Las lagunas del ¡®caso Marta del Castillo¡¯
La docuserie de Netflix que reconstruye el crimen de la joven sevillana en 2009 evidencia los enigmas pendientes de resolver
Doce a?os despu¨¦s del asesinato de la adolescente sevillana Marta del Castillo flotan sin respuesta preguntas clave como d¨®nde est¨¢n sus restos y la identidad de todos los que encubrieron al asesino, Miguel Carca?o. La angustia por resolver esas lagunas, que a¨²n atenaza a la familia de la joven y a la polic¨ªa, es compartida por los espectadores que vieron con rabia c¨®mo la cascada de mentiras de una pandilla oblig¨® a dejar cabos sueltos en uno de los casos m¨¢s medi¨¢ticos de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Esa empat¨ªa ante el dolor de los padres y el misterio irresuelto es la percha del documental ?D¨®nde est¨¢ Marta?, estrenado por Netflix y que la primera semana lider¨® su lista de series en Espa?a con 8,4 millones de horas vistas. Los tres cap¨ªtulos cuestionan la investigaci¨®n policial a trav¨¦s de los testimonios de la familia y abogados, y exponen con crudeza las contradicciones de los tres procesados que quedaron absueltos de encubrir el crimen. ¡°Nos dan hostias, pero no tantas como esper¨¢bamos, lo habitual¡±, comenta resignado un agente que exige anonimato sobre las cr¨ªticas que a menudo capean. La polic¨ªa opt¨® por el silencio ante el envite para revisar el crimen.
El caso abri¨® los telediarios de la ¨¦poca por sus constantes giros de guion, su inaudita expectaci¨®n y un confuso eco medi¨¢tico que perjudicaron a las pesquisas. ?Qu¨¦ provoc¨® esa presi¨®n distorsionadora? Dos ejemplos: cuando un programa televisivo matutino dio una exclusiva del caso, el ministro del Interior llam¨® a los investigadores para ordenar que de inmediato le dieran otra exclusiva a la competencia en la cadena rival para compensarla. Se negaron, pero un mando superior de la capital andaluza impuso la obediencia debida, se hizo con el atestado policial, y al d¨ªa siguiente la televisi¨®n filtr¨® otro nuevo episodio de la investigaci¨®n.
Al acabar las jornadas iniciales de la b¨²squeda del cuerpo, algunos periodistas segu¨ªan a los agentes hasta sus domicilios, para temprano a la ma?ana siguiente volver a escoltarles y as¨ª cubrir los rastreos o reconstrucciones desde el primer minuto. ¡°El p¨²blico ped¨ªa sangre y los medios, informaci¨®n. Y cuando se les negaba, se tiraban contra la polic¨ªa¡±, recuerda un mando. Una de las peores consecuencias de esta presi¨®n incesante fue una rueda de prensa triunfalista en la que la c¨²pula policial de la capital andaluza dio por resuelto el caso con ¡°pruebas s¨®lidas e irrefutables¡± que inculpaban a cuatro c¨®mplices de Carca?o y situaba el cad¨¢ver en el r¨ªo Guadalquivir con el secreto de las actuaciones decretado por el juez a¨²n vigente. Esas pruebas fueron azucarillos en agua durante la vista oral.
Tras siete versiones de Carca?o, los investigadores est¨¢n hoy convencidos de que su hermano Javier Delgado ¨Dentonces guardia de seguridad¡ª particip¨® en el crimen, pero en su contra solo figura la acusaci¨®n de Carca?o, lanzada en 2013 desde la c¨¢rcel y con su credibilidad por los suelos despu¨¦s de tantas mentiras y b¨²squedas infructuosas del cuerpo de Marta. No hay pruebas s¨®lidas ni certezas que le incriminen en el asesinato. ¡°No hay f¨®rmula de volver a interrogarlo y el juez nos dijo que se le dejara en paz. ?Qued¨® mal la polic¨ªa? Ser¨¢ en la serie, en la vida real solo hemos recibido felicitaciones de la judicatura. El Estado de derecho es solo para lo que nos interesa. Quiz¨¢s alguien meti¨® la pata al principio, pero tanto Homicidios como la brigada de casos fr¨ªos revis¨® la investigaci¨®n del grupo de menores¡±, recuerda un comisario. La polic¨ªa tard¨® m¨¢s de un d¨ªa en activar la b¨²squeda de la menor, un tiempo precioso que los inculpados aprovecharon para limpiar y eliminar pruebas.
