Si el faro de la BBC se apaga

Entretenidos como est¨¢bamos con RTVE, que solo acapara la atenci¨®n del p¨²blico cuando se anuncian los repartos de cromos en su consejo, ha pasado inadvertido algo importante que sucede en La Meca de las teles p¨²blicas. Hace unos d¨ªas, Richard Sharp asumi¨® la presidencia del consejo de la BBC, y su nombramiento se ha interpretado como un golpe de tim¨®n que puede sacar a la corporaci¨®n brit¨¢nica del rumbo que sigue desde 1922.

Sharp es un banquero que don¨® 400.000 libras a los tories y fue asesor econ¨®mico de Boris Johnson en la alcald¨ªa de Londres. No es la primera vez que una figura tan politizada preside la BBC, pero dicen los cr¨ªticos, como Tom Mills, un destacado bebece¨®logo (autor de The BBC: Myth of a Public Service), que Sharp es el primer presidente que no cree en una tele p¨²blica ajena al mercado. No peligra tanto la independencia pol¨ªtica, algo muy asentado en la cultura brit¨¢nica, sino la idea de que la BBC debe regirse por criterios de excelencia ajenos al vulgo.

Si la BBC deja de ser ese faro que ilumina las teles del continente desde los acantilados neblinosos de Britania, ?con qui¨¦n se comparar¨¢ el nuevo presidente de RTVE? ?A qu¨¦ podr¨¢ aspirar ese Pirul¨ª tan triste? Pese a tener edad de jubilado, Jos¨¦ Manuel P¨¦rez Tornero llega al cargo con un caj¨®n juvenil de buenas intenciones que desgran¨® en su examen en el Congreso, pero pronto descender¨¢ a una realidad dur¨ªsima de sindicalistas ce?udos, audiencias mis¨¦rrimas y recaditos de Moncloa, y me pregunto c¨®mo har¨¢ su trabajo si la luz de la BBC se apaga. ?D¨®nde se fijar¨¢ para coger fuerzas e inspiraci¨®n? Me gustar¨ªa responder, a lo Miguel ?ngel Aguilar: veremos. Pero me temo que, sin un giro copernicano, ver TVE, lo que se dice verla, la va a ver bien poca gente.