El d¨ªa de la superioridad intelectual
Tras cada evento que congrega a las masas ante el televisor surgen inevitables las voces cansinas de los que apostillan que ellos ¡°eso¡± no lo ven, aunque nadie les haya preguntado
Tan predecible era la victoria sabatina de Ucrania como que el domingo amanecer¨ªa siendo el d¨ªa de la superioridad intelectual y sus cofrades saldr¨ªan a celebrarlo, pero no en masa, porque jam¨¢s se aceptar¨ªan como tal. Lo primero lo sab¨ªan hasta los participantes y quienes se sorprenden muestran desconocer la mec¨¢nica de un concurso en el que pesa tanto la calidad de las canciones como la can...
Tan predecible era la victoria sabatina de Ucrania como que el domingo amanecer¨ªa siendo el d¨ªa de la superioridad intelectual y sus cofrades saldr¨ªan a celebrarlo, pero no en masa, porque jam¨¢s se aceptar¨ªan como tal. Lo primero lo sab¨ªan hasta los participantes y quienes se sorprenden muestran desconocer la mec¨¢nica de un concurso en el que pesa tanto la calidad de las canciones como la cantidad de pa¨ªses con los que compartes frontera, y ahora mismo Ucrania hace frontera emocional con toda Europa. Lo segundo es un corolario ineludible: tras cada evento que congregue a las masas ante el televisor surgir¨¢n inevitablemente voces apostillando que ellos ¡°eso¡± no lo ven, aunque nadie les pregunte.
Todav¨ªa llev¨¢bamos en la corteza prefrontal el ¡°hola, mi beb¨¦-b¨¦¡± rumano ¡ªy salvo electroshock estar¨¢ ah¨ª siempre¡ª, cuando los fiscales del ocio emergieron para constatar su indiferencia eurovisiva, no con un ¡°no lo he visto¡±, sino con un ¡°yo no veo¡±, en el que ¡°yo¡± funciona como una muralla infranqueable entre su superioridad y tu estulticia.
Como futbolera tengo m¨²sculo en esas lides. Estoy acostumbrada no solo al ¡°yo no veo¡±, tambi¨¦n al desprecio por verlo yo. Un desd¨¦n que ha provocado que durante a?os los aficionados nos agarr¨¢semos a la oda a Platko, Galeano y Camus, y a cuanto intelectual validase nuestra afici¨®n, temerosos de reconocer que no es necesario vivir en islas, palacios o torres, ni siquiera en los pronombres, que a veces no hay alegr¨ªa m¨¢s alta que vivir en un pase con el exterior de Modric. Que no siempre hay que extraer profundas ense?anzas de todo. Que, como escribi¨® Neruda, y aqu¨ª sigo valid¨¢ndome intelectual mediante, ¡°al pan yo no le pido que me ense?e sino que no me falte¡±. Y al precio que est¨¢ el trigo no estamos para desde?ar ning¨²n pan.
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