Un viaje en el tiempo con Kurt Vonnegut

Ten¨ªa 23 a?os cuando escribi¨® una carta a su novelista fetiche proponi¨¦ndole hacer un documental, y su sorpresa fue may¨²scula cuando recibi¨® una respuesta afirmativa por parte de Kurt Vonnegut (Indian¨¢polis, 1922- Nueva York, 2007). El ic¨®nico autor de Matadero cinco ten¨ªa entonces 60 a?os y Robert B. Weide, fan irredento de su obra desde que hab¨ªa le¨ªdo Desayuno de campeones en el instituto, daba sus primeros pasos como cineasta tras el exitoso estreno de su primer documental sobre los Hermanos Marx. Se ref...

Ten¨ªa 23 a?os cuando escribi¨® una carta a su novelista fetiche proponi¨¦ndole hacer un documental, y su sorpresa fue may¨²scula cuando recibi¨® una respuesta afirmativa por parte de Kurt Vonnegut (Indian¨¢polis, 1922- Nueva York, 2007). El ic¨®nico autor de Matadero cinco ten¨ªa entonces 60 a?os y Robert B. Weide, fan irredento de su obra desde que hab¨ªa le¨ªdo Desayuno de campeones en el instituto, daba sus primeros pasos como cineasta tras el exitoso estreno de su primer documental sobre los Hermanos Marx. Se refer¨ªa entonces a Vonnegut como ¡°el viejo¡± y la idea de que ¨¦l mismo llegar¨ªa a sexagenario sin haber culminado este proyecto no se le pasaba por la cabeza.

En el arranque de Kurt Vonnegut: a trav¨¦s del tiempo ¡ªdisponible en la plataforma Filmin¡ª Weide cuenta el proceso de 39 a?os empleados para rematar la pel¨ªcula. El director detallaba este martes por tel¨¦fono desde Los ?ngeles la larga g¨¦nesis y desarrollo del proyecto. ¡°Durante mucho tiempo quer¨ªa hacer un documental convencional sobre mi escritor favorito, pero nos hicimos muy buenos amigos y me parec¨ªa poco honesto no mencionarlo. Realmente fueron otros quienes me convencieron de que yo me metiera en la historia, porque a m¨ª que un documentalista entre en la pel¨ªcula no me acaba de gustar, pero lo cierto es que Kurt estaba en algunas de sus historias y explicaba los problemas que encontraba mientras escrib¨ªa. Hab¨ªa algo de su estilo en esto¡±, cuenta el productor de la serie de Larry David Curb Your Enthusiasm y director del premiado documental Lenny Bruce: Swear to Tell the Truth. Cuando decidi¨® que deb¨ªa formar parte del documental de forma abierta y clara, Weide contrat¨® a Don Argott para dirigirlo, y prosigui¨® la discusi¨®n sobre c¨®mo y cu¨¢nto deb¨ªa aparecer ¨¦l hasta la sala de montaje.

A lo largo de dos horas, Kurt Vonnegut: a trav¨¦s del tiempo narra la vida del heterodoxo y exitoso autor y tambi¨¦n la historia de esta buena amistad. Desde la infancia privilegiada de Vonnegut en Indian¨¢polis, como hijo de un arquitecto y una rica heredera de una cervecera, y su ruina durante la Gran Depresi¨®n, ¡ªalgo que no trunc¨® las bromas y el buen humor que caracteriz¨® la estrecha relaci¨®n del escritor con sus hermanos, especialmente con su hermana¡ª hasta sus ¨²ltimos d¨ªas como azote de la Administraci¨®n Bush por la invasi¨®n de Irak en 2003, el documental ofrece un ¨ªntimo y respetuoso retrato de este veterano de la II Guerra Mundial que encontr¨® en la literatura la mejor manera de encauzar sus experiencias. ¡°Escribo sobre gente corriente que intenta comportarse de forma decente en un mundo indecente¡±, dice el propio autor en el documental, donde define sus libros como ¡°mosaicos de chistes¡±.

Fumador empedernido, desgarbado, gamberro, tierno y original, Vonnegut fue prisionero en Dresde, donde sobrevivi¨® al brutal bombardeo que arras¨® la ciudad alemana y liquid¨® a m¨¢s de 130.000 personas. El joven soldado sac¨® cientos de cuerpos, vio las piras de cad¨¢veres y la ciudad reducida a cenizas. Aquello marc¨® la vida del furioso autor antibelicista que estudi¨® antropolog¨ªa en Chicago y trabaj¨® como publicista en General Motors mientras trataba de escribir, que siempre cont¨® con el apoyo de su mujer Jane, con quien crio a seis ni?os, tres suyos y tres de su hermana. Public¨® cinco novelas antes de convertirse en un fen¨®meno con Matadero cinco y dejar a su esposa. ¡°Los matrimonios a veces pierdan sus v¨ªnculos, ¨¦l se hizo famoso de la noche a la ma?ana, otras mujeres se interesaban por ¨¦l. Yo no lo juzgo¡±, afirma Weide.

El silencio de Vonnegut sobre los detalles de su experiencia en la guerra, y su lucha contra las depresiones son dos de las cuestiones que, seg¨²n el director, m¨¢s intrigan al p¨²blico, y que el documental no esconde, pero tampoco subraya. Fueron 25 a?os de amistad entre Weide y Vonnegut, con decenas de entrevistas y viajes que el cineasta costeaba de su bolsillo, y cientos de cintas de v¨ªdeo que el escritor le enviaba de cada una de sus charlas e intervenciones p¨²blicas. Tambi¨¦n entrevistas con su familia, y con expertos en su obra. ¡°Seg¨²n pasaban los a?os y la cosa se alargaba y alargaba, empezaba a ser rid¨ªculo y en un momento dado Vonnegut s¨ª me dijo que pod¨ªamos olvidarnos del documental, porque no quer¨ªa que me sintiera presionado. Yo le dije que de ninguna manera¡±, recuerda Weide.

Escritor fetiche de la generaci¨®n baby boomer de posguerra en EE UU, su libertad narrativa, sus juegos temporales y con la ciencia ficci¨®n, su mordaz sentido del humor y aproximaci¨®n l¨²dica, c¨®mica y tr¨¢gica al mundo hacen de Vonnegut, cuyos libros siguen siendo reeditados a?o tras a?o, un imprescindible en el canon estadounidense del siglo XX. En espa?ol, la editorial Blackie Books tras recuperar Matadero cinco, ha reeditado este a?o, en que se cumple el centenario de Vonnegut, Desayuno de campeones y en oto?o sacar¨¢ Cuna de gato. Tambi¨¦n acaba de llegar a las librer¨ªas de la mano de Libros del Kultrum, otra obra que aparece en el documental y que escribi¨® el hijo del escritor, Mark Vonnegut, en los setenta, Expreso al para¨ªso: memoria de una locura, la historia de su brote esquizoide y experiencia en una comuna. ¡°Kurt no era como ning¨²n otro, y su influencia est¨¢ fuera de duda. Lo que pocos recuerdan es que durante muchos a?os no consegu¨ªa ganarse la vida como escritor, fue publicista y profesor y vendedor de coches. Hasta la madurez no triunf¨® y se convirti¨® en el autor favorito de los j¨®venes. La lecci¨®n es que hay que seguir en ello, porque las cosas pueden acabar saliendo¡±, reflexiona Weide. Aunque como le pas¨® a ¨¦l se tarde 39 a?os.

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