Sandra Barneda: ¡°Hay que dejar de blanquear a la pareja: ninguna es perfecta¡±
La comunicadora y escritora, recientemente separada de Nagore Robles, empieza fuerte la temporada presentando nueva novela, ¡®Las olas del tiempo perdido¡¯, y la nueva edici¨®n del programa ¡®La isla de las Tentaciones¡¯.
Traje sastre gris, mocasines negros, bolso en bandolera. Sandra Barneda (Barcelona, 47 a?os) compone sin propon¨¦rselo la perfecta estampa de urbanita estresada mientras despacha una llamada paseando en c¨ªrculos a las puertas de su editorial en Madrid. Ha llegado pronto y aprovecha la espera resolviendo asuntos de trabajo. Hemos quedamos para hablar de su libro, Las olas del tiempo perdido, publicado despu¨¦s de Un oc¨¦ano para llegar a ti, con el que qued¨® finalista del Premio Planeta, y de Las hijas del agua, entre otras novelas y ensayos. Pero ella, periodista a fin de cuentas, adem¨¢s de escritora y estrella de la tele, sabe que su faceta literaria es la percha de la que colgaremos m¨¢s trapos. No le importa. Entra a todos por derecho.
Olas, agua, oc¨¦anos. ?Y esa fijaci¨®n por el l¨ªquido elemento en los t¨ªtulos de sus libros?
Es inconsciente, me sale solo. El agua es el s¨ªmbolo de las emociones, que me obsesionan. Ni tu vida, ni tu trabajo, ni tus relaciones tienen que ser una caja estanca y cerrada. En esta vida estamos para reinventarnos continuamente, somos agua, que siempre acaba encontrando la salida. Tenemos que ser creativos con nuestra vida. Lo f¨¢cil es que nos digan c¨®mo tenemos que vivir, sentir, trabajar. Pero estamos los que no encajamos. Y yo siempre he sido distinta.
?Ha pagado peaje por esa diferencia?
S¨ª, la soledad, a veces. Hace unos a?os empezaron a decir que era tan perfeccionista que no se pod¨ªa trabajar conmigo. Pas¨¦ a?o y medio sin trabajar, casi. Yo no creo que sea as¨ª. Pero eso me hizo reflexionar much¨ªsimo. Lo que ocurre es que me gusta cuestionar. Me ha costado entender la autoridad porque soy muy libre. Nunca he sido del reba?o. Desde la escuela. Soy disl¨¦xica y entonces estaba sin diagnosticar. Me aburr¨ªan los juegos de los otros. Me rebelaba y me rebelo. Pero soy la m¨¢s d¨®cil cuando se me dan argumentos.
En su libro, un grupo de amigos de la infancia se reencuentran muchos a?os despu¨¦s y saldan cuentas pendientes. ?Tiene usted muchas?
No soy consciente de tenerlas, pero es cierto que cuando escribo exp¨ªo mis demonios. He sido muy dejada a la hora de mantener v¨ªnculos personales y quiz¨¢ no he cuidado lo suficiente a la gente, puede que por la infancia solitaria que tuve. Estoy en el ecuador de mi vida y me siento agradecida. Desde hace un tiempo, cada Navidad, escribo una carta y la env¨ªo a todos quienes me han aportado y acompa?ado ese a?o. Y ya he organizado un reencuentro con mis amigos de ni?a, a los que les dedico el libro.
?Tan sola estuvo de peque?a?
Soy la menor, me llevo bastantes a?os con mis hermanos. Uno de ellos estuvo 10 a?os entre la vida y la muerte por una leucemia de la que se salv¨® despu¨¦s de mucho sufrimiento. Imag¨ªnate lo que es eso en una familia. Me refugi¨¦ en m¨ª.
Su protagonista, una mujer de ¨¦xito hiperexigente, alquila un novio para acabar de parecer perfecta. ?Le suena?
Bueno, la hiperexigencia es algo que me ha perseguido y castigado toda la vida. Es castradora. A ella, a mi protagonista, afectada por la muerte traum¨¢tica de su hermano, le queda el refugio del ¨¦xito. ?Cu¨¢nta gente no se refugia en el trabajo? A m¨ª me ha resultado mucho m¨¢s f¨¢cil mi vida laboral que la personal, pero llega un momento en el que no puedes seguir huyendo de ti.
?Cu¨¢l fue su clic para dejar de hacerlo?
Me considero una persona exitosa, pero no alcanzaba el disfrute real. Me dec¨ªa que algo no hac¨ªa bien. Me revis¨¦, me met¨ª en psicoan¨¢lisis, que me vino de f¨¢bula. Comprend¨ª c¨®mo funciona mi mente. Y me cambi¨® la vida.
?Sigue sin encajar en ninguna caja?
Ya no me importa si encajo, ha dejado de importarme. Creo que uno tiene que encajar consigo mismo, sin quejas, sin excusas. Dos no est¨¢n en conflicto si uno no quiere. Y yo no quiero. Estoy en paz conmigo misma, es un cambio brutal.
?Ahora es feliz?
S¨ª, porque he aprendido a sostenerme en la tristeza. Porque ya no le pido tanto a la felicidad. En casa se hu¨ªa de la tristeza, se tapaba. Yo, a veces, la convert¨ªa en cabreo. Y no. Tienes que reconocer que est¨¢s triste, atravesar esa tristeza, admitir que est¨¢s hecha una mierda. Llorar. Las primeras veces es horrible. Crees que ese llanto no se va a acabar. Un d¨ªa, te levantas y te sientes mejor. Te comprendes, y empiezas a vivir de otra forma.
