¡®Condena¡¯, una sobria y excelente serie

En estos tiempos en los que las series de televisi¨®n tienden a tramas complejas y realizaci¨®n a¨²n m¨¢s compleja, cuando se contempla una serie en la que la sencillez es el rasgo distintivo, solo queda felicitar a sus responsables. En el caso de Condena (Movistar Plus), al creador, Jimmy McGovern, y a su director, Lewis Arnold. Y si la sencillez formal, el alejamiento de planos enrevesados o trucos facilones de guionistas no fueran suficiente para alabar esta serie, a?¨¢danle que tiene tres cap¨ªtulos, una duraci¨®n suficiente para contar bien una historia sin necesidad de alargar situaciones que no siempre est¨¢n justificadas. Se trata, sin duda, de una de las mejores miniseries del a?o a la que hay que a?adir dos sobrias y excelentes interpretaciones de dos actores que ya son cl¨¢sicos en la televisi¨®n: Sean Bean y Stephen Graham, que ya hab¨ªan dejado su excelente huella en series como Juego de tronos y Line of Duty, respectivamente.

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La trama se desarrolla casi ¨ªntegramente en la imaginaria prisi¨®n de Craigmore, en Liverpool. Tiene todos los ingredientes de las historias carcelarias: violencia, bandos, funcionarios m¨¢s o menos inflexibles... un micromundo en el que las virtudes y defectos del ser humano se multiplican exponencialmente. Nuestros dos protagonistas representan dos personalidades caracter¨ªsticas de la sociedad: alguien que comete un delito y quien debe preservar el reglamento de la prisi¨®n. El delincuente y el funcionario, dos submundos interrelacionados e interdependientes. La gran virtud de Condena es que sin prescindir de ninguno de los personajes y situaciones habituales en estos escenarios su mirada, la descripci¨®n de quienes la protagonizan, va m¨¢s all¨¢ del elemental manique¨ªsmo: no se trata de una confortable historia de buenos y malos. Se habla de las miserias y grandezas del ser humano.