¡®The Good Fight¡¯, salvaje e impredecible
La serie ha vuelto con un ¡°dec¨ªamos ayer¡± que rompe una vez m¨¢s los esquemas de la tele y demuestra que no ha nacido a¨²n otra que le llegue a las pantorrillas
Cuando quer¨ªa camelarse a Sam Spade en El halc¨®n malt¨¦s, Brigid O¡¯Shaughnessy ensayaba un tono l¨¢nguido, como de se?ora tumbada pintada por Ramon Casas, y llamaba al detective ¡°salvaje e impredecible¡±, que es la forma de ligar menos salvaje e impredecible, solo un paso por encima de Tinder. Spade tampoco era muy salvaje (m¨¢s bien hosco) y se le ve¨ªa venir de lejos, rotundamente predecible.
De tanto considerar salvajes e impredecibles a los pelmas cl¨¢sicos, nos quedamos sin adjetivos cuando los necesitamos. Salvaje e impredecible es The Good Fight, que ha vuelto con un ¡°dec¨ªamos ayer¡± que rompe una vez m¨¢s los esquemas de la tele y demuestra que no ha nacido a¨²n otra serie que le llegue a las pantorrillas. Su primer episodio es un falso resumen rotulado con un previously que relata el maldito a?o y pico de la peste como si ya lo hubieran contado la temporada anterior. Solo les ha faltado meter los indultos.
Si el qu¨¦ narrado es brillante, el c¨®mo es demoledor. La aceleraci¨®n del episodio, con planos muy cortos y tramas hipercondensadas, es una parodia dolorosa del horror vacui temporal en que vivimos desde marzo de 2020. No solo se amontonan los acontecimientos hasta volverlos incomprensibles, sino que la mayor¨ªa de la gente huye hacia adelante con ellos, llenando su vida de actividad y ruido, como dice el fil¨®sofo Jorge Freire en su afilad¨ªsimo Agitaci¨®n, no sea que el silencio y la calma nos abismen a ciertos vac¨ªos interiores. Hay quien prefiere despe?arse por un barranco haciendo deportes anfetam¨ªnicos que dejarse caer por los huecos de su propia cabeza.
Convencidos de ser salvajes e impredecibles, millones de seres grises aburren y aturden al pr¨®jimo con una batucada eterna. Menos mal que tenemos la sonrisa de Diane Lockhart ¡ªesa s¨ª, impredecible y casi siempre salvaje¡ª para silenciarlos.
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