨®grafa Zahira Mous¡ª, las v¨ªctimas confraternizan y cuentan detalles de la violencia que sufrieron y que algunas guardaron por m¨¢s de 20 a?os.
¡°Em nome de Deus es la historia de las mujeres y del coraje que tienen para reaccionar. Es un documental sobre la voz de las mujeres¡±, afirma Pedro Bial al EL PA?S. El periodista cree que las denuncias en contra de un hombre tan poderoso e influyente en Brasil no hubieran sido posibles sin algo como el Movimiento #MeToo. ¡°Desde el coraje de las mujeres para denunciar, hasta la conciencia social, en un sentido m¨¢s amplio, que influye en la decisi¨®n de un delegado, un juez, un fiscal. Es un zeitgeist¡±, dice. Ejemplo de ello es el hecho de que por lo menos dos mujeres ya hab¨ªan denunciado al m¨¦dium por acoso sexual: una en los Estados Unidos ¡ªdonde Jo?o de Deus daba charlas y pasaba consultas espirituales¡ª, y otra en Abadi?nia (Brasil), donde estaba el centro religioso creado por ¨¦l. Las investigaciones no fueron adelante. En el caso de la joven brasile?a, que hizo la denuncia en 2014, la fiscal consider¨® que hubo un ¡°acto inmoral¡±, pero que eso no era suficiente para incriminarlo.
¡°Todo lo que nos llegaba y que investig¨¢bamos ten¨ªa, de hecho, alg¨²n tipo de queja formalizada ante la Justicia. Pero Jo?o de Deus ten¨ªa un s¨®lido sistema de protecci¨®n y de influencias que lo blindaban cuando esos casos llegaban al territorio judicial¡±, cuenta Pedro Bial. El periodista a?ade que, tras el estreno de la serie en Brasil, ya han surgido nuevas denuncias en contra del m¨¦dium. ¡°Tambi¨¦n es verdad que, trat¨¢ndose de un tipo tan exc¨¦ntrico y m¨ªstico, nos llegaron relatos de cosas sobrenaturales, hasta historias de tr¨¢fico de beb¨¦s, cosas que se iban un poco de las manos y en las que no encontramos un trasfondo de verdad¡±, dice Bial.
Jo?o de Deus convirti¨® Abadi?nia, una ciudad con poco m¨¢s de 17.000 habitantes, en el c¨¦ntrico Estado de Goi¨¢s, en la sede de su imperio espiritual y financiero. En aquel trozo de Brasil, que tiene mucho de cualquiera de las miles de ciudades olvidadas en el interior del pa¨ªs, construy¨® la Casa Dom In¨¢cio de Loyola, donde atend¨ªa a miles de personas por d¨ªa para realizar cirug¨ªas espirituales ¡ªmuchas veces con cortes sin anestesia¡ª y presum¨ªa de restituir el habla al que no puede hablar y los movimientos al que no puede caminar. Oprah Winfrey, la sensaci¨®n de la televisi¨®n norteamericana, fue testigo de hechos como esos en 2012, cuando visit¨® la Casa. ¡°Empezaron a brotarme l¨¢grimas de gratitud. Tuve una incre¨ªble sensaci¨®n de paz¡±, coment¨® en la ocasi¨®n.
Ni ella ni los pol¨ªticos y artistas famosos que se hicieron amigos del m¨¦dium desconfiaban que era precisamente en una habitaci¨®n de ese centro espiritual donde Jo?o de Deus comet¨ªa gran parte de sus abusos, siguiendo, de acuerdo con el relato de sus v¨ªctimas todo un modus operandi. A las mujeres se les ped¨ªa buscarlo para una cura espiritual en su despacho, d¨®nde ¨¦l las encerraba, las pon¨ªa de espaldas hac¨ªa ¨¦l o las sentaba en una silla con los ojos cerrados y practicaba los abusos.
El poder del documental
Todo empez¨® cuando el propio Pedro Bial solicit¨® una entrevista con el m¨¦dium, quien dijo que la conceder¨ªa con una condici¨®n: el periodista deber¨ªa visitar su centro en Abadi?nia. Durante la preparaci¨®n para el encuentro, Bial cambi¨® de idea. ¡°Vi un documental en el que ¨¦l dec¨ªa que no ped¨ªa nada a quien fuese a Abadi?nia, nada m¨¢s que fe. Y la verdad es que yo, a nivel personal, no trabajo con esa moneda¡±, cuenta el periodista. A nivel profesional, le parec¨ªa que su simple presencia como invitado, ¡°en la infame categor¨ªa de celebridad¡±, representar¨ªa un respaldo a lo que fuese lo que sucediera all¨ª. ¡°No ser¨ªa lo mismo que ir como reportero, cuando podr¨ªa hablar con la gente sin recelos y buscar relatos disonantes del oficial¡±, explica. As¨ª que la entrevista nunca ocurri¨®. Y las denuncias empezaron a llegar a la reportera (y guionista de Em nome de Deus) Camila Appel, que trabaja en el equipo de Bial.
Cu¨¢nto m¨¢s investigaban, m¨¢s se daban cuenta de que hab¨ªan contado solo una parte de una historia muy larga, que avanza por diferentes regiones de Brasil, Holanda, Australia y Estados Unidos. As¨ª surgi¨® la idea de convertir la investigaci¨®n period¨ªstica en una serie documental, con el ¨¦xito de lograr construir buenos arcos cortos, que se resuelven dentro de cada episodio, y un arco largo que recorre toda la serie. ¡°Ese formato da nuevas posibilidades para el oficio period¨ªstico. Por su intimidad con la cinematograf¨ªa, el documental permite al espectador no solo informarse, sino tambi¨¦n vivir una experiencia. Le permite ponerse en el sitio de otra persona, algo tan en falta en el mundo contempor¨¢neo¡±, comenta Bial.
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