Para lloreras, las que se pega en La isla de las tentaciones con las penas de amor de los concursantes.
Es que sufren de verdad. Y yo sufro vi¨¦ndolos pas¨¢ndolo fatal por amor. Para m¨ª el amor es el motor de la vida, mi fuente de energ¨ªa. Y yo, en la isla, soy su ¨²nico punto de apoyo. El programa me ha hecho mejor persona. Los escucho y los miro a los ojos cuando est¨¢n m¨¢s vulnerables. Eso vale para la vida en general. No nos miramos, no nos escuchamos. Y, aqu¨ª y ahora, escuchar al otro salva vidas. Lo sabemos.
Impone respeto en ese festival de hormonas. ?Qu¨¦ cree que aporta su perfil serio a un programa tan loco?
Doy credibilidad, autenticidad. Siempre digo que soy la chica seria del entretenimiento. Mi personaje est¨¢ muy cerca de mi persona, y eso, en la tele, se nota. Un jefe me dijo una vez que blanqueo el formato, y el formato no me empa?a. Creo que se me reconoce eso.
?No pasa verg¨¹enza ajena?
No, eso significar¨ªa que juzgo a los participantes. Trato de entenderlos. De ponerme en su edad, su momento, las circunstancias de su pareja.
?No le flipan sus marcianadas?
S¨ª, pero son sus marcianadas. Si acept¨¢ramos m¨¢s las diferencias, estar¨ªamos mejor, porque a veces lo que hacemos es querer imponer nuestra manera de ver la vida. Esto lo podr¨ªamos extrapolar a la pol¨ªtica. ?Por qu¨¦ no buscamos los puntos de encuentro en vez de estar siempre en el conflicto o el desprecio?
Una de las cosas que m¨¢s escandaliza a algunos del programa es ver a mujeres siendo expl¨ªcitas y gozosamente infieles y tomando la iniciativa sexual. ?Le sorprende que sorprenda?
A m¨ª no me sorprende nada. Las mujeres tambi¨¦n somos as¨ª. Si tienes amigas, lo sabes. A la mujer hay que reconstruirla en la ficci¨®n y en la realidad, porque es mucho m¨¢s compleja que el estereotipo. Volvemos a lo de la caja. Fluimos. Puedes ser una en un momento de tu vida, y otra, en otra. Tengo una amiga que ha sido la Virgen Mar¨ªa en sus 15 a?os de matrimonio, y tras la separaci¨®n y un a?o llorando por las esquinas, ahora se lo quiere follar todo. Y es la misma estupenda persona de siempre. En una vida hay varias y hay que atreverse a vivirlas todas, y vivirlas bien.
?Alguna vez se ha sonrojado con alguna imagen sexual de infidelidades de las que les muestra en la tableta a los participantes?
Un poco, a veces, pero es que las relaciones de pareja han cambiado. En cuestiones de pareja, muchos a¨²n piensan en anal¨®gico, en VHS, cuanto otros est¨¢n en la era digital.
?Eso c¨®mo se come?
Pues que ya no todo el mundo repite el formato normal de pareja para toda la vida y lo hace libremente y sin culpa. La pareja perfecta no existe. Hay que dejar de blanquear a la pareja porque es, o puede ser, un infierno que no se cuenta. Luego se separan y todos dicen ¡°con lo felices que parec¨ªan¡±. Y una mierda, en todas las parejas pasan cosas. Y si no pasan, esa pareja est¨¢ muerta. Es lo que te dec¨ªa antes de las emociones. No las sabemos gestionar. Emocionalmente estamos en bragas.
?Y qu¨¦ hacemos con los celos? ?Qu¨¦ hace usted?
Com¨¦rnoslos y trabaj¨¢rnoslos. Si quiero ser libre, tendr¨¦ que respetar al otro. Mostrar tu vulnerabilidad es el mejor ant¨ªdoto contra los celos. Si me preguntas cu¨¢l es mi tentaci¨®n en este momento de mi vida, es mostrarme vulnerable, porque eso es de valientes.
Como dice en su programa, ?hay m¨¢s im¨¢genes para m¨ª?
Jaja. Siempre hay m¨¢s im¨¢genes. Las im¨¢genes son experiencias. Y, si no hay, es que no vives.
EL SELLO BARNEDA
A Sandra Barneda se le ve todo en los ojos. Son célebres los memes que circulan por las redes con las caras que pone mientras escucha las penas de amor de los concursantes de La isla de las tentaciones, el reality que presenta, donde varias parejas protagonizan y soportan infidelidades ante la audiencia. Esa transparencia, unida a su aplomo y seriedad en las situaciones más delirantes ¨D"lo mío es el humor de media sonrisa", dice¨D es el sello como presentadora de programas de entretenimiento de esta curiosa insaciable y escritora apasionada que estudió Periodismo porque le interesaba "todo lo humano". Ahora presenta Las olas del tiempo perdido, una novela en la que un grupo de amigos de la infancia se reencuentra después de décadas. Personalmente, después de su reciente ruptura con su pareja, la también televisiva Nagore Robles, dice encontrarse "feliz y agradecida" en el ecuador de su vida.
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