Los jesuitas admiten abusos a 81 menores desde 1927
Es la primera investigaci¨®n interna de la Iglesia en Espa?a. La orden reconoce 96 acusados y 37 adultos agredidos. La Compa?¨ªa revela que dio ¡°ayudas econ¨®micas¡± a las v¨ªctimas, que ven ¡°rid¨ªculas¡± las cifras
La Compa?¨ªa de Jes¨²s ha reconocido este jueves que al menos 81 menores y 37 adultos han sufrido abusos sexuales a manos de 96 miembros de su orden desde 1927, la fecha m¨¢s lejana hasta la que se ha podido remontar la primera investigaci¨®n interna de una instituci¨®n cat¨®lica en Espa?a. Ha llevado dos a?os, sigue el ejemplo de transparencia puesto en marcha, por ejemplo, en la Iglesia de Francia, Irlanda o Alemania, y comenz¨® a ra¨ªz de las informaciones de EL PA?S y otros medios. ¡°Sentimos verg¨¹enza, dolor y pesar¡±, ha declarado Antonio Espa?a, provincial de la orden en la presentaci¨®n del informe en Madrid.
La inmensa mayor¨ªa de estos casos, registrados en colegios, no eran conocidos hasta ahora y por eso es un dato llamado a reventar las escasas estad¨ªsticas conocidas sobre los abusos de menores en la Iglesia cat¨®lica espa?ola. La contabilidad que lleva a cabo este peri¨®dico, ante la ausencia de datos oficiales y la negativa de di¨®cesis y ¨®rdenes a investigar el fen¨®meno, se?ala hasta el momento 123 casos desde 1986, con casi 400 v¨ªctimas. Son cifras extra¨ªdas de procedimientos judiciales y hemerotecas. De ellos, solo ocho casos involucraban a jesuitas, y si ahora solamente esta orden admite de golpe 81 v¨ªctimas, queda en evidencia que el recuento conocido apenas refleja una parte de la realidad del esc¨¢ndalo, a la espera de que la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE), las di¨®cesis y las ¨®rdenes religiosas acometan una investigaci¨®n interna similar.
La contabilidad de casos en Espa?a de EL PA?S: 123 desde 1986
La congregaci¨®n ha dado un dato esencial de contexto: sus 96 acusados suponen un 1,08% de los 8.782 jesuitas que han pasado por la congregaci¨®n desde 1927. Si se extrapolara ese dato a otras congregaciones y a la Iglesia espa?ola en casi un siglo los datos se disparar¨ªan. El ¨²nico estudio publicado en Espa?a en 1996, de F¨¦lix L¨®pez S¨¢nchez y editado por el Ministerio de Asuntos Sociales, estima que el 4,17% de los sacerdotes y religiosos podr¨ªan ser responsables de abusos, en l¨ªnea con las estad¨ªsticas de Estados Unidos y otros pa¨ªses. Los propios jesuitas, que admiten que es ¡°un estudio limitado¡±, aseguran que no saben cu¨¢ntos de todos estos casos son nuevos, no publicados antes en los medios. Tan solo indican que los casos de 13 acusados no constaban en sus archivos y han aparecido en la investigaci¨®n gracias a testimonios de v¨ªctimas. Se trata de siete jesuitas vivos y seis fallecidos.
Investigaci¨®n iniciada en 2018
La investigaci¨®n, que comenz¨® en diciembre de 2018 con un primer estudio en Catalu?a, marca un antes y un despu¨¦s en la respuesta de la Iglesia en su actuaci¨®n contra el encubrimiento de los abusos. Iniciativas como esta son las que exigen las v¨ªctimas desde hace a?os a la CEE, para que promueva una investigaci¨®n similar en las 70 di¨®cesis espa?olas. Ha habido acciones aisladas y la propia estructura de la Iglesia complica una labor ¨²nica, cada obispo y cada orden act¨²a por su cuenta, en funci¨®n de su sensibilidad con el problema. La di¨®cesis de Cartagena abri¨® una investigaci¨®n de casos cometidos desde 1950. La de Bilbao hizo lo mismo y encontr¨® solo tres casos. La de Solsona emprendi¨® un estudio desde 1930. Todas las de Catalu?a anunciaron una investigaci¨®n interna.
Los jesuitas han recabado los datos de sus archivos, de las informaciones de los medios, y de testimonios internos y de las v¨ªctimas, que se han puesto en contacto con ellos en los ¨²ltimos dos a?os, a trav¨¦s de comisiones de escucha y de un correo electr¨®nico. Del casi centenar de acusados por abusos, solo 25 contin¨²an con vida, 17 de ellos acusados de abuso de menores. La Compa?¨ªa detalla que otros 15 acusados fueron exculpados, aunque solo algunos por los tribunales y el resto en procesos can¨®nicos. En los casos que hay datos, pues de muchos se han perdido, de las 81 v¨ªctimas que eran menores de edad, 46 fueron ni?os y 18 ni?as.
Las comunidades aut¨®nomas con m¨¢s casos de abusos a menores son Andaluc¨ªa (14), Catalu?a (10), Pa¨ªs Vasco (10), Madrid (ocho), Navarra (seis), Asturias (tres) y Castilla y Le¨®n (tres). El superior de la orden, que ha pedido perd¨®n ¡°por la desconfianza generada¡±, ha admitido que la Compa?¨ªa guard¨® silencio durante d¨¦cadas y que no escuch¨® a las v¨ªctimas. En el informe se lee: ¡°Sentimos el dolor de las v¨ªctimas, provocado por algunos compa?eros nuestros. Sentimos las ocasiones en que no se escuch¨® a quien quer¨ªa respuestas y en que se afrontaron de manera insuficiente acusaciones que deber¨ªan haber supuesto medidas tajantes (...) Los abusos a menores y personas adultas en la Iglesia y en la sociedad han sido durante demasiado tiempo una realidad mal entendida y gestionada¡±.
