Cuando despert¨®, Ana Blanco ya no estaba all¨ª
Presentar el informativo de Televisi¨®n Espa?ola te puede llevar a ser reina fuera del plat¨®, pero tambi¨¦n puede conseguir que lo seas dentro, un t¨ªtulo, este ¨²ltimo, mucho m¨¢s complicado e imprevisible
Presentar los informativos de Televisi¨®n Espa?ola te puede llevar a ser reina fuera del plat¨®, pero tambi¨¦n puede conseguir que lo seas dentro. Un t¨ªtulo, este ¨²ltimo, que no depende del matrimonio con un heredero o de la consanguinidad adecuada, sino de algo a¨²n m¨¢s complicado e imprevisible: obtener el favor del p¨²blico en una de las plazas televisivas m¨¢s deslucidas. 30 a?os ha pasado Ana Blanco desempe?ando la ingrata tarea de contarnos guerras, crisis, atentados, cambios de gobierno, desastres naturales y hasta ...
Presentar los informativos de Televisi¨®n Espa?ola te puede llevar a ser reina fuera del plat¨®, pero tambi¨¦n puede conseguir que lo seas dentro. Un t¨ªtulo, este ¨²ltimo, que no depende del matrimonio con un heredero o de la consanguinidad adecuada, sino de algo a¨²n m¨¢s complicado e imprevisible: obtener el favor del p¨²blico en una de las plazas televisivas m¨¢s deslucidas. 30 a?os ha pasado Ana Blanco desempe?ando la ingrata tarea de contarnos guerras, crisis, atentados, cambios de gobierno, desastres naturales y hasta la ¨²ltima gira de Rosal¨ªa, donde un lapsus le llev¨® a cambiar el t¨¦rmino ¡°motomami¡± por ¡°motomari¡±, lo que hizo que hasta la propia Rosal¨ªa lo utilizara. Porque hay profetas que adivinan el futuro, pero tambi¨¦n los hay que lo convierten en realidad cuando lo nombran, la categor¨ªa a la que pertenece Ana Blanco.
30 a?os sin despeinarse su sempiterna melena y logrando el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa en un g¨¦nero cada vez m¨¢s prostituido y plagado de aspirantes a prima donna: no copar el protagonismo de un programa que la sit¨²a en primer plano. 30 a?os de servicio p¨²blico. 30 a?os que para Gardel ser¨ªan algo m¨¢s que nada, pero para muchos es casi la vida entera.
En Perdidos, Desmond, desorientado por los viajes en el tiempo, convirti¨® a Pen¨¦lope, su novia, en su constante. Daba igual en qu¨¦ a?o estuviera o d¨®nde se encontrara, una llamada a su amada le anclaba a la tierra. Ana Blanco ha sido nuestra Pen¨¦lope las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, una que no ha necesitado destejer ning¨²n tapiz para esperarnos a nosotros, Ulises puntuales a su cita. ?Y ahora qui¨¦n nos contar¨¢? Todav¨ªa nos queda un as en la manga: podemos no asumir la noticia de su salida de los informativos hasta que no la d¨¦ ella. Pero ay, el d¨ªa despu¨¦s. El d¨ªa despu¨¦s despertaremos y Ana Blanco ya no estar¨¢ all¨ª.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.