¡®The Good Fight¡¯: ketamina para ricos
Esa Diane Lockhart colocada y feliz es la prueba viviente de una era que tambi¨¦n ha gentrificado el consumo de drogas: estar¨¢ feo hacerlo en funci¨®n de lo abultado de tu cartera
El mundo est¨¢ en guerra, la econom¨ªa se desploma y Diane Lockhart ha decidido meterse ketamina. Algo pasa cuando la protagonista de The Good Fight ¡ªla abogada m¨¢s sagaz y aguda de nuestra pantalla¡ª decide pasarse una temporada flipada con un anest¨¦sico para disociarse y experimentar dimensiones alternas pero m¨¢s mullidas frente al presente febril.
Si algo caracteriza a la serie de l...
El mundo est¨¢ en guerra, la econom¨ªa se desploma y Diane Lockhart ha decidido meterse ketamina. Algo pasa cuando la protagonista de The Good Fight ¡ªla abogada m¨¢s sagaz y aguda de nuestra pantalla¡ª decide pasarse una temporada flipada con un anest¨¦sico para disociarse y experimentar dimensiones alternas pero m¨¢s mullidas frente al presente febril.
Si algo caracteriza a la serie de los King en estas seis temporadas que lleva es haber sido un afinado term¨®metro de este ¨²ltimo lustro. As¨ª que tiene l¨®gica esa deriva alucin¨®gena de sus tramas en la era m¨¢s inquietante y absurda de lo que llevamos de siglo. Por eso no sorprende que la mujer que se enganch¨® a las microdosis de LSD para resistir sin dejar de ser eficiente ante el mazazo de la era Trump, ahora, directamente, quiera instalarse en otra realidad sin importarle lo que piensen al verla los dem¨¢s.
Que Diane, como blanca y privilegiada que es, acuda a una cl¨ªnica con m¨¢rmoles de lujo y antifaces de sat¨¦n para colocarse tiene todo el sentido en 2022. Y aunque aqu¨ª siempre se estar¨¢ a favor de que John Slattery aparezca haciendo de lo que sea, irrita esta p¨¢tina moralista al comprobar c¨®mo hasta en la televisi¨®n no se criminalizar¨¢ el consumo de droga siempre que la suministre un tipo simulando ser m¨¦dico con bata blanca y gafas de pasta caras.
Ahora que hasta en San Francisco denuncian una gentrificaci¨®n del consumo de alucin¨®genos para acomodarse a los h¨¢bitos de lujo de los superricos, si algo nos prueba esa Diane Lockhart enketaminada y feliz es que hoy en d¨ªa estar¨¢ feo drogarse y ser¨¢ sumamente preocupante en funci¨®n, claro est¨¢, de lo abultada que est¨¦ tu cartera.
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