¡°Fisuras relevantes¡±
La sentencia que conden¨® al menor Javier Garc¨ªa El Cuco por encubrimiento en un primer juicio dictamin¨® que Delgado presenci¨® el crimen. Pero en el segundo juicio a los adultos, el fallo se?al¨® que Carca?o se deshizo del cad¨¢ver con El Cuco y ¡°un tercero desconocido¡±, sin nombrarle. El Supremo asegur¨® luego que esta versi¨®n ten¨ªa ¡°fisuras relevantes¡± y que la principal prueba que conden¨® a Carca?o a 20 a?os de c¨¢rcel fue su confesi¨®n. ¡°En la vida hay que tener suerte y en esta investigaci¨®n no la hemos tenido. Ni con el tema de mayores ni con el del menor, fue una carrera de obst¨¢culos¡±, subrayan fuentes de la Fiscal¨ªa sevillana.
La ¨²ltima versi¨®n del asesino en 2013, tras 13 entrevistas con la polic¨ªa en prisi¨®n, mencionaba que una disputa con su hermano desencaden¨® el crimen. Carca?o hab¨ªa aportado documentos falsos al banco para lograr una hipoteca de 108.000 euros de la casa donde viv¨ªa su hermano y cuando ambos discut¨ªan por ciertos gastos, Marta se interpuso. La audiencia debe decidir ahora si hay indicios s¨®lidos para reabrir esta pieza contra Delgado, dados los agujeros que presentan los relatos de hechos anteriores. Mientras, Carca?o declarar¨¢ el pr¨®ximo mayo en el juicio contra El Cuco y su madre por aportar un falso testimonio -otra mentira m¨¢s- en el juicio a los adultos implicados. Lo har¨¢ como testigo, por lo que est¨¢ obligado a decir la verdad.
En la serie, Delgado aparece de espaldas para rechazar los indicios que apuntan a que minti¨®: un tique de caja de su pub impreso cuando la alarma estaba conectada y unas im¨¢genes de baja calidad que podr¨ªan coincidir con su silueta a una hora donde estaba supuestamente en casa. ?Cobr¨® dinero por inmolarse y responder a un interrogatorio ante el que solo pod¨ªa incriminarse como sospechoso? ¡°Nadie ha cobrado, ¨¦l sab¨ªa que iba a ser una entrevista dif¨ªcil¡±, asegura Margarita Luis, productora ejecutiva y guionista de la serie.
M¨®viles clonados
El documental rescata pinchazos telef¨®nicos y v¨ªdeos in¨¦ditos de los juicios, pero tambi¨¦n desvela la hipnosis a la que fue sometido Carca?o, una prueba para hallar pistas a la desesperada, igual que el test de la verdad, prueba neurol¨®gica que en 2014 tampoco dio resultados. Quiz¨¢s su mayor m¨¦rito ha sido abrir una ventana a la esperanza para encontrar el cuerpo: un perito inform¨¢tico asegur¨® que los datos de los m¨®viles conservados por las operadoras podr¨ªan aportar la geolocalizaci¨®n de todos los implicados.
La polic¨ªa alega que en su d¨ªa pidi¨® a las operadoras ¡°todos los datos disponibles¡± de los m¨®viles, sin recibir pistas sobre los posibles detalles de localizaci¨®n que podr¨ªan aflorar ahora. Tras solicitarlo la familia, el juez instructor accedi¨® el pasado abril a la pericia para clonar los m¨®viles y reconstruir los pasos de los sospechosos la noche del crimen. Siete meses despu¨¦s del encargo del magistrado, hoy el inform¨¢tico sigue en el empe?o de arrojar luz sobre esta pesadilla de mentiras.
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