Lo que consigues cuando no tratas a los espectadores como idiotas

Que s¨ª, que nos volvemos tontos, que no tenemos memoria, ni capacidad de concentraci¨®n, ni paciencia. Que la multipantalla, la multitarea y el multitodo nos tienen alienaditos perdidos. Que nadie lee porque hay demasiadas series. Que somos mucho m¨¢s idiotas que nuestros antepasados, que nos da miedo cualquier actividad intelectual que supere un tuit. Estoy al tanto de las teor¨ªas apocal¨ªpticas y, adem¨¢s, tengo un hijo de ocho a?os que aprendi¨® a manejar la tablet antes que a masticar alimentos s¨®lidos. Por eso tal vez no me crean quienes est¨¢n convencidos de que criamos zombis con wifi.

Dos cosas entusiasman a mi hijo: el videojuego Minecraft, que permite construir mundos enormes con piezas, una especie de lego virtual, y los tebeos de Ast¨¦rix. Por eso le puse a traici¨®n una serie documental titulada Ingenier¨ªa romana, que est¨¢ en RTVE a la carta.

Ni yo mismo cre¨ªa en mi apuesta y me hab¨ªa resignado a que le pareciera un rollo y me dejase solo en el sal¨®n, triste y a?orante de un buen preceptor romano (ay, suspirar¨ªa, c¨®mo educar¨ªa S¨¦neca a mi hijo), pero abri¨® mucho los ojos y no los cerr¨® hasta los cr¨¦ditos. La serie, de Jos¨¦ Antonio Mu?iz, no trata al espectador como imb¨¦cil ni se rebaja al nivel del animador de campamentos. Tampoco es para ni?os, pero est¨¢ tan bien contada, aporta tant¨ªsima informaci¨®n y reconstruye tan bien las ciudades romanas a partir de las huellas arqueol¨®gicas, que captur¨® toda la atenci¨®n de un ni?o que vive asediado por est¨ªmulos y destellos.

Luego hicimos cinef¨®rum y le contamos a su madre la t¨¦cnica de construcci¨®n de murallas romanas, y yo pens¨¦ que a lo mejor los idiotas no son los ni?os hiperconectados, sino los que son incapaces de comunicarles nada interesante. A lo mejor no les prestan atenci¨®n porque no la merecen.