¡°Ayudas econ¨®micas¡±
Otra novedad importante es que los jesuitas reconocen que en siete de estos casos la congregaci¨®n pag¨® ¡°una ayuda econ¨®mica¡± a las v¨ªctimas, para terapias o apoyo, aunque ha puntualizado que no las consideran indemnizaciones, dado que no hay habido ning¨²n proceso judicial de por medio. Es la primera vez que una instituci¨®n religiosa admite esta pr¨¢ctica. Este peri¨®dico revel¨® los dos primeros casos conocidos en Espa?a de pagos a v¨ªctimas de abusos: en la abad¨ªa de Montserrat, 7.200 euros, y los jesuitas a una v¨ªctima de Salamanca, 72.000 euros en 2002. Posteriormente, en febrero de 2020, los maristas se convirtieron en la primera orden en pactar una indemnizaci¨®n con 31 v¨ªctimas de sus centros en Catalu?a, tras un procedimiento judicial. No obstante, en el juicio solo fue procesado uno de los 18 profesores denunciados, que finalmente fue condenado a 21 a?os de c¨¢rcel.
En su investigaci¨®n, la orden califica como abuso las conductas que van ¡°desde el lenguaje impropio o provocaciones, a los tocamientos (estos son la mayor parte de los casos de los que tenemos constancia) y en alg¨²n caso relaciones sexuales¡±. Antonio Allende, delegado de educaci¨®n de los jesuitas, ha reconocido que las v¨ªctimas y los medios de comunicaci¨®n han hecho que la verdad salga a la luz: ¡°No fuimos nosotros quienes dimos a conocer los abusos, fueron las personas que los sufrieron, y debemos agradecerles que dieran este paso. La respuesta b¨¢sica que debemos dar es: creemos en lo que dec¨ªs. Debemos poner el foco no en la defensa de la instituci¨®n, sino en el reconocimiento de las v¨ªctimas. Con verdad, reparaci¨®n y justicia¡±.
Solo cuatro casos llegaron a la justicia civil
El caso m¨¢s reciente del que la orden dice que tiene constancia fue cometido en 2012. La ¨²ltima denuncia, que hace alusi¨®n a un caso antiguo, les lleg¨® en 2020 y actualmente est¨¢ siendo investigada. En el pasado solo se llevaron a cabo cuatro procesos can¨®nicos que, seg¨²n los Jesuitas espa?oles, ¡°acabaron con la suspensi¨®n del ejercicio del ministerio del acusado y su reclusi¨®n en comunidades aisladas¡±. Solo cuatro fueron juzgados civilmente: uno de ellos fue sobrese¨ªdo, otro fue en los a?os 80, un tercero tuvo lugar en 2006 (se trata de abusos sobre un adulto) y el ¨²ltimo est¨¢ pendiente de juicio. Tambi¨¦n hay otro proceso can¨®nico en marcha. En el resto de casos solo hubo ¡°medidas can¨®nicas disciplinarias internas¡±. De los 65 acusados de pederastia, seis fueron expulsados de la orden y otros siete la abandonaron. La Compa?¨ªa ha aseverado que aquellos acusados que siguen con vida y forman parte de la congregaci¨®n ¡°est¨¢n apartados del contacto con menores y cuatro de ellos suspendidos de su labor ministerial¡±.
La congregaci¨®n no ha querido revelar los nombres de los acusados ni otro dato decisivo: los lugares concretos y los municipios donde tuvieron lugar los hechos (parroquias, colegios, seminarios...), tan solo ha dado datos por comunidades aut¨®nomas. Lo ha justificado porque no desea arrojar sospechas sobre determinados centros. A preguntas de este peri¨®dico, acerca de si la orden es consciente de que no divulgar esos datos hace perder uno de los principales medios para que salgan a la luz nuevos casos, la respuesta ha sido: ¡°Hemos querido encontrar un equilibrio entre evitar una caza de brujas y enviar el mensaje de que las posibles v¨ªctimas se f¨ªen de la voluntad de buscar la verdad de la Compa?¨ªa¡±.
Las v¨ªctimas ven ¡°rid¨ªculas¡± las cifras
La asociaci¨®n nacional de v¨ªctimas de abusos a menores Infancia Robada valora el paso de la Compa?¨ªa, pero lo ve ¡°insuficiente¡± porque las cifras son ¡°rid¨ªculas¡±. ¡°Se olvidan de que las v¨ªctimas no denuncian cuando quieren, solo cuando pueden, y en 1927 nadie podr¨ªa denunciar algo as¨ª. Valoramos el esfuerzo de los jesuitas en bucear en el pasado, en informar de datos y estad¨ªsticas, pero esto debe ser considerado como solo un inicio liviano de algo m¨¢s: reconocimiento y reparaci¨®n. Asumir responsabilidades de facto y entablar una v¨ªa de comunicaci¨®n con sus v¨ªctimas para depurar culpas y proceder a sanciones e indemnizaciones¡±, ha declarado Juan Cuatrecasas, presidente de la asociaci¨®n. Subraya que es necesario que cuenten con las v¨ªctimas y ha tendido su mano para colaborar con la Iglesia ¡°para labrar un presente y futuro de dignidad, reconocimiento y reparaci¨®n sin olvidar el pasado¡±.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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