Sotanas

Los jesuitas siempre fueron los m¨¢s cultivados, inteligentes y mundanos entre las huestes profesionales del Alt¨ªsimo. Se mov¨ªan con id¨¦ntica desenvoltura y doble moral en los asuntos de la tierra y en los del cielo, Sospechamos que el ancestral negocio de la Iglesia est¨¢ en crisis. Y es urgente poner soluciones. No s¨¦ si el extraordinario Papa actual se cree lo que dice, es un cirujano ejemplar intentando salvar los corro¨ªdos muebles de su reba?o o si con ¨¦l ha resucitado Jesucristo. En cualquier caso, ser¨ªa el Cary Grant de la historia de la Iglesia, tan seductor, listo, elegante y so...

Los jesuitas siempre fueron los m¨¢s cultivados, inteligentes y mundanos entre las huestes profesionales del Alt¨ªsimo. Se mov¨ªan con id¨¦ntica desenvoltura y doble moral en los asuntos de la tierra y en los del cielo, Sospechamos que el ancestral negocio de la Iglesia est¨¢ en crisis. Y es urgente poner soluciones. No s¨¦ si el extraordinario Papa actual se cree lo que dice, es un cirujano ejemplar intentando salvar los corro¨ªdos muebles de su reba?o o si con ¨¦l ha resucitado Jesucristo. En cualquier caso, ser¨ªa el Cary Grant de la historia de la Iglesia, tan seductor, listo, elegante y sorprendente ¨¦l.

Acaban de admitir los jesuitas que 65 miembros de su selecta corporaci¨®n abusaron en el curso del tiempo de 81 menores. En primer lugar, me sorprende que su prodigiosa memoria lleve una cuenta tan precisa de violadores y violados. Asumen el pecado de su muy humana congregaci¨®n, pero como son tan racionales y compasivos no van a revelar la identidad de los pecadores, ya que estos podr¨ªan ser estigmatizados por la opini¨®n p¨²blica. Al final, como siempre, ser¨¢ una cuesti¨®n de pasta, de abogados exigiendo cuentas y llev¨¢ndose el 50%, de no hay mal que por bien no venga que afirmaban nuestros pragm¨¢ticos mayores.

Estuve en un internado curil desde los 9 a los 15 a?os. Sigo recordando ese espanto asociado a la niebla, la oscuridad, el terror. Descubr¨ª tempranamente lo que significaba el poder en manos de bestias impunes, sufr¨ª su violencia f¨ªsica y mental. No me violaron en t¨¦rminos sexuales, pero recuerdo m¨¢s de un llanto de cr¨ªos cuando se apagaban las luces. Me cayeron hostias continuas y de todos los colores. Pero no me doblegaron, solo me hicieron a perpetuidad rebelde con causa y tambi¨¦n desdichado. Sigo poni¨¦ndome enfermo cada vez que me asalta el olor de las sotanas. Me contaron que uno de los verdugos de mi ni?ez, ciclot¨ªmico acomplejado, violento, corrupto y miserable, abandon¨® el celibato, que se traslad¨® a otro continente, se cas¨®, tuvo hijos, fue abandonado, muri¨® solo, pobre y desolado en una caravana. No puedo sentir piedad. Le deseo ese infierno en el que al parecer cre¨ªa.