La guerra nunca se publicita, se denuncia, pero no sirve para nada
La historia desgraciadamente siempre se repite. Los enfrentamientos armados vuelven regularmente en cualquier parte del mundo siendo cada vez m¨¢s virulentos. Las campa?as de concienciaci¨®n no sirven para nada.
Dec¨ªa Plat¨®n que solo los muertos han visto el final de la guerra. Pero el g¨¦nero humano sigue empe?ado en enfrentarse en fratricidas peleas que lo ¨²nico que consiguen es alimentar el ansia de poder de algunos s¨¢trapas sin escr¨²pulos al que no les importa nada todo lo que los dem¨¢s se van dejando por el camino por culpa de sus ¨ªnfulas personales.
Las guerras son un monstruo que lo devora todo. Lo estamos viendo en la contienda que mantienen ahora las tropas ucranianas contra la de maquinaria militar rusa. No importa que seas militar o civil. Si tienes la desgracia de padecer una guerra sufrir¨¢s sus consecuencias. Tu vida cambiar¨¢ en un segundo. Todo lo que antes constitu¨ªa tu mundo (hogar, familiares, amigos...) ser¨¢ un mero recuerdo a partir de ese momento, consider¨¢ndote afortunado si no pierdes nada m¨¢s.
Millones de personas en todo el mundo alzan su voz contra las atrocidades de los enfrentamientos armados. As¨ª mismo, todo tipo de organizaciones e instituciones se empe?an en mostrar mediante la publicidad los horrores de una guerra en un intento de evitarlas. A la vista de los acontecimientos, sin ning¨²n ¨¦xito desgraciadamente.
Un breve repaso por las campa?as publicitarias que por todo el mundo se desarrollan pone de manifiesto las miles de miserias que las guerras y sus consecuencias acarrean.
Y es que todas son iguales. Desde el principio de los tiempos guerras ha habido miles y todas acaban de la misma manera: muerte y destrucci¨®n. As¨ª nos lo recuerda la ONG Amnist¨ªa Internacional y su paseo por distintas ¨¦pocas de la historia y sus diferentes maquinarias de guerra.
Seguimos con otra ONG, la italiana de servicios m¨¦dicos Emergency. Sus buenos deseos para este a?o no han sido muy premonitorios.
Y en todos los enfrentamientos b¨¦licos los primeros damnificados son los ni?os. En todo conflicto son los m¨¢s peque?os los que pagan los platos rotos de las decisiones de otros que les marcar¨¢n durante el resto de sus vidas y les dejar¨¢n huellas imborrables.
Y no solo son tan solo inocentes damnificados, en algunos lugares tambi¨¦n participan activamente, y muy a pesar, de las sangrientas peleas de sus mayores.
Las redes sociales juegan un papel importante en estos asuntos desde que llegaron a nuestra vida cotidiana. La masiva y global difusi¨®n de las atrocidades cometidas no paran en absoluto las acciones de guerra. Una de las primeras decisiones que adoptan los gobernantes para silenciar a la poblaci¨®n es cortar el acceso a todo tipo de redes. Por ello solidarizarte poniendo comentarios o d¨¢ndole al ¡°Me gusta¡±, no son suficiente. La oficina de las Naciones Unidas Crisis Relief anima a convertirte en voluntario para aliviar en la medida de sus posibilidades los sufrimientos de la guerra.
Y hablando del conflicto que nos afecta ahora, ya en 2014, la agencia ucraniana Banda cre¨® un anuncio de reclutamiento para las Fuerzas Armadas de Ucrania llamado ¡°Cada uno de nosotros¡±, que tiene un impacto particularmente fuerte en la actualidad, ya que hoy en d¨ªa ciudadanos an¨®nimos toman las armas contra la invasi¨®n rusa. Es significativo que esta publicidad es probablemente una de las pocas campa?as para reclutar militares con claras connotaciones pacifistas.
Y ya que hablamos de campa?as de reclutamiento para las fuerzas armadas de cada pa¨ªs, esto es una recopilaci¨®n de diez campa?as de ej¨¦rcitos del mundo (incluido el ucraniano de nuevo). Solo cabe decir que aunque parezca un destino enormemente atractivo no es ni tan rom¨¢ntico ni emocionante c¨®mo se aqu¨ª pinta, ni mucho menos. Recuerden que solo es publicidad.
Por ¨²ltimo, y c¨®mo curiosidad, hasta las tiendas de art¨ªculos er¨®ticos aprovechan su rechazo a la guerra para hacer publicidad de su establecimiento.
Pues lo dicho, ?NO a la guerra!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.