Las heridas de Ted Lasso
La segunda temporada de la comedia triunfadora en los Emmy, que se ha centrado en las heridas emocionales de sus personajes, ha encontrado en ella misma su principal rival, pero ha logrado ganar el partido
Fue la serie que nos salv¨® en 2020. Ted Lasso lleg¨® cuando el confinamiento m¨¢s duro estaba todav¨ªa muy reciente. Trajo luz a un a?o oscuro y aire fresco a una televisi¨®n saturada de cinismo. Su primera temporada, premiada con el Emmy a la mejor comedia, fue ejemplar con la historia de c¨®mo un entrenador de f¨²tbol americano sin experiencia en el balompi¨¦ se hac¨ªa cargo de un equipo de la Premier League y consegu¨ªa meterse en el bolsillo a todo el que se acercaba a ¨¦l, derribando poco a poco barreras de escepticismo. El viernes pasado, Apple TV+ cerr¨® una segunda tanda de cap¨ªtulos que, si bien no ha alcanzado la solidez de su debut, s¨ª ha demostrado que la serie a¨²n tiene recorrido por delante.
La comedia liderada por Jason Sudeikis ha encontrado en ella misma a su mayor rival en esta segunda temporada. Afortunadamente, el resultado final ha sido una nueva victoria para la serie. Las altas expectativas creadas y la robustez de la primera entrega hicieron que, los mismos ojos que la fueron descubriendo poco a poco, gracias sobre todo al boca a boca, ahora estuvieran pendientes de ella cada semana. Las cr¨ªticas no tardaron en llegar, y hacia la mitad de la temporada se hablaba de que no hab¨ªa conflicto, que ni la trama avanzaba ni los personajes evolucionaban. Que el camino de ca¨ªda y redenci¨®n que enganch¨® hace un a?o no hab¨ªa encontrado la v¨ªa por la que construir un relato interesante. Pero solo hab¨ªa que tener un poco de paciencia, dejar que se cocinara a fuego lento y esperar a que el mundo de felicidad que se hab¨ªa creado en el vestuario del AFC Richmond explotara. En la conexi¨®n est¨¢ el secreto y eso Ted Lasso lo sabe hacer muy bien.
La segunda temporada ha obligado a Ted a enfrentarse a sus propios fantasmas y ha dejado al descubierto las heridas de los personajes. La ansiedad y los ataques de p¨¢nico de Ted han servido para hablar de un tema b¨¢sico en estos tiempos como la salud mental. Los problemas paternofiliales han estado en el centro de varias de las tramas, desde el protagonista hasta la propietaria del club, Rebecca, o incluso el eg¨®latra jugador Jamie Tartt. La transformaci¨®n de Nate, antiguo utillero y nuevo ayudante del entrenador, que se va cocinando durante toda la temporada y explota en los ¨²ltimos cap¨ªtulos, abre un mundo de posibilidades para una tercera temporada ya confirmada (y que implicar¨¢ una jugosa subida de sueldo para su protagonista, adem¨¢s de cocreador, guionista y productor Jason Sudeikis: pasar¨¢ a ganar un mill¨®n de d¨®lares por episodio, frente a los 250.000-300.000 que se estimaba que cobraba).
Tras el ¨¦xito de la primera temporada, Apple TV+ ampli¨® el encargo que hab¨ªa hecho para la segunda entrega de 10 a 12 episodios. Este premio result¨® ser en realidad un gol en propia puerta. En lugar de rehacer una temporada ya escrita, los guionistas decidieron intercalar dos episodios ajenos a la trama original. De ah¨ª nacieron un cap¨ªtulo navide?o y otro centrado en una noche loca del entrenador Beard. Este ¨²ltimo romp¨ªa el ritmo de la temporada cuando ya estaba tomando altura. Eso s¨ª, episodios como Arco iris, Man City, Cero bodas y un funeral y el final, Pir¨¢mide del ¨¦xito invertida, demuestran que la serie todav¨ªa tiene recorrido y sabe c¨®mo dar con la tecla cuando llega al fondo de los sentimientos de los protagonistas y conecta con los espectadores. Tras un final de temporada en el que los personajes han reconocido abiertamente sus heridas emocionales, todo ha quedado preparado y encarrilado para una continuaci¨®n en la que deber¨¢n averiguar c¨®mo cerrar esas grietas o, al menos, c¨®mo convivir con ellas